Hezbollah en América Latina: el narcotráfico,
su principal fuente de financiamiento
Infobae - lunes, 11 de mayo de 2015
Las actividades delictivas del grupo
terrorista Hezbollah en la región continúan su ascenso sin que ninguna alarma
se encienda en los Gobiernos de América Latina. Incluso en muchos casos, las
autoridades de algunas administraciones regionales son cómplices de sus
movimientos. Tráfico de drogas, de armas, de influencias, lavado de dinero y
otras maniobras ilícitas son las elegidas por las células que la agrupación
libanesa mantiene a lo largo de esta parte del mundo.
Desde 2006 a la fecha, fue sobre todo el
narcotráfico la vía que más dinero aportó al financiamiento de Hezbollah. Bajo
diferentes fachadas, jefes regionales del grupo terrorista se instalaron en
diferentes ciudades latinoamericanas para tapar sus verdaderos propósitos.
Mezquitas, centros culturales islámicos, comercios y otras organizaciones sin
apariencia política reúnen a cientos de fieles, quienes en muchos casos son
"utilizados" por la agrupación extremista.
Es la Triple Frontera (conformada por Paraguay,
Brasil y la Argentina) la "capital" de Hezbollah en la región. Es
allí donde más actividad ilegal puede observarse. Según fuentes de la
inteligencia francesa, alrededor de 10 millones de dólares parten anualmente
hacia Beirut para financiar al grupo comandado por el temible Hassan
Nasrhallah.
Uno de los delegados clave en esta zona fue
identificado como Hassan Barakat, pieza fundamental en el rompecabezas
extremista. Su comandante militar es Sobhi Mahmoud Fayad, un ex profesional
operativo de Hezbollah, quien actúa de enlace en esa parte de América Latina
entre Irán y el grupo terrorista. Era también el encargado de las
triangulaciones de dinero con el Líbano, mediante la fachada de entidades de
beneficencia.
Entre los lugares que sirven como fuentes de
financiación figuraría la Galería Page, un centro comercial en Ciudad del Este
donde se recaudan fondos para Hezbollah. Este paseo de compras -caótico por la
muchedumbre que se agolpa ante sus "ofertas inigualables" de
falsificaciones- está bajo el control de la milicia chiíta. Incluso forma parte
de la red Barakat, conformada por Hassan, Hatim y Hamzi. Muhammad Yusif
Abdallah, gerente del rudimentario pero visitado mall, abonaría una
contribución regular a la agrupación terrorista.
Pero fue gracias a la "generosidad"
de Hugo Chávez que los extremistas islámicos pudieron expandirse cómodamente
por la región. El ex militar caribeño fue quien abrió las puertas de América
Latina a Irán y su filial Hezbollah con mayores garantías de impunidad que las
que contaban en el pasado: el pacto continúa y crece con Nicolás Maduro.
Con la complicidad de Caracas, la ramificación
fue más fácil: Colombia, Chile y México, donde la inmigración libanesa era
importante, fueron países ideales para el financiamiento del grupo terrorista.
El nombre clave de esta historia es el de Tarek El Ayssami. Isla Margarita, un
paraíso romántico para muchos, es además un paraíso fiscal para tantos otros.
El lugar ideal para enamorarse de las triangulaciones de dinero, fundamental
para el lavado de capitales que necesita la milicia chiíta. También allí
actuaría una base dedicada a la falsificación de dólares.
Las delegaciones iraníes a lo largo de toda la
región son esenciales en el crecimiento de los terroristas. Estas misiones
diplomáticas ante las naciones de la región son muchas veces las principales
portavoces de las necesidades del grupo.
Una parte del tráfico de cocaína en la región
ha sido puesto a disposición de la milicia libanesa. En octubre de 2008, al
menos 36 personas fueron detenidas acusadas de narcotráfico sólo en Colombia.
El constante viaje de los estupefacientes se hacen vía África, la ruta más
segura para que la mercadería llegue a destino y con ella sus jugosos millones
de dólares. Chekry Harb, sindicado como miembro de Hezbollah, habría sido el
responsable del lavado de dinero proveniente de esta actividad. Era el
encargado de realizar la triangulación desde Panamá, vía Hong Kong: Beirut era
su destino final.
En México Hezbollah está en contacto permanente
con los más sangrientos cárteles de droga. Sus relaciones crecen a diario.
Desde allí introducen mercadería ilegal a los Estados Unidos: la sociedad
crece, y el dinero fluye para ambos socios. Pero no sólo es dinero y drogas. El
grupo terrorista chiíta se sirve de este enlace para intentar introducir
extremistas en territorio norteamericano. La milicia de Medio Oriente también
paga de otra forma: las armas que consigue gracias al padrinazgo de Irán, quien
no está fuera de esta red.
En Chile, la zona de Iquique fue la elegida por
Hezbollah para lograr enviar su dinero sucio a los extremistas islámicos. Es
también una zona de libre comercio en el norte del país. Las compañías que
sirven para esas triangulaciones son: Kalmiar Ltd., Bahamas Ltd., Las Vegas
Nevada Ltd., San Francisco Ltd., Saleh Trading Ltd., Frankfurter Ltd., Guanary
Ltd., Teen Child Ltd. y Lucky Crown Ltd.
Todas las actividades de Hezbollah se basan en
una ventaja comparativa con otros grupos terroristas. Al ser de origen libanés,
el grupo capta y alude a los inmigrantes que viven fronteras afuera del Líbano.
Los descendientes de esta nación -que se calculan en 12 millones de habitantes
alrededor del mundo- mantienen un gran arraigo con su tierra natal y muchas
veces son engañados y terminan contribuyendo con la milicia chiíta, aún sin
saberlo.
Fuentes de la inteligencia francesa calculan
que el dinero que fluye desde América Latina para Hezbollah es de entre 60 y
100 millones de dólares cada año. El deseo de diversificar sus actividades es
mayor a medida que crecen las arcas de la milicia islámica gracias a esta
región empobrecida. Desde la propia agrupación calculan que en los próximos
tiempos ese dinero podría duplicarse.
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