Reporte backwardation: “dueños” por onza de oro
siguen en aumento
FORBES -
lunes, 5 de octubre de 2015
El número
de “dueños” por onza sigue subiendo. El nuevo máximo histórico al cierre del
jueves –último dato disponible al concluir este artículo– es de 259.2.
Hace tres semanas le informé que el número de
“dueños” por onza de oro físico en el Commodity Exchange (Comex) –división del
New York Mercantile Exchange para el comercio de futuros de metales– había
alcanzado un nuevo récord de más de 228. Lo que eso significa es que por cada
onza de metal precioso físico en sus bóvedas, hay otras 227 onzas que han sido
comprometidas en contratos de futuros. No hay oro para todos.
En esta actualización le informo que ese número
de “dueños” por onza –conocido como “ratio de cobertura”– sigue subiendo. El
nuevo máximo histórico al cierre del jueves –último dato disponible al concluir
este artículo– es de 259.2 y subiendo.
En el gráfico de abajo vemos primero el precio
del oro desde 2003, luego los millones de onzas que representan los contratos
en el Interés Abierto (Open Interest), los inventarios de oro disponible para
entregas (registered gold) y por último los “dueños por onza”
No faltan analistas que afirman que no tiene
importancia dicha ratio de cobertura, pues los registros dan cuenta de que el
porcentaje total de oro en el Comex con respecto al Interés Abierto, no está en
mínimos. Es cierto.
No obstante, lo que mañosamente omiten es que
no nos referimos al total de oro, sino solo a la parte que de él se encuentra
DISPONIBLE para cubrir contratos –esto es, el de la categoría “registered
gold”–, que sí está en un mínimo histórico. La otra categoría (eligible gold)
no cuenta para estos fines. La razón es que se trata de barras que aunque están
en los mismos depósitos del Comex, son propiedad privada de alguien que ha
optado por dejarlas ahí (por ahora), no para cubrir entregas de futuros.
