¿Cómo crean las grandes empresas un logo exitoso?
BBC Mundo - domingo, 10 de
mayo de 2015
Desde el símbolo de Nike hasta la
sirena de dos colas de Starbucks, la grandes compañías globales ponen muchísimo
cuidado en sus logotipos.
Para la mayoría de los mortales,
los logos de estas firmas inmediatamente conectan nuestras mentes con los
respectivos negocios sin necesidad de leer su nombre.
Basta con pensar en los arcos
dorados de la popular cadena de comida rápida o en la manzana mordida de
determinada empresa de computación.
Y seguro sabe a qué empresas nos
referimos: este tipo de reconocimiento instantáneo es el Santo Grial de los
negocios.
Y es la razón por la que las
mayores multinacionales del mundo son capaces de gastar millones de dólares en
sus logos.
Por ejemplo, el grupo petrolero
británico BP invirtió US$200 millones en 2000 para introducir su actual diseño
de la margarita.
Otras firmas de tamaño similar,
cuyo logo es simplemente su nombre escrito de una forma estilizada, pueden
llegar a gastar cientos de miles de dólares en una nueva fuente o en un color
diferente.
Pero, ¿cuán difícil es para una
compañía elegir un buen logo? ¿Y cuán importante es esto realmente?
Lento romance
Los que saben dicen que, si a una
empresa le presentan la propuesta de un nuevo logo que agrada de inmediato y
refleja sus valores, lo mejor que puede hacer esa firma es analizarlo con
detenimiento, desecharlo o empezar de nuevo.
Esto es lo que opina Sagi Haviv,
socio de la firma de diseño gráfico Chermayeff & Geismer & Haviv (CGH),
con sede en Nueva York.
"Nunca es amor a primera
vista", asegura. "Un buen logo, una buena marca, gana sentido y
fuerza con el paso del tiempo".
CGH ha sido responsable de muchos
de los logos de negocios estadounidenses más reconocibles en los últimos 50
años: Chase Bank, National Geographic, Mobile, NBC y HarperCollins.
Sin embargo, Haviv dice que
algunos clientes corporativos "deben ser arrastrados pataleando y a los
gritos" hasta aceptar lo que luego se convertirá en un logo muy reconocido
en el mundo.
"Siempre les recordamos a
nuestros clientes que nunca es amor a primera vista. Es más, todas nuestras
presentaciones comienzan con un cartel que dice eso", afirma.
Una reciente presentación de CGH
ante una gran corporación fue ejemplo de ello. Haviv recuerda que el director
ejecutivo de la compañía aprobaba los seis diseños que le propusieron menos el
número dos.
"Pero dos horas después
quería el número dos y no aceptaba ninguna otra alternativa", dice Haviv.
"Esta es la razón por la que la relación entre el cliente y el diseñador
es tan importante".
Según Haviv, hay tres condiciones
para que un logo sea exitoso:
"Y agregaría un factor
extra: que sea un concepto original".
La dura lección de Gap
Cambiar un logo es también una
difícil decisión, como el gigante de la indumentaria Gap puede dar testimonio.
En el otoño boreal de 2010, la
empresa reveló un nuevo logo que ya no tenía las letras en mayúscula, sino en
minúscula, e introducía un pequeño cuadrado azul detrás de la "p".
Tal fue la reacción adversa del
público que una semana después Gap dio marcha atrás.
Haviv comenta: "El logo
original de Gap era amado por los consumidores, pero la compañía no lo
sabía".
Un negocio que sí ha logrado
cambiar su logo de forma exitosa es la empresa editorial británica Ink, que
está en franco crecimiento.
"El actual logo fue diseñado
hace casi siete años. No era el primero, sino su tercera encarnación",
cuenta uno de los directivos de Ink, Jonny Clark.
"La razón para crear un logo
en aquel momento era que la compañía se estaba expandiendo", añade.
"Pasó de ser un negocio
relativamente pequeño a una mediana empresa y queríamos enfatizar el hecho de
que no sólo nos dedicábamos a la impresión tradicional, sino también a la
digital".
Así fue como el término
"publishing" fue eliminado del logo y el aro de color que rodea a la
palabra "Ink" fue retocado para agregar los tonos de la paleta de
colores RGB, que es la base de la impresión digital.
Clark recuerda: "No teníamos
un departamento de marcas. El cambio fue realizado internamente, por el equipo
de diseñadores que trabajaba con nosotros".
"En total, el proceso tomó
unos cuatro meses".
Si bien Ink no puede cuantificar
el impacto del cambio de logo, en los últimos siete años la firma se ha
expandido en el exterior, abriendo oficinas en Nueva York, Miami, Atlanta,
Dallas, Sao Paulo, Melbourne, Shanghái y Singapur.
Está claro que el nuevo logo al
menos no ha frenado la marcha del negocio.
"Poste indicador"
Martin Christie, de la firma de
diseño de logos Alchemist, con sede en Londres, cree que la clave es la
simplicidad. Aunque también advierte que las firmas no deben apresurarse a
tomar una decisión.
"Es bueno dedicar cierto
tiempo al logo porque es la primera cosa que el público ve; es la apariencia de
tu compañía y refleja lo que haces".
Para Robert Jones, profesor de
branding en la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, un buen logo es el
que transmite con éxito los valores de la compañía.
Y añade: "El logo expresa la
forma en que la gente te identifica y ayuda a expresar cuán diferente eres de
tus competidores; por ejemplo: más cálido, más sólido, más verde,
etcétera".
"El público necesita una
imagen a la que mirar. Como decía Aristóteles: 'El alma no puede pensar sin una
imagen'", dice.
"Pero al mismo tiempo, la
gente no evalúa tu empresa por la fuerza de tu logo sino por la calidad de tus
productos o servicios. Lo que importa es la realidad".
La consultora de marcas británica
Rebecca Battman está de acuerdo en que, más allá de lo bueno que sea el diseño,
un logo sólo será exitoso si el público confía en la compañía.
Según Battman, "un logo es
tan solo una señal simple y funcional que le ayuda a la gente a encontrar e
identificar su negocio".
"Pero para que sea exitoso,
la empresa detrás de él debe ser una marca respetada y confiable", dice.
"El logo por sí mismo no
vuelve respetable a una marca".
Un buen logo transmite los
valores de la empresa.
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