Los secretos detrás de @Pontifex, la cuenta de
Twitter del papa Francisco
Infobae - domingo, 4 de octubre
de 2015
Gustavo Entrala es un consultor
español responsable de la existencia de la cuenta de Twitter papal. Conserva
como reliquia el celular desde el cual salió el primer tuit "santo".
De visita en Argentina, dialogó con Infobae
Fue a instancias de este
publicitario, dueño de la agencia de comunicación 101, que el papa Benedicto
XVI dio un importante paso en la presencia y evangelización a través de las
redes sociales. Toda una revolución para una institución dos veces milenaria y
en la que la elección de un nuevo Papa se comunica con señales de humo.
Entrala es licenciado en
Periodismo por la Universidad de Navarra y en 2001 fundó, junto a Carlos
García-Hoz. La agencia de publicidad 101, especializada en estrategia digital.
Llegó a reunirse con Benedicto XVI luego de enviarle una respuesta a una carta
que Josef Ratzinger dirigió a los jóvenes. Fruto de ese encuentro son las
cuentas de Twitter del sumo pontífice en varios idiomas, el portal News.va y la
aplicación The Pope App, entre otras innovaciones.
Entrala vino a la Argentina para
participar de un Seminario Internacional de Comunicación de la Iglesia,
organizado por el Arzobispado de San Juan de Cuyo. Su charla con Infobae, antes
de regresar a Madrid:
—Nosotros no tenemos una
responsabilidad en el día a día de la cuenta, nuestra responsabilidad es el
seguimiento, la evaluación de los resultados que se obtienen, del impacto de
cada mensaje y cada línea estratégica de comunicación y luego asesorar al
Vaticano para introducir mejoras, para modificar un poco el estilo cuando
conviene hacerlo, pero nuestro trabajo es más estratégico y de asesoría que
estar en el día a día, para eso el Santo Padre tiene un equipo pequeñito de personas
que le ayudan
"Cada tuit del Papa está
firmado, queda un registro escrito, porque es un acto de un jefe de
Estado"
—Cada mensaje que el Papa escribe
en Twitter está firmado por él: se emite una copia escrita del mensaje una vez
que el Papa lo ha aprobado y él firma, porque es un acto pontificio que queda
registrado dentro del Vaticano como el acto de un jefe de Estado. El Papa
determina las grandes líneas de los mensajes y tiene un equipo de colaboradores
que por una parte extrae lo que considera que puede ser interesante de las
alocuciones del Santo Padre y por otra redacta borradores. Pero sé que en cada
mensaje el Papa está bastante encima de lo que se está diciendo.
—Es que hay que tener en cuenta
que un mensaje del Papa en Twitter queda para siempre, llega a todo el mundo,
puede interpretarse de formas muy distintas en función de la zona idiomática,
con lo cual contiene un nivel de responsabilidad elevado que requiere de unos
ciertos procedimientos.
—El total de usuarios es 23,4
millones en 9 idiomas; eso le otorga al Santo Padre una posición entre los
primeros 50 usuarios de Twitter, pero ocurre que el Santo Padre tuitea en
varios idiomas mientras que Katy Perry, que es la líder total, sólo tuitea en
inglés.
"En los 4 días que estuvo en
EEUU, su cuenta en inglés creció en más de medio millón de seguidores"
—¿Cuál es la cuenta principal?
— La más leída es la cuenta en
español, seguida muy de cerca por la cuenta en inglés, están a un millón de usuarios
de diferencia. La de español está en 9,8 millones. Durante la estancia del
Santo Padre en Estados Unidos la cuenta en inglés creció en más de medio millón
de usuarios. En sólo 4 días.
—Tengo entendido que, más allá
del número de seguidores, los tuits del Papa son los más retuiteados. ¿Es así?
—Hay un estudio que elabora una
consultora a nivel mundial, Tuitplomacy, que mide el impacto que tienen los
líderes de opinión del mundo en Twitter y el Papa lleva dos años encabezando
esa clasificación mundial. Es interesante notar que eso sucede con casi todos
los líderes religiosos; no son los que más usuarios tienen en Twitter pero sí
son personas –no sólo el Santo Padre, también el Dalai Lama y muchos líderes
evangélicos de Estados Unidos— que tienen un nivel de retuiteo impresionante,
porque los seguidores son a su vez promotores del mensaje: la gente que lee al
Papa se siente invitada a compartirlo con sus amigos.
—O sea que en los seguidores de
este tipo de cuentas hay una adhesión, no sólo curiosidad.
