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sábado, 30 de mayo de 2015

tradicionales

El derrumbe de los partidos tradicionales españoles: caída al vacío o mera recomposición?


INFOnews - ‎  ‎mayo‎ de ‎2015
 Las elecciones celebradas el domingo en España arrojaron un resultado que fue leído casi por la totalidad de los medios de comunicación como el fin del bipartidismo en España. Esto se explica por un lado en la importante pérdida de votos que tuvieron –en relación con los comicios de 2011– los dos principales partidos españoles: el gobernante Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que sumados consiguieron el 52% de los sufragios, contra el 65% de hace cuatro años. Pero también por el crecimiento de dos fuerzas pequeñas aunque pujantes, que se ganaron su espacio entre el electorado del país ibérico: Ciudadanos (una fuerza de centro, liberal, que se consagró como la tercera más votada) y Podemos (un espacio de centroizquierda que surgió al calor del movimiento de los "indignados" y que sorprendió en Barcelona y Madrid, retrató Tiempo Argentino.

El sistema bipartidista español rige desde la llamada "Restauración borbónica", que tuvo lugar entre los años 1875 y 1923, cuando la política española se organizó en torno a dos partidos: el liberal y el conservador. "Entre esos años, con algunas diferencias y algunos gabinetes de unidad nacional, se alternaron conservadores (más clericales) y liberales (ligeramente más laicistas), que coincidían en respetar la Constitución de 1876 y en mantener algunas políticas relativamente similares, dejando afuera a los socialistas, republicanos y anarquistas", asegura el profesor de Historia de España de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Mariano Rodríguez Otero.

"Luego, tras la muerte del dictador Francisco Franco, en el período denominado Transición Española, momento en que España pasó a regirse por una Constitución que instauraba un Estado social y democrático de derecho, a más de uno le hizo recordar un sistema parecido: inicialmente con la Unión de Centro Democrático (UCD), que lideraba Adolfo Suárez, y el PSOE, y luego con el partido Alianza Popular que abrió camino para la conformación del PP. Aunque en ese período existió también una importante influencia de los partidos nacionalistas, vascos y catalanes", agrega Rodríguez Otero.

Para el profesor de Historia, en España rige una concepción política y una dinámica que favorece la supremacía de los dos partidos más importantes, que en muchos casos tiene que ver con la lógica del "voto útil". Explica: "En España existe un núcleo duro de la sociedad de origen franquista que nunca despareció. Eso generó históricamente que muchos a la hora de votar, en su afán de detener el avance conservador del PP, no optasen por una alternativa pequeña, ya que creían que ese voto se podría terminar diluyendo, y por eso elegían al PSOE, el cual era visto como la única alternativa posible." Eso parecería haber cambiado luego de las últimas elecciones, aunque el tiempo dirá si esta es una situación momentánea y pasajera, o si corrobora el comienzo de un vuelco político en ese país europeo.

Cambio de configuración.

El escenario que quedó configurado en España desde el domingo pasado está caracterizado por el quiebre de la hegemonía del PP, que ya no cuenta con lo que fue el mayor poder institucional obtenido jamás por un partido español en democracia, al perder en la gran mayoría de los gobiernos de las capitales. En cuanto al poder territorial, es cierto que se impuso en nueve de las 13 regiones autonómicas que fueron a las urnas. Sin embargo, no logró revalidar ninguna mayoría absoluta, lo cual deja abierta la posibilidad para gobiernos opositores que surjan gracias a alianzas.

Esta situación preocupa mucho a la cúpula del partido de gobierno que, pese a haber sido la fuerza más votada, con alrededor del 27% de los votos, parece sumergirse en una crisis interna, en un año donde se celebrarán elecciones generales. Esto quedó de manifiesto luego de que el presidente español Mariano Rajoy celebrara ser la primera minoría y ratificara que buscará su reelección en noviembre, lo que tuvo que relativizar luego de que importantes dirigentes del PP, cuyas candidaturas se vieron afectadas por el mal desempeño general del partido de gobierno, reclamaran "cambios" y "renovación". Algunos incluso anunciaron que se alejarán de ese espacio de derecha.

Es el caso del presidente del PP en la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, quien informó que no se presentará a la reelección para su cargo luego de los resultados del domingo, que le pusieron un freno a 20 años de gobiernos populares en esa región. Lo mismo hará la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y el líder en las Islas Baleares, José Ramón Bauzá.

Además, el gobierno español cosechó también críticas del presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien tras instar al presidente a preguntarse por su idoneidad como candidato, responsabilizó al ministro de Energía y Turismo, José Manuel Soria, por la derrota.

Nuevo escenario.

Para graficar en qué situación quedó el PP en varias regiones sirve analizar lo que pasó en la Alcaldía de Madrid donde, si bien la candidata del PP y presidenta de ese espacio en la capital española, Esperanza Aguirre, fue –por estrecho margen– la candidata más votada, no se descarta que la nueva alcaldesa sea Manuela Carmena, la aspirante de Ahora Madrid, coalición de centroizquierda apoyada por Podemos, en el caso de que la ex jueza de 71 años acepte pactar con el candidato socialista, Antonio Miguel Carmona, quien quedó tercero.

Esta posibilidad ya fue rechazada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias. "Podemos no entrará a formar parte de ningún gobierno presidido por un candidato del Partido Socialista", aseguró el profesor universitario, pero en política nada se puede predecir.

En la capital catalana, la candidata de Barcelona en Común, también apoyada por Podemos, Ada Colau, realizó una gran elección al resultar la dirigente más votada y quedar a las puertas de gobernar en esa ciudad, luego de desbancar al alcalde Xavier Trias, de la nacionalista Convergencia i Unió (CiU). Este resultado fue un duro golpe para el soberanismo catalán, sobre todo en vistas de las elecciones autonómico-plebiscitarias de septiembre pasado. Pero al mismo tiempo es un desafío para los sectores que apoyaron a Colau, conocida como luchadora social contra los desalojos.

Para el politólogo Juan Federico Von Zeschau, la sangría de votos que tuvieron los dos principales partidos –el PP perdió 2,5 millones de votos en cuatro años y el PSOE 700 mil– se explica por "una cuestión de soberanía política y económica (...) Rajoy llevó adelante el trabajo que había dejado inconcluso el ex presidente socialista José Manuel Rodríguez Zapatero, que tuvo que ver con ajustes en políticas sociales, suba de impuestos y abaratamiento de los despidos. El resultado fue obvio: se profundizó la recesión y se sostuvo un desempleo altísimo, que actualmente se sitúa en torno al 23,8"”, asegura el magister en Administración y Políticas Públicas en la Universidad de Alcalá de Henares (España).

Esta situación, concluye Von Zeschau, favoreció el crecimiento de nuevos partidos, que "representan una suerte de escudo ante la ola de recortes y ajustes que se impulsan desde organismos supranacionales como el FMI, la Comisión Europea, o el Banco Central Europeo". Pero también preanuncian nuevos tiempos para España.

ESCENARIO

LA SITUACIÓN ECONÓMICA

• La cifra total de desocupados trepó en lo que va del año al 23,0% del total de personas en edad laboral. El 21,7% son hombres y el 24,4% son mujeres.

• Entre los menores de 25 años el total asciende al 50,1%, lo que implica que son tantos los que tienen algún tipo de ocupación como los que no tienen ninguna. El 51,0% son varones y el 49,0%, mujeres.

• Entre los mayores de 25, el promedio es de 21,0%. El desagregado indica que el 19,6% de los hombres de ese sector etáreo están sin empleo, mientras que entre las mujeres el número es del 22,6 por ciento.

• Según un informe de la OCDE, uno de cada cuatro jóvenes españoles ni estudia ni trabaja.

• Un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España publicado esta semana señala que el 29% de la población está "en riesgo de pobreza o exclusión social".

• El 45% no puede ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año.

• El 42% no puede afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).

• El 10% sufre retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal (alquiler, hipoteca, luz, agua).

• El 16% tiene serias dificultades para llegar a fin de mes.

• El total de personas inscriptas en el Padrón Continuo en España al 1º de enero de 2015 fue de 46.600.949 habitantes, según el Avance de la Estadística del Padrón Continuo. Esto es, 170.392 personas menos que el 1º de enero de 2014.


• En 2014, el número neto de españoles inscritos se incrementó un 0,3%, 134.231 personas, mientras que la cifra de extranjeros descendió un 6,1%, o sea, 304.623 personas.  

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