Así será el sexo en 2050, según los expertos. Y
habrá muchas sorpresas
El Confidencial - lunes, 4 de
mayo de 2015
En el libro de 1984 The Second
Self: Computers and the Human Spirit, la socióloga y profesora de la
Universidad de Harvard Sherry Turkle reproducía una entrevista con un tal
Anthony que reconocía que, después de haber probado suerte con distintas
mujeres, prefería la compañía de su ordenador. 30 años antes, la fantasía
presentada por Spike Jonze en Her ya comenzaba a tomar forma en la mente de
muchas personas. Y ese es tan sólo el principio, como explican diversos
expertos cuyas opiniones han sido reproducidas en los medios americanos durante
las últimas semanas.
Frente a la visión apocalíptica
que algunos mantienen, como es el caso del profesor de Cambridge David
Spiegelhater, que opinaba que la despreocupación de los jóvenes por el sexo
provocaría que, a este paso, el sexo podría desaparecer en 2040, todos los
expertos coinciden en su optimismo sobre el futuro. En parte, porque el abanico
de oportunidades que se abre ante nosotros es vastísimo e irá acompañado de un
sexo mucho más seguro; en parte, porque muchos de ellos tienen importantes
intereses económicos en que se invierta en sus proyectos, y para ello ya se
sabe que no hay nada como presentarlos como la panacea. ¿Cómo haremos el amor
en 2050, según estos visionarios?
La desmitificación del sexo
Quizá sería muy inocente
considerar esto como el futuro y no el presente, pero es un punto de partida de
radical importancia, como señala la terapeuta y sexóloga Laura Berman en un
artículo publicado en The Wall Street Journal. Internet ha conseguido todo
aquello que la revolución sexual de los años sesenta no logró, y eso es
desmitificar el sexo y conseguir que seamos mucho menos celosos de nuestra
intimidad. Hace diez años, buscar pareja por internet parecía ser el culmen de
la desesperación sexual; hoy en día, es algo de lo más común.
Orgasmos a distancia
Hace décadas, era el sexo
telefónico; hoy, lo es el sexting o el cybersexo, prácticas en las que dos
personas que se encuentran lejos en el espacio mantienen relaciones sexuales a
partir de la estimulación (psicológica) mutua. Muy pronto, afirman los
expertos, esta situación en ocasiones frustrante puede ir un paso más allá al
ser capaces de excitar a nuestra pareja con un simple clic del ratón.
Aunque suena distópico, ya hay
proyectos que están intentando que esto ocurra. Es el caso de Kissinger –nada
que ver con el político y sí con la palabra “beso” en inglés, “kiss”–, un
invento del profesor la Universidad de la Ciudad de Londres Adrian David Cheok,
que consiste en un dispositivo que imita una boca real y que reproduce los
movimientos que, a distancia, realiza otra persona con su lengua y labios. En
definitiva, lamiendo la pantalla podemos proporcionar sexo oral a la pareja que
se encuentra en la otra punta del planeta. Las relaciones a distantica serán
cada vez más frecuentes, por no decir la norma (¿por qué conformarse con el
vecino si podemos ligar con cualquiera?), hasta el punto que podremos procrear
sin vernos las caras.
La neurobiología permitirá tener
orgasmos sin tocarse
Si prometedora resulta la
posibilidad de hacer el amor sin contacto físico directo –con todo lo que ello
supone en cuanto a prevención de enfermedades de transmisión sexual–, aún más
lo es ser capaces de estimular el cerebro para obtener orgasmos muy potentes
sin que haga falta ninguna estimulación física. Para Berman, los
descubrimientos neurobiológicos nos ayudarán a entender mejor cómo funciona el
cerebro durante el orgasmo, algo que no sólo echará a una mano a los más vagos
sino que también servirá para mejorar la vida sexual de las personas con
discapacidades físicas.