—Al Papa le sigue Tim Cook, el
CEO de Apple, algo que descubrimos no hace mucho, o sea que tiene usuarios que
le siguen por interés en saber lo que está diciendo y muchos que están
movilizados desde el punto de la adhesión a la fe y la adhesión al Santo Padre.
—¿Qué reflexión le despierta que
una persona que no usa celular ni Internet, tenga tamaña influencia?
—Diría que es importante el
objetivo que tiene el Santo Padre al estar en las redes, que no es mostrar
destreza tecnológica. La primera vez que el papa Benedicto XVI, que fue el
iniciador de la cuenta, tuiteó, yo tuve la inmensa suerte de estar presente, y
en un momento él preguntó: ¿Por qué el Santo Padre tiene que estar en Twitter?,
como pregunta filosófica, de fondo, de esas que solía hacer Benedicto. Y yo le
dije: "Santo Padre, por la gente joven". Y el Papa soltó una mirada
de entusiasmo y en ese momento le dio al botón para enviar el primer mensaje.
Al Papa más que tener una reputación tecnológica le interesa llegar a los
jóvenes.
—¿Es verdad que el primer tuit
papal salió de un celular que le pertenece a usted?
— El primer mensaje lo hizo
Benedicto XVI en un Ipad, pero los otros 7 mensajes, en los diferentes idiomas,
se hicieron desde mi teléfono celular.
—¿Lo ha conservado?
—Ese teléfono me lo robaron en
Madrid y milagrosamente apareció hace unos meses. Me lo trajo a mi oficina un
taxista cuyo hijo lo había encontrado en el asiento trasero del auto. O sea que
el ladrón se montó en un momento dado en un taxi, se le cayó el teléfono y el
hijo del taxista lo encontró. Es una buena historia.
—Evidentemente estaba bendito el
teléfono, hay que guardarlo.
—Si, sí.
—Se dice que Jorge Bergoglio, que
decidió seguir con @Pontifex, tiene un estilo de hablar que es muy
"tuitero", ¿cree que es así?
—Sí, hace unos días ha aparecido
un libro editado por Harper Collins, de un redactor del Boston Globe, que se
llama The twuiteable Pope, es decir, El Papa tuiteable. El autor habla sobre el
contenido de los mensajes del Papa en Twitter y cómo el estilo de comunicación
del Papa se ha dio transformando y cada vez es más de frase corta, directa,
breve y muy punzante. Diría que tanto Bergoglio como Benedicto tienen
condiciones estilísticas interesantes, ambos son personas muy inteligente, uno
va más al corazón, el otro iba más a la cabeza, pero los dos tienen la
habilidad de saber resumir contenidos muy profundos en frases muy breves.
—De hecho, ya han circulado
listas de bergogliadas, como cuando dijo que "la iglesia no debe ser una
aduana de la fe" o el "hagan lío", que casi ha quedado como una
marca de su pontificado.
—Estoy de acuerdo, creo que el
Papa es un genio desde el punto de vista de la comunicación y va a haber una
colección de frases bergoglianas que van a quedar para siempre en la historia
de la Iglesia.
"Obama dijo que este es el
primer Papa que ha tuiteado una Encíclica"
—¿Cuántos tuits por día hace esta
cuenta "santa"?
—Depende del momento, no hay una
rutina ni una pauta fija. Hay semanas en que escribe una vez al día, semanas en
que no escribe, durante el viaje a Estados Unidos no ha emitido y eso es porque
la Santa Sede no quiere dar la idea falsa de que el Papa está pendiente de
Twitter y que en cualquier momento va a pedir a su equipo que tuitee, porque no
es verdad. Sin embargo hay momentos, como cuando salió la encíclica Laudato
Sii. Su equipo tuvo la buena idea de sintetizar varios aspectos en forma de
tuits. Entonces, cuando el Papa se reunió con Obama, una de las cosas que dijo
fue que éste ha sido el primer Papa que ha tuiteado una Encíclica.
—Casi siempre son mensaje bíblico
y no tanto reflexiones personales, salvo cuando volvió de la gira del Brasil,
que tuiteó algo así como "estoy más feliz que cansado, pero en general es
raro este tipo de tuits más personales, ¿verdad?
