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domingo, 13 de marzo de 2016

economía digital

La economía digital pondrá en jaque al segmento empresarial



América Economía - domingo, 13 de marzo de 2016
La economía tradicional, tal y cual la conocíamos hasta hace unos años atrás está experimentando el proceso de cambio más acelerado y remoto que se ha vivido hasta el momento. Algunos expertos hablan de una revolución necesaria, otros a una adaptación socio-cultural, pero el segmento empresarial enfrenta una realidad: la economía digital se encima y los obliga a cambiar la estrategia del juego. ¿Están preparados?

La presión por modificar viejos estandartes viene de la mano de la evolución tecnológica que, en resumen, ha generado para todo proceso complejo, una modalidad sencilla, práctica e intuitiva de acelerar su funcionamiento, reduciendo costos pero no dando el suficiente tiempo como para que las partes empiecen a engranar los nuevos conocimientos que requiere este manejo de información.
En principio, hay que resaltar cuán digitalizada está la vida de la sociedad en la actualidad. Toda actividad, sea o no comercial, se convierte en un generador de datos consumido por una inmensa nube, a la que llamamos Big Data, y que no es más ni menos que el banco universal del movimiento del ser humano. Todo esta allí, desde lo que compartimos por medio de las redes sociales, las tareas cotidianas del hogar, hasta una transferencia bancaria para el pago de un alquiler.

Grandes cúmulos de datos codificados esperan a ser decodificados para diferentes utilidades, por esta razón, la economía tradicional, aquella de las calculadoras y los libros del debe y el haber, ligeramente tuvo que vivenciar un cambio profundo y veloz hasta fusionar con las actuales herramientas comerciales. El concepto que define la actual economía es el acuñado por Don Tapscott, escritor del libro que más ventas tuvo en 1995: “La economía digital: Promesa y peligro en la era de la inteligencia en redes”.

Este cambio de rótulo no pasa desapercibido para la sociedad entera, y menos para el sector empresarial. Los procesos en la economía digital son más rápidos y por tanto, la humanidad experimenta estos cambios de diferentes maneras: la transición económica no tuvo nunca antes en la historia una transformación que influyera tan vertiginosamente tanto en la forma que vivimos y trabajamos, como en el funcionamiento de las empresas y de toda la sociedad.


La conectividad y la competitividad
Todo cuando hacemos, tocamos o decimos por medio de algún dispositivo conectado a Internet se convierte rápidamente en un dato. Como más arriba dijimos, ese cúmulo de datos no permanece ingenuamente en la nube, sino que es utilizado para distintos fines, uno de ellos, para poder personalizar la oferta de recursos según los gustos de cada usuario.

Es así como las personas se convierten en usuarios, y estos al mismo tiempo son la material prima para la gestación de nuevos productos. Un ejemplo de este circuito productivo lo podemos ver a diario con tan sólo abrir un motor de búsqueda en la web y que lo primero que aparezca en pantalla sea todo lo que esté vinculado a nuestro último historial de búsquedas.

Según Guillermo Brinkmann, Director General de SAP para Región Sur, “En este contexto, es imperioso que las organizaciones reconozcan las enormes oportunidades que se presentan y se adapten al cambio. En la actualidad, el 90% de los CEOs cree que la economía digital tendrá un impacto en su negocio. Sin embargo, sólo el 15% tiene una estrategia”.

Empresas como Siemens o GE se agiornan introduciendose en el negocio del desarrollo de software, pero otras empresas que ya están dentro del segmento, parecieran sólo construir productos vacíos pero de mucho valor para la sociedad, y que proponen modificar radicalmente las reglas del juego entre la economía tradicional y la digital. Brinkmann cita los ejemplos de Über, Facebook y Airbnb, y las define: “La primera es una de las compañías de taxi más grandes del mundo, pero no posee ningún coche; la segunda es la red social más popular del planeta, pero no crea contenido; la última es una de las empresas de hospedaje más importantes, pero no posee ningún hotel”.

Para ser competitivos en una economía basada en la conectividad es necesario pasar de la estandarización a la simplificación y la innovación. Sin embargo, aún cuando el 90% de los CEOs del mundo saben esto, sólo el 15% tiene una estrategia para salir aprovechar los procesos actuales.
En cuanto a la utilización de los datos disponibles para la aceleración de procesos en la ecnomía digital, el especialista asegura que “Menos del 1% de los datos disponibles se traduce en beneficios de negocios, mientras que información dispersa y datos duplicados complican la toma de decisiones y dificultan los esfuerzos de las empresas por aportar buenas ideas al mercado de manera rápida y rentable”.

Vale la pena considerar que muchas empresas invierten entre el 40 y el 80% del tiempo en actividades que no generan ningún tipo de valor, pero que se consideran escenciales para alcanzar el objetivo comercial de la compañía. Es decir, hoy se puede suprimir todo el tiempo que lleva el registro de formularios, sellados y demás, por softwares que cargan estos datos y los relevan constantemente. Asegura que una forma de introducirse a la vorágine de la economía digital y salir airosos es controlar la complejidad de los viejos procedimientos. En este sentido, se dice que “las empresas pierden hasta el 10% de sus utilidades cada año a causa de los costos ocultos asociados a la complejidad”.


Por estas razones, la receta para flotar en el ecosistema económico actual es priorizando la innovación, la velocidad y la agilidad. ¿Cuál sería tu estrategia?      

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