Dime en qué trabajas y te diré qué debes comer
para no engordar
elmundo.es - octubre de 2015
¿Viajas mucho? ¿Tu trabajo
implica esfuerzo físico? ¿Pasas el día en la oficina? Es importante tener en
cuenta estas preguntas, puesto que cada ritmo de vida requiere una dieta
específica que mime el cuerpo como se merece. Con la llegada del otoño, la
vuelta a la rutina es inexcusable y ese vaivén de horarios y obligaciones
termina por hacer mella en la salud. Por eso, es aconsejable conocer qué dieta
es más adecuada en función del tipo de trabajo que se realice.
La directora de NC Salud, Marta
Gámez, explica que "apostar por ciertos nutrientes puede ayudarnos a
regular nuestro organismo y prepararlo para una temporada laboral intensa. Así,
el tipo de actividad diaria que llevemos a cabo en el entorno de trabajo debe
definir el tipo de alimentos que debemos ingerir, así como la cantidad y los
horarios más adecuados para estas prácticas nutricionales".
Trabajador estático
Las largas horas en la oficina
implican esfuerzo mental, pero no físico, por lo que el organismo necesita
alimentos de bajo aporte calórico pero que a su vez garanticen una nutrición
adecuada. Es importante tener una sensación de saciedad para evitar ingerir las
llamadas "calorías vacías" que están presentes en la bollería
industrial, el café o las bebidas azucaradas.
Los trabajadores que no realizan
esfuerzo físico deben limitar la ingesta de hidratos de carbono, por lo que las
mejores comidas son el arroz integral, los panes integrales o de semillas... Y
además se debe procurar comer poco a media tarde y cenar ligero.
Trabajador activo
Los trabajos que implican
actividad física requieren gran aporte calórico para cubrir las demandas de
energía del organismo. Este tipo de empleos permite consumir una mayor cantidad
de hidratos de carbono de asimilación media-alta, como pueden ser las patatas o
la pasta.
Aquellos que además trabajen al
aire libre deberán tener en cuenta la incidencia del sol. Para combatir sus
efectos es recomendable consumir suficiente cantidad de líquidos, como agua,
infusiones o caldos y, además, para favorecer el buen estado de la piel,
ingerir carotenoides y vitamina A. Siguiendo este consejo, no pueden faltar en
la despensa la calabaza, la zanahoria, la naranja, el boniato, los berros y las
espinacas.
Trabajador viajero
Muchos trabajos implican viajar.
La vida de un aeropuerto a otro también requiere una dieta especial, puesto que
los continuos traslados ocasionan trastornos en el organismo que a menudo
desembocan en estreñimiento.
Por eso este tipo de trabajador
debe optar siempre por las opciones integrales, y allá donde vaya buscar
lugares donde vendan fruta para consumirla como tentempié, a ser posible con la
piel para aprovechar la fibra.
Los alimentos '10' para estas
personas son la papaya, la alcachofa, el espárrago y el calabacín, ya que
regulan el tránsito intestinal y ayudan a alcanzar el confort digestivo. Otro
consejo importante es tener a mano siempre una botellita de agua, ya que el
ajetreo hace que uno se olvide de ingerir líquidos. De esta forma, se evita el
estreñimiento y se favorece el bienestar físico.
Otra herramienta básica del
viajero habitual es un complemento natural bloqueador del las calorías. En los
restaurantes no siempre existen opciones saludables y es fácil llevar una dieta
nociva para el organismo. Este bloqueador ayuda a no absorber el exceso de
calorías de la comida, por lo que se considera parte del kit básico de
supervivencia del viajero.
Trabajador por turnos
Cambios constantes en la rutina,
alteración del ciclo de sueño, vigilia, largas jornadas de trabajo... Son
conceptos familiares para todo aquel que trabaja por turnos. Es vital que
adapte las comidas a las horas de trabajo y tome tentempiés que le ayuden a
continuar su jornada con energía.
Antes de ir al trabajo es
fundamental hacer una buena comida. Con ella se conseguirá el aporte energético
para desempeñar la labor, aunque no debe ser excesiva puesto que una digestión
pesada afecta al humor, el rendimiento y la concentración.
En cuanto a los tentempiés, es
muy recomendable escogerlos de antemano. Planificando cuáles serán los 'snacks'
se evita consumir bollería industrial y otros alimentos poco saludables. Por
tanto, en el 'tupper' deben llevar siempre fruta, yogures, nueces o un sandwich
vegetal integral.
Una vez terminada la jornada,
descansar bien es clave. Para favorecer el sueño, es positivo recurrir a
alimentos con alto contenido en triptófano, como las legumbres, los frutos
secos, los plátanos, la avena, la leche y las almendras, que ayudarán a
disminuir los niveles de nerviosismo y controlar el ciclo de sueño.
Trabajador y estudiante
Compaginar el trabajo y el
estudio no es tarea fácil. Llevar esta 'doble vida' supone un largo horario de
esfuerzo físico y mental. Esta actividad tan fuerte puede acarrear altos
niveles de estrés, afectar al sistema inmunológico, provocar cansancio y dañar
el rendimiento.
En estos casos lo mejor es
favorecer el descanso y el sueño para así restaurar el organismo. Una buena
manera para conseguirlo es consumir vitaminas del grupo B, que se encuentran en
legumbres, frutos secos o lácteos. Asimismo, NC Salud recomienda especialmente
a estos trabajadores consumir alimentos que aporten omega3 como los pescados
azules para facilitar el buen funcionamiento del sistema nervioso.
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