—Diría que sí, que efectivamente
es raro. Pero sí diría también que el Papa es muy claro en sus mensajes y que
es muy fácil reconocer al papa Bergoglio en sus mensajes porque es una persona
que va al corazón tanto como a la cabeza. Ese libro de Harper Collins estudia
también qué proporción de mensaje se dedica a cada tema. Más o menos el 40% se
refiere a Dios y a temas bíblicos, un 30% a cuestiones sociales, pobreza,
Lampedusa, refugiados, y el otro 30% es muy variable en contenidos. Y yo creo
que el programa papal de gobierno de la Iglesia está reflejado en la proporción
de cada tema en Twitter. Esos mensajes son muy coherentes con su programa de
gobierno para la Iglesia.
—¿Cree que Twitter es la red
social que más se adapta al estilo de la institución o de Bergoglio? ¿Le
recomendaría el uso de otra red social?
—Bueno, El Vaticano ya entró
también de nuestra mano por primera vez en Facebook, a través del portal
News.va y hay varias instituciones vaticanas que tiene presencia en Facebook.
Se decidió en su momento, pero eso puede cambiar, que Twitter es la plataforma
adecuada, porque es abierta, es decir, los mensajes los puede leer cualquiera,
incluso sin cuenta en Twitter puedes seguir los mensajes. Pero también porque
el compromiso de interacción es menor en esa red que en Facebook. Si el Papa
tuviera una página de Facebook, la Santa Sede se vería obligada a equiparse con
un grupo de personas que por lo menos hiciera un like a cada mensaje; la gente
esperaría cercanía y calor de una página de Facebook del Papa. Por eso de
momento no se ha hecho. Pero se analizan todas las redes sociales que van
surgiendo y El Vaticano está abierto a seguir abriendo nuevos canales y
nosotros procuramos animarle a hacerlo.
—¿Qué le gustaría cambiar o
mejorar en la cuenta @Pontifex?
— Creo que el Papa lo hace bien y
su equipo francamente bien y algunos consejos que les he dado en el pasado han
sido erróneos; y ellos tuvieron razón. Yo por ejemplo aconsejé que sólo hubiera
dos cuentas, en español y en inglés, pero El Vaticano decidió hacer las 9
cuentas. Yo diría que lo están haciendo bastante bien y que nuestro trabajo es
puramente analizar resultados y aconsejar algunas pautas. Sí pensamos que la
cuenta puede ser cada vez más visual o sea que en Twitter cada vez se ven más
imágenes apoyando los textos y eso refuerza la capacidad de recuerdo del
usuario y también hemos sugerido innovaciones que tal vez con el paso del
tiempo las veamos recogidas. Se ha experimentado con una cuenta de Instagram
del Papa y se han ido subiendo imágenes pero en Twitter por ahora sólo publica
textos.
—¿El mismo tuit se replica
automáticamente en las 9 cuentas?
—El mismo, y eso requiere un
trabajo muy complejo, porque cuando se traduce a un idioma hay que tener en
cuenta los modismos, y algo que se entiende en España de un modo, no se
entiende del mismo modo en otro lado; entonces cada mensaje que se traduce tiene
que tener un doble check de otras personas que dominen bien el idioma y que
pueda ver cómo se interpreta en cada zona del mundo, por eso tiende a un
lenguaje más neutro. Lo otro es que el Papa dispone de una cuenta en árabe
porque Benedicto XVI quiso estar muy cerca de las comunidades cristianas en las
zonas donde están siendo perseguidas. Ese fue un detalle de "padre"
muy interesante, que quizás no se conoce. Y luego tiene otra cuenta un poquito
más peculiar que es una cuenta en latín con la friolera de 500 mil seguidores
que leen al Papa en latín; una lengua completamente muerta, lo que muestra que
hay mucha gente con tiempo en internet.
—Amantes de la tradición...
—Sí, profesores de latín.
—Los curas, las monjas... ¿Ha
conocido personalmente a Bergoglio?
—Sí, he tenido un encuentro con
él, muy cercano, como él es, de un contenido más bien profesional y de
compartir datos con él sobre cómo estaban las cuentas de Twitter y me dio la
impresión de que conocía muy bien el fondo de por qué se estaba haciendo la
cuenta y que tenía bastante información sobre cuánta gente estaba en cada red y
miembros de su equipo de Buenos Aires me han dicho que tiene una memoria
prodigiosa y que no necesita apuntar ningún dato para recordarlo y eso encaja
con lo que viví. Mi relación más cotidiana con El Vaticano se produce a través
de un equipo que trabaja en parte con el Papa y en parte con otras
instituciones y eso me permite ir escuchando qué piensa el Papa de por dónde
quiere ir llevando la comunicación y eso es un privilegio.
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