¿Quieres ganar estatus? Finge que no estás
interesado en él
Forbes - lunes, 23 de marzo de 2015
Todos buscamos mejorar nuestra posición en la
jerarquía social, pero manifestar abiertamente nuestras ambiciones tiene un
efecto pernicioso en nuestro entorno. Te contamos a detalle cuál es.
A Nathan Pettit no le gusta la hipocresía. Como
profesor asistente de Administración de la Escuela de Negocios Stern de la
Universidad de Nueva York, se molesta cuando la gente no admite sus verdaderas
motivaciones. Por ejemplo, ha descubierto últimamente, a los 35 años, que
muchos de sus amigos de sus días de universitario en Cornell comienzan a
comprar BMW y Mercedes, pero no van a admitir por qué están haciendo esa compra
en realidad. “Dicen cosas como ‘es muy seguro y eso es importante porque tengo
hijos’”, dice. “Destacan las características relevantes que no están
relacionadas con el estatus para justificar su compra”, pero si la seguridad de
sus hijos fuera su prioridad comprarían un Volvo. “Hay una cierta
autoconciencia en no admitir por qué has comprado un Mercedes.”
Pettit, quien fue becario en Citigroup e hizo
consultoría de recursos humanos en una empresa llamada Workscape antes de
convertirse en profesor de tiempo completo, enfoca la mayor parte de su trabajo
académico en la jerarquía social. La motivación de su último trabajo, “Status
is a Four-Letter Word: Self Versus Other Differences and Concealment of
Status-Striving”, surgió de su percepción de que todo tipo de literatura
académica, desde la antropología hasta la economía o la sociología y la
administración, da por sentada la idea de que la gente siempre se esfuerza por
mejorar su estatus, pero esa literatura no sondea los sentimientos complejos
que la mayoría de las personas tiene acerca de tratar de mejorar su estatus y
la reacción a menudo negativa que sus colegas y amigos tienen cuando
manifestamos abiertamente nuestras intenciones de ascender en la escala del
estatus.
Para investigar el tema, Pettit y su coautor,
Hee Young Kim, profesor asistente en la Universidad Rider en Lawrenceville,
Nueva Jersey, reunieron seis estudios en los que se consultaron las reacciones
generadas por sujetos que buscaban mejorar su estatus y sondearon los
sentimientos que esos mismos sujetos tenían acerca su intento de mejorar sus
perfiles. Descubrieron que la gente casi siempre afirma que el estatus le
interesa menos que a los demás, y la mayoría de las personas desaprueba el
comportamiento de una búsqueda abierta de la mejora de estatus en otros.
“Aunque la búsqueda de un mejor estatus es considerado un rasgo fundamental de
los seres humanos, y por lo tanto algo perseguido por muchos”, escriben los
autores, “sostenemos que la búsqueda de estatus se encuentra estigmatizada”.
Los investigadores encuestaron a cerca de 200
participantes, un grupo diverso que incluyó a afroamericanos, asiáticos,
latinos y blancos, sobre distintas cuestiones relacionadas con el estatus. En
el primer estudio pidieron a los encuestados que leyeran un pasaje de alguien
que buscaba mejorar su estatus y alguien que no lo hacía, a otro que le daba
mucha importancia a su posición en la jerarquía social y otro que no. Luego,
los participantes respondieron tres preguntas acerca de sus reacciones en una
escala de 1-“muy negativa” a 7-“muy positiva”. Los participantes dieron bajas
calificaciones a los que mostraban abiertamente sus intenciones de mejora.
Un hallazgo sorprendente: aunque la edad y el
sexo de los sujetos del estudio no hicieron ninguna diferencia cuando se
trataba de cómo la gente se sentía acerca de ser alguien que busca abiertamente
mejorar su estatus, la etnia sí era importante, especialmente para los blancos,
que se sentían menos cómodos con la autopercepción de ser escaladores. Los
asiáticos se sintieron más cómodos al mostrarse abiertos acerca de sus
ambiciones. “Su idea sobre el ascenso es que esa ambición de mejora en la
jerarquía social es una virtud”, dice Pettit.
Aunque Pettit dice que no tenía intención de
que su reporte fuera una guía para alcanzar una mejoría en estatus, su
investigación ofrece algunas pistas. Aunque muchos de nosotros lo sabemos, el
documento deja claro que para la mayoría de personas no es aceptable que otros
manifiesten abiertamente sus ambiciones. “No admitimos a nosotros mismos que a
otras personas no les gusta cuando nos esforzamos pos mejorar nuestro estatus”,
dice.
En otras palabras, si eres demasiado abierto
acerca de tus pretensiones, podrías terminar socavando tu meta. Lo que debes
hacer, aconseja, es enfocarte en otras personas de tu grupo. “Tratar de
promocionarte a ti mismo probablemente terminará teniendo el efecto opuesto”,
dice. “Pero si ayudas a otras personas y das al grupo, terminarás por
ascender.”
Es probable que no baste con decir que
compraste tu BMW por razones de seguridad. En cambio, es mejor que no menciones
tu auto para nada y en su lugar ofrezcas llevar a tus amigos a algún lado la
próxima vez que lo necesiten.
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