Ser heterosexual o gay es algo
del pasado
Para la sexóloga, definir nuestra
orientación sexual con una palabra pronto será algo del pasado. ¿Gay,
heterosexual, bisexual?... Pronto todos seremos un poco de todo, como muestra
que la mayor parte de jóvenes se definan como “en principio, heterosexuales”,
una definición que deja la puerta abierta a probar nuevas experiencias… En las
que la transexualidad tendrá un peso aún mayor.
La lucha contra la disfunción
sexual femenina
El Viagra supuso un gran
espaldarazo a la mejora de la salud sexual masculina pero, como recuerda
Berman, vivimos en una sociedad centrada en los hombres y que pasa
absolutamente por alto las necesidades femeninas, a pesar de que estas
repercuten en ambos sexos: la FDA ha aprobado 20 medicamentos para hombres y
ninguno para mujer. Pero eso cambiará pronto, lo que pondrá fin a las
disfunciones sexuales femeninas, ese gran y silencioso enemigo de la
satisfacción en la vida en pareja.
Una nueva educación sexual
A muchos no les gustará, pero
algunos proyectos como Porn Star Sex Life, fundado por el emprendedor
neoyorquino Josh Rosenberg, tienen el objetivo de proporcionar una educación
sexual alternativa a través de la participación de estrellas porno junto a
expertos sexólogos, con el objetivo de transmitir lecciones más realistas sobre
la prevención de enfermedades y la realidad del coito, como expone un artículo
publicado en Vice.
El nuevo porno será
individualizado
Al igual que ocurre con la
educación presencial del pasado y los MOOC del presente, la pornografía también
está pasando de ser un modelo de uno a muchos (un productor difunde un vídeo a
muchas personas) a ser otro modelo de muchos a muchos (cada persona es un
productor de contenidos pornográficos que cuelga en la red). Ello también
implica que las estrellas porno dejarán de rodar películas y pasarán a
centrarse casi exclusivamente en la relación individual con los usuarios, como
ocurre con el sitio web Dream Lover. Como explica en Vice Sydney Leathers,
célebre por sus conversaciones subidas de tono con el político Anthony Weiner,
“el sexting con estrellas porno será probablemente la nueva tendencia”. Es algo
muy semejante a lo que ya está haciendo Ceara Lynch, la próspera “humiliatrix”
que ha montado un interesante negocio en la red.
Sexo con robots
Dejamos para el último lugar el
más esperado de todos los adelantos tecnológicos relacionados con el sexo: la
posibilidad de hacer el amor, abrazar, enamorarnos y casarnos con un ser de
inteligencia artificial. En el artículo de Vice, el fundador y CEO de Revel
Body, una compañía de juguetes sexuales robóticos, nos recuerda que los
androides tienen la capacidad de hacer las cosas mejor que los humanos, y si
alguien no está de acuerdo, no hay más que recordar el gran éxito de la Roomba,
mucho más eficiente a la hora de limpiar los suelos que la escoba y el
recogedor.
Adiós a los condones
Un nuevo método preventivo
conocido como Truvada ha cambiado de arriba abajo las relaciones homosexuales.
Este fármaco, que ya se consume en Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, puede
prevenir el riesgo de infección del SIDA hasta en un 92% y, aunque ha recibido
críticas (los primeros meses puede dar dolores de cabeza y náuseas, así como
afectar al riñón), también puede permitir que terminemos por considerar los
preservativos como un reducto del pasado.
El lado oscuro del sexo del
futuro
No todo son ventajas, claro está.
Berman recuerda que el mayor riesgo al que nos enfrentamos es que las
adicciones sexuales aumenten, como suele ocurrir cada vez que la accesibilidad
a un producto de consumo potencialmente compulsivo aumenta, así como la pérdida
de la conexión emocional con nuestras parejas, que se multiplicarán en número.
Además, es muy poco probable que podamos sustraernos a ello. Como explica Cheok
en un artículo publicado en Newsweek, de igual forma que utilizar el móvil para
comunicarse se ha convertido en la nueva social, es posible que nos veamos
obligados a adoptar muchos de estos adelantos si no queremos quedarnos atrás.
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