Una app llamada a revolucionar la era de la
información
Forbes -mayo de 2015
Tener una app que haga del
estudio de datos (tanto macro como micro) algo comprensible, ágil y fácil es un
elemento invaluable para líderes políticos, empresariales y académicos.
En el 2020, la población mundial,
resultado de la interacción humana con lo digital y el llamado “internet de las
cosas”, generará 50 veces más información que la producida en el 2011. En el
mundo de los negocios, esto traduce en que cada 18 meses una empresa duplica la
cantidad de datos recopilados o, lo que es lo mismo, de aquí a 5 años manejará
10 veces más de éstos. Ese mar de conocimiento –sobre los patrones de
comportamiento y consumo de las personas– es algo tan inmenso que podríamos
considerar estar convirtiendo a la sociedad moderna en una definida por el
sociólogo español Manuel Castells como una perteneciente a la “era de la
información”.
Desde diversas ópticas, lo
anterior es, también, una oportunidad para organizar un mundo mejor,
entendiendo al análisis de todo tipo de datos como una herramienta para tener
la más adecuada toma de decisiones, en las áreas más variadas: como atacar el
esparcimiento de epidemias, tener una inversión social pública más eficiente,
constituir sistemas de transporte masivo más cómodos y veloces para los
pasajeros… Pero, sin ser esto una sorpresa, el problema con este fenómeno es la
advertencia estipulada en el viejo adagio de que todo en exceso es malo.
La cantidad de información
originada en nuestra actualidad es de una inmensidad tal, que su análisis y
explotación, para la gran mayoría de sectores, es un lujo. “Es por eso –como
nos cuenta Carlos Eduardo Díaz Mendoza, fundador de itPerfoma– que sentimos
estar siendo parte de una revolución en el mundo empresarial y gubernamental de
nuestra época.” itPerfoma nace con la intención de expandir la utilización de
un software, Tableau, capaz de transformar el mundo, afectándolo positivamente,
ya sea de manera directa o indirecta.
Tableau, concebido en Stanford y
con su casa matriz en Seattle, nace como proyecto por la necesidad del
Departamento de Defensa de Estados Unidos de analizar más información de manera
más ágil. Gracias a los esfuerzos de un grupo de tres personas bastante
ecléctico: un brillante científico informático (Chris Stolte), un profesor
ganador del Premio Oscar por sus trabajos de animación con Pixar (Pat Hanrahan)
y un apasionado líder de negocios incansable en el estudio de la información
(Christian Chabot), se logró crear un programa que “ayuda a cualquier persona a
ver y comprender sus datos”.
No se peca de entusiasta cuando
comparamos la irrupción de Tableau en los negocios con la llegada de Google a
internet. Antes del buscador más importante, la red de redes era un universo de
conocimiento desorganizado difícil de navegar. La empresa de Larry y Serguéi
cambió eso por completo, logrando con su invención el poner a disposición de
cualquiera la información allí disponible, pudiendo ser usada por todos, de
acuerdo con sus necesidades específicas, cambiando así la vida de los
ciudadanos de las más diversas latitudes.
Nos cuenta Carlos cómo “todas las
organizaciones, resultado de su interacción con sus clientes, producen datos
sobre su negocio. La totalidad de ellas los almacena, pero muy pocas logran
usarlos para la toma de decisiones, puesto que a la hora de realizar business
intelligence se necesita realizar inversiones considerables para capacitar al
personal y para la obtención de la infraestructura. Lo que estamos logrando es
que el análisis de la información para la toma de decisiones en los negocios y
el sector público sea algo masivo, mucho más ágil, considerablemente más
económico e infinitamente más sencillo”.
Tableau coloca al alcance de
cualquier directivo todos los datos de su empresa, presentándoselos de forma
sencilla e intuitiva, con lo que puede hacer análisis a través de amigables
herramientas gráficas, teniendo un proceso más eficiente y eficaz en la toma de
decisiones. “Con los programas tradicionales, un directivo se sentaba frente a
un computador y miraba infinidad de cifras en barras de Excel, por ejemplo.
Tableau toma esa información y se la da de una forma visualmente amigable y
diciente, en imágenes que agrupan los datos según la importancia.
Tableau, en breve, significa
productividad y creatividad. Su importancia está en que tal vez es el generador
de productividad empresarial más importante creado hasta la fecha, con una gran
gama de herramientas ingeniosas, que superan el tradicional análisis de datos
basado en gráficas, tablas, barras de datos e histogramas. “Tableau nos lleva a
un nuevo nivel de creatividad, al combinar el análisis tradicional con formas
de presentar datos más entretenidas e innovadoras, hasta artísticas, que logran
hacer el trabajo divertido y muy simple, con lo que las personas obtendrán
resultados antes impensables”, según Carlos.
Y ésa no es la única mejora: “el
business intelligence requería una implementación de soluciones que podría
durar incluso más de un año, y después el poder hacer análisis de esos datos
podía llegar a demorarse meses, dependiendo del ciclo de adopción del personal.
Ahora, nuestra puesta en operación dura semanas y la posibilidad de usar y
consumir esa información recogida está disponible de manera inmediata”.
La importancia de este nuevo
invento es que nos permite insertarnos realmente en la “era de la información”,
puesto que producir infinidades de datos no sirve de nada, si los mismos no
pueden usarse como herramientas de estudio para tomar decisiones a nivel
masivo. Como bien dice Carlos, “imagínese que el CEO de una multinacional tenga
a la mano, de forma totalmente comprensible para él, toda la información
relevante sobre el comportamiento de cada uno de sus establecimientos. Puede él
decidir cerrar los de menor rendimiento y expandir aquellos con mejores
resultados. Puede organizar promociones de acuerdo con los gustos de la mayoría
de los clientes de cada local. Puede mover su inventario de manera que si un
producto gusta más en una ciudad, se haga llegar más de él allí. Todo eso antes
tomaba meses de análisis, con la intermediación del equipo de IT. Ahora, todas
esas decisiones se demoran lo de un desayuno de trabajo entre el CEO y su
equipo, traducido en millones de dólares a favor para la empresa”.
Le propongo también al lector
proyectar la utilidad de esto en un gobierno que quiera hacer grandes
inversiones públicas: sabrán qué tipo de vía construir y en qué lugar, según
los patrones de tráfico; sabrán qué tipo de hospital necesita cada región;
también, en qué lugares se debe invertir más en qué tipo de educación primaria,
secundaria o de mayor nivel. Ahora no se necesitarán meses para hacer los
estudios de esos proyectos, sino que la información necesaria la obtendrán en
días. Es claro que una inversión pública más eficaz y eficiente logra una mejor
calidad de vida. Siguiendo con la idea anterior, Carlos trae a la conversación
el caso de una empresa del sector salud, que “está reorientando toda su
estrategia corporativa para que a partir del uso intensivo de la tecnología y
la generación oportuna de información, tengan mejor tiempo de respuesta, se
enfoquen más en la salud que en la enfermedad y puedan salvar más vidas”.
No es, sin duda alguna, algo
menor. En la teoría económica, la Ley de Say postulaba la sobreproducción como
algo imposible de presentarse. Por supuesto, para 1929 lo anterior se demostró
falso, puesto que la crisis transformada en la Gran Depresión arrancó como un
problema de exceso de inventario en el año 1924. En un debate entre Joseph
Stiglitz, Naomi Klein y Hernando de Soto sobre la crisis financiera del 2008,
explicaban cómo el principal causante de la debacle fue el desorden descomunal
de los bancos con las hipotecas subprime, puesto que no había información para
saber el alcance y monto de la totalidad de ellas.
¿Estamos frente a un invento que
hará que esto no vuelva a suceder? Tal vez es prematuro, pero el horizonte es
prometedor. Tener una herramienta que haga del estudio de datos, tanto macro
como micro, algo comprensible, ágil y fácil, es un elemento invaluable para
líderes políticos, empresariales y académicos, que llevará a que se tomen las
mejores decisiones en cada campo. Las tesis acá presentadas pueden parecer
exageradas, pero la historia ha demostrado que un invento tecnológico puede
cambiar por completo la sociedad. En una época donde todo lo que hagamos deja
una huella llena de datos, el que ese océano de información pueda ser comprendido
de manera sencilla por las personas que toman decisiones de afectación general,
no es cosa menor.
“Es por eso que –como relata
Carlos– a nivel mundial empresas como PepsiCo., Walmart, Exxon, Wells Fargo,
DirecTV, Copa Airlines, eBay, Facebook y el Departamento de Defensa de Estados
Unidos, entre otros, han hecho público su inmenso aprecio por este desarrollo
tecnológico, el que aplican a cabalidad en sus organizaciones, mejorando sus
resultados financieros de manera inmediata y llevando a que Tableau se convierta
en el software mejor posicionado en el último reporte de Gartner sobre
Inteligencia de Negocios y Plataformas Analíticas. En Colombia, grandes
empresas de todos los sectores ya usan esta herramienta, con lo que para este
año itPerfoma se consolidará como líder en el mercado nacional e iniciará la
etapa exploratoria para expandir su operación a otros países de Centro y
Sudamérica.”
La invitación, entonces, es a ser
parte de la “revolución de la era de la información”.
Andrés Arell-Báez es escritor,
productor y director de cine.
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