¿Por qué está cayendo el precio
mundial de los alimentos?
BBC Mundo -
martes, 17 de marzo de 2015
Los precios
de muchos alimentos están cayendo, aunque a veces no se vea para el consumidor
final.
Los precios mundiales de los alimentos cayeron
a su nivel más bajo en casi cinco años, con un marcado declive de los cereales,
la carne y el azúcar, una estabilización de los aceites y un repunte de los
lácteos.
Según el índice de precios de la Organización
de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, en su sigla en
inglés), en febrero hubo una caída promedio del 1% respecto a enero.
El índice de la FAO mide la evolución mensual
global de los precios de exportación de una canasta de cereales, aceites,
productos lácteos, carne y azúcar.
Concepción Calpe, economista del departamento
de Comercio de la FAO, explicó a BBC Mundo las razones detrás de esta caída.
"Elevada producción global, bajos precios
del crudo, subida del dólar y una limitada demanda de grandes importadores,
incluyendo a China. La situación actual es exactamente la opuesta a la que
había en 2007-2008 cuando se produjo la disparada de los precios de los
alimentos", indicó Calpe.
La tormenta perfecta
En 2007-2008 China crecía a tasas de dos
dígitos, el precio del petróleo estaba por las nubes, la demanda había
estimulado una enorme inversión y los bancos y fondos de pensiones calentaban
el mercado mundial de los bienes básicos.
Era la llamada "tormenta perfecta"
sobre los precios de alimentos y otras materias primas que alcanzaron niveles
exorbitantes poco antes del estallido financiero de 2008.
El panorama es hoy un espejo invertido.
En febrero los cereales cayeron 3,2% respecto a
enero, la carne un 1,4% y el azúcar un 4,9% mientras que el aceite se mantuvo.
Solo los productos lácteos aumentaron en un
4,6%.
"Aparte de factores comunes como el precio
del petróleo y el del dólar, cada producto tiene una dinámica propia que
depende de las peculiaridades de su mercado", señala Calpe.
La caída del trigo respondió al aumento
productivo de los principales exportadores.
En la carne hubo una clara diferencia entre los
costos más bajos del vacuno, carnero y cordero frente a los precios más
estables de carne de ave y el aumento del cerdo.
Con el azúcar la baja se debió al aumento de la
producción del mayor exportador mundial, Brasil y el anuncio de subsidios a las
exportaciones de azúcar de India.
En el caso del aceite, que cubre desde la soja
hasta el aceite de oliva y de palma, tuvieron especial peso los subsidios al
biodiésel en Indonesia o el impacto de las inundaciones en uno de los grandes
productores, Malasia.
El sube y baja de los precios
La relación entre el precio internacional de un
producto y el que paga el consumidor es compleja.
Un fenómeno bastante común es que los precios
al consumidor suben cuando hay un aumento de los de exportación, pero menos
frecuentemente bajan cuando estos valores descienden.
Este fenómeno se ve con frecuencia en el precio
de la gasolina que fluctúa con los valores internacionales del petróleo o los
del pan o las pastas influídos por el precio del trigo.
"El precio que paga el consumidor depende
de muchos factores. El transporte, los márgenes de los supermercados, los
distintos intermediarios en la cadena. El consumidor no compra trigo. Compra
pan o pasta que tiene entre sus compuestos al trigo. A esto se le suman otros
factores como el tipo de cambio que impactan en el precio tanto si un país es
importador como si es exportador", señala Calpe.
Por unos dólares más
Una devaluación puede producir un fuerte
encarecimiento de los precios de un país consumidor de alimentos que tiene que
pagar más en dólares por lo que compra.
Algunos temen un regreso a los terminos
desiguales de intercambio que existían entre países industrializados y los
demás.
Curiosamente el efecto puede ser similar en
algunas naciones exportadoras porque la devaluación favorece las ventas al
exterior y al mismo tiempo eleva los precios al consumidor del propio país.
Esto se debe a que los exportadores buscan
emparejar el precio del mercado interno en moneda local con el que pueden
conseguir en dólares del exterior.
En los precios influye también la estructura
económico-social y política de los países dominantes en cada mercado.
Lácteos, cereales y carnes tienen una fuerte
presencia de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelandia, Argentina, Brasil,
Europa.
En mercados como el cereal se añaden a estos
países Ucrania y Kazajistán.
En aceites Brasil, Malasia, Indonesia, Estados
Unidos y Argentina son los actores dominantes en las distintas variedades que
incluyen a este producto.
Las peculiaridades de cada una de estas
naciones impactarán en el valor final del producto.
Tendencia histórica
En buena parte del siglo XX la evolución del
precio de los productos primarios – incluyendo alimentos – estuvo muy por
debajo de la de los productos manufacturados que exportaban los países
desarrollados.
Los precios favorables de la última década
permitieron el crecimiento en muchos países en desarrollo.
A esta relación se la denominó "términos
desiguales de intercambio".
Esta situación complicaba las perspectivas de
desarrollo de países que dependían de sus productos primarios para motorizar el
despegue de sus economías.
"Esta situación cambió en 2007-2008 de la mano
de la incorporación de China e India al mercado mundial y generó mucho interés
en los bancos y entidades financieras que empezaron a tener sus propios
departamentos de commodities. Muchos dicen que esta presencia financiera afectó
los precios por vía de la especulación. No hay investigaciones concluyentes al
respecto, pero lo que está claro es que influyó en la volatilidad de los
precios", señala Calpe.
El cambio favorable de los términos de
intercambio manufacturas- productos primarios permitió un espectacular
crecimiento económico-social de países en desarrollo, como se vio en América
Latina.
Entre 2002 y 2012 la región creció a un
promedio del 5% anual y unas 100 millones de personas salieron de la pobreza.
Todo lo cual abre un interrogante sobre las
perspectivas económicas de la región.
El futuro
¿Estamos regresando al modelo de intercambio
desigual entre manufacturas-servicios y productos primarios que rigió en el
siglo XX?
El mercado de los alimentos suele tener un
comportamiento diferente al de los commodities industriales.
Mientras estos últimos dependen más del
crecimiento de la economía mundial por su vínculo directo con los procesos de
producción – petróleo, cobre o acero son ejemplos clásicos – los alimentos
tienen una demanda menos variable.
A menos de que haya crisis extremas, los países
siguen consumiendo alimentos.
Aún así, señal de los nuevos vientos que
soplan, muchos bancos y entidades están cerrando sus departamentos de
commodities.
En la FAO son cautelosos a la hora de hacer
futurología respecto al comportamiento futuro del mercado de alimentos.
"Dependen de demasiados factores. En
términos de oferta y demanda vemos una tendencia a la baja, pero ¿cómo se puede
preveer el precio del dólar o del petróleo o las políticas agrícolas de los
países o los factores que afectan la oferta como el clima? Son demasiadas
variables para poder hacer un pronóstico preciso", señaló Carpe a BBC
Mundo.
Aun así, los exportadores de alimentos de la
región deberían prepararse para un período de vacas flacas.
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