Blanqueo de
dinero a través del arte
Deutsche Welle - marzo de 2015
El mercado del arte sirve para blanquear
dinero. Los principales motivos son la ausencia de control y la falta de
preparación de las autoridades. El experto Fausto Martin de Sanctis habló sobre
ello con DW.
Durante la operación Lava Jato, que se lleva a
cabo en Brasil en sucesivas fases desde 2014, la Policía Federal ha incautado
centenares de obras de arte. Se sospecha que fueron utilizadas para blanquear
dinero. Solo en casa de Renato Duque, exdirector de Petrobras, se encontraron
131 obras. El pasado jueves 19 de marzo, 139 piezas requisadas en la décima
fase de la investigación fueron destinadas al Museo Oscar Niemeyer.
Hasta el momento, esta institución ha recibido
203 obras, algunas de ellas de autores internacionalmente conocidos, como Joan
Miró, Salvador Dalí, Amílcar de Castro, Di Cavalcanti, Romero Brito, Aldemir
Martins y Miguel Rio Branco. La que podría denominarse "colección Lava
Jato" quedará provisionalmente bajo custodia del Museo Niemeyer hasta que
concluya la investigación y se juzgue a los acusados en la trama de corrupción
Petrobras.
El mercado del arte como medio para blanquear
dinero no es algo nuevo ni exclusivo de Brasil. Durante seis meses, el
magistrado brasileño Fausto Martin De Sanctis investigó en EE.UU. cómo se lava
dinero en todo el mundo por medio del arte. Como resultado de sus
investigaciones, publicó un libro en EE.UU. en 2013, que posteriormente salió a
la venta en Europa bajo el título "Lavado de dinero por medio de obras de
arte". Deutsche Welle habló con el autor.
Deutsche Welle: ¿Qué es lo que hace del mercado
del arte un espacio atrayente para el blanqueo de dinero?
Fausto Martin De Sanctis: El mercado del arte
siempre fue relativamente libre. Nos movemos en un terreno real y, al mismo
tiempo, clandestino. Podría decirse que constituye un ecosistema parte, porque
siempre hubo tolerancia en cuanto al uso de documentación falsa e incluso,
muchas veces, ausencia de documentación. Es un mercado en el que hay que
debatir sobre la ética de su práctica. Ha acabado convirtiéndose en una
plataforma atractiva para el crimen organizado, porque es sencillo blanquear
dinero debido a la falta de control.
¿A qué factores se debe esa ausencia de
control?
Hay un agujero legal en cuanto a la regulación
mundial de este mercado. De esa forma, quienes cometen delitos económicos,
fraudes financieros, corrupción y, más recientemente, tráfico de drogas, usan
ese mercado amparados por la falta de control y la facilidad para transportar
las obras de arte sin levantar sospechas. Es más difícil llevar de un lado a
otro dinero en efectivo que arte. Una obra que vale ocho o diez millones de
dólares se puede plegar en un cilindro y nadie se da cuenta. No hay en todo el
mundo preparación de las autoridades aduaneras y fiscales sobre este asunto.
Por otra parte, las grandes casas internacionales de subastas venden obras y
admiten pago en especie. En este caso, poco se pregunta sobre la identidad de
los compradores.
¿Dónde se adquieren las obras compradas para el
lavado de dinero?
Directamente al propietario o en las casas
internacionales de subastas. Un aspecto importante de este sector es que está marcado
por la confidencialidad, o sea, quien vende no quiere revelar su nombre,
porque, en el mejor de los casos, se trata de alguien que se deshace de una
pieza porque está en bancarrota. Con ese argumento, el mercado del arte
preserva la identidad de los vendedores. Solo que la confidencialidad no puede
aplicarse para las autoridades públicas. Si existen sospechas, hay que revelar
los nombres de vendedor y comprador.
¿Las obras robadas también se compran mediante
este esquema de blanqueo de dinero?
Hay de todo. El robo de obras de arte es
frecuente. Yo tuve grandes casos de tráfico, en los cuales las piezas se
estaban negociando para fines diversos y el mercado no estaba haciendo nada.
Así pues, en el esquema del blanqueo de dinero,
la persona compra una obra para blanquear y, después, cuando necesita el
dinero, revende la pieza...
Exactamente. En el blanqueo de dinero hay tres
fases: En la primera, la persona invierte dinero en algo con lo que no tiene
vinculación. Después, esconde el objeto para romper la cadena de pruebas. La
tercera fase es la reinserción, es decir, aquello que estaba escondido vuelve a
salir al mercado con la apariencia de lícito. Yo hablo también de una cuarta
fase, la del reciclaje, que es cuando la persona trata de borrar toda evidencia
de lavado de dinero.
¿Por qué una persona escoge el mercado del arte
y no otro para blanquear dinero?
Quien recibe dinero ilegal compra una obra de
arte para no llamar la atención, pues pocos conocen el arte de verdad y menos
aún el arte moderno. Una obra de arte no tiene por qué implicar un signo
exterior de riqueza. Una persona puede tener un montón de obras de arte en su
casa y nadie percibe que sea millonario o billonario, dependiendo del valor de
las piezas.
¿Cómo se puede probar que las obras incautadas
en alguna operación proceden del lavado de dinero?
En el delito del blanqueo, la persona oculta a
las autoridades dinero obtenido ilícitamente. Corresponde a la Fiscalía
determinar si esa persona ha adquirido una obra de arte para no llamar la
atención sobre ese dinero. El lavado es un indicio y hay que comprobar todos
los indicios para llegar a la certeza de que ha habido un delito.
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