Warren Buffet es perjudicial para nuestra salud
Bloomberg - sábado, 28 de marzo de 2015
Warren Buffett sabe que somos débiles. Aunque
vayamos al gimnasio a diario y demostremos una disciplina digna de él en las
inversiones, tarde o temprano beberemos una gaseosa azucarada y pondremos
nuestro dinero en una hamburguesa doble con queso de color naranja brillante.
Buffett cree en la mala alimentación, como
consumidor y a la vez como inversor. La ingesta riesgosa quizá no tenga una
recompensa a largo plazo, pero comprar los conglomerados de comida chatarra
mejores en su clase implica un riesgo relativamente pequeño –si es que los
retornos de Berkshire Hathaway sirven como indicador. Omaha ganó una fortuna
con el arbitraje relativo a enfermedades arteriales.
Hagamos un recorrido por el bufet de Buffett
perjudicial para nuestra salud:
* 1940: Buffett es inversor en Coca-Cola desde
que vendía productos puerta a puerta en su infancia. A fines de 2014, Berkshire
tenía un 9,2 por ciento de las acciones de la empresa
* 1972: Berkshire Hathaway compra See’s Candies
por US$25 millones
* 1998: Dairy Queen, que tenía 5.790 puntos de
venta en ese momento, pasa a ser un holding de Berkshire Hathaway por US$585
millones
* 2008: Berkshire Hathaway pone US$6.500
millones para ayudar a Mars a comprar al fabricante de goma de mascar Wm
Wrigley Jr.
* 2013: Buffett vuelca US$12.250 millones en un
acuerdo para retirar de bolsa al gigante del kétchup y los alimentos envasados
HJ Heinz bajo 3G Capital, una sociedad de inversión con sede en Brasil
* 2014: Berkshire Hathaway aporta
financiamiento por US$3.000 millones para la compra del imperio de las donas
Tim Hortons por Burger King. Está recibiendo un retorno anual del 9 por ciento
Dieta
Naturalmente, hoy Buffett vuelve a la carga,
trabajando con 3G para unir a Kraft Foods Group y Heinz. El acuerdo crea la
tercera empresa más grande de alimentos y bebidas en Norteamérica –una
verdadera montaña de kétchup, fiambres, Kool-Aid y montones de queso.
Al cerrar estos acuerdos, Buffet ponía su boca
donde estaba su dinero. Su dieta consiste en Cheetos, regaliz y –y con mayor
frecuencia- papas Utz como fuente importante de vegetales. El inversor
tranquilo es famoso por beber Coca-Cola en el desayuno, una comida en la que el
helado es ocasionalmente la pieza central.
Interrogado acerca de su dieta, Buffett ha dicho
que se propone comer como un niño de 6 años porque a esa edad la mortalidad es
menos probable que nunca. En términos de invertir, su estrategia en la comida
chatarra es aún más simple: la gente quiere darse los gustos. “Nunca fracasó un
negocio con clientes felices”, dijo Buffett en la asamblea anual de Coca-Cola
en 2013.
Sin embargo, como la mayoría de los koans,
cuanto más se reflexiona acerca de esa pequeña joya más lógica se vuelve.
Pensemos en la comida sana. Puede crecer más rápido (analice el estado actual
del repollo rizado y los Alimentos Integrales alrededor de 2011). Pero también
es volátil. Acumular en hidratos de carbono antes de la llegada de la dieta
Atkins habría sido un desastre. En los últimos años todo lo libre de gluten
funcionó fantástico, pero ya se está generando una reacción adversa.
Desde una perspectiva de inversión, el azúcar y
las grasas son como acciones de las compañías más fuertes y estables con
excelentes desempeños a largo plazo muy parecidas a las empresas de servicios públicos
que a Buffett también le gusta comprar. Burger King nunca se mezcló con ningún
tipo de tendencia de comida sana, y el agua embotellada es lo más cerca que ha
estado Coca-Cola de una tendencia de vida saludable. Los macarrones con queso
de Kraft pagarán dividendos durante décadas, sólo que no a los restaurantes.
Buffett lo sabe mejor que nadie porque come el producto en el desayuno.
Además, Berkshire cuenta con una ventaja
saludable: su negocio de base son los seguros.
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