Los bancos centrales causan volatilidad en los
mercados de divisas
The Wall Street Journal. - viernes, 20 de
marzo de 2015
La volatilidad en los mercados de
monedas extranjeras ha aumentado recientemente, conforme los cambios en las
políticas de los bancos centrales más importantes generan apuestas de gran
tamaño. La conmoción marca un cambio frente a los últimos años, cuando la
política monetaria ultra flexible en todo el mundo mandó a los mercados a
hibernar.
En el episodio más reciente, el
miércoles, un mensaje de la Reserva Federal de Estados Unidos diciendo que no
tiene afán en subir las tasas de interés causó una importante caída del dólar,
que ha subido notablemente este año. El euro aumentó más de 4% frente al dólar,
su incremento más grande en un día en 15 años, según Deutsche Bank. A primera hora
del jueves, la moneda europea volvió a caer.
La velocidad del viaje ida y
vuelta en la tasa de cambio entre dólar y euro —el par de divisas más
intercambiado del mundo— descolocó a los corredores y los inversionistas.
“No he visto nada parecido desde
la crisis financiera”, dijo Paul Lambert, director de divisas en Insight
Investment, que administra US$480.000 millones en activos.
Los corredores indicaron que el
anuncio del miércoles les recordó la apreciación del franco suizo en enero
pasado, cuando la moneda subió más de 40% luego de que el banco central de
Suiza abandonara su política de limitar la fortaleza del franco frente al euro.
Por unos minutos el miércoles, la falta de compradores de dólares causó una
pausa a corto plazo en las plataformas de corretaje electrónicas, según un
corredor que trabaja en Nueva York para un importante banco que opera con
divisas. “Había muchos gritos en la oficina, mucho nerviosismo”, dijo el
corredor.
El índice de volatilidad de divisas
del Deutsche Bank alcanzó su mayor nivel desde 2011 este año. Los
inversionistas a corto plazo están detrás de las operaciones cambiantes, al
entrar y salir en masa de mercados a medida que se registran cambios, explicó
Bilal Hafeez, un macro estratega de Deutsche Bank. “Parece que todos están
persiguiendo su cola”, agregó.
Para algunos inversionistas, la
mayor actividad marca un regreso a la normalidad. “Lo que era anormal eran los
niveles muy, muy bajos de volatilidad que vimos el año pasado con la influencia
calmante de la flexibilización cuantitativa sobre los precios de los activos”,
dijo Tom Clarke, gestor de portafolio de William Blair, que supervisa más de
$74.000 millones de dólares. Más allá de la oscilación excepcional del franco
suizo en enero, la volatilidad en 2015 no ha sido “anormal”, sostuvo.
Los cambios en las divisas se han
producido conforme la Fed ha roto filas con otros importantes bancos centrales
y avanza hacia un aumento de tasas. Eso ha motivado enormes apuestas a que el
dólar seguirá subiendo, en particular contra el euro, que ha caído marcadamente
luego de que el Banco Central Europeo lanzara este mes un enorme programa de
estímulo a través de la compra de bonos. El tamaño de estas apuestas exageró la
medida del miércoles, ya que muchos inversionistas se vieron obligados a tirar
la toalla cuando el dólar retrocedió.
“El dólar ha estado
experimentando el ritmo de ascenso más rápido en 40 años. Nuestra perspectiva a
largo plazo para el euro aún es menor, pero el riesgo es una retroceso
decente”, estimó Matthew Cobon, director de tasas de interés y divisas de
Theadneedle Investments en Londres, que tiene un total de $54.300 millones de
dólares en activos. Cobon había apostado a un rebote del euro antes de la
reunión de la Fed del miércoles.
Las marcadas oscilaciones también
generan una queja ahora familiar por parte de los inversionistas: las
regulaciones estipuladas luego de la crisis financiera han secado la liquidez
de los mercados, y limitan la capacidad de los bancos de incluir apuestas de
riesgo en sus balances.
El miércoles, el Banco de
Acuerdos Internacionales se convirtió en la más reciente autoridad importante
que advierte que una falta de liquidez podría llevar a desajustes importantes
en los mercados financieros.
“Cuando el flujo llega al
mercado, no hay una barrera que lo contenga, así que se traduce directamente en
grandes cambios en los precios”, indicó Lambert de Insight Investment. Durante
la crisis financiera, las grandes oscilaciones fueron motivadas por temores a
un colapso del sistema bancario. Medidas similares ahora pueden producirse como
consecuencia de una pequeña reevaluación de los planes de aumento de tasas de
la Fed, según Lambert.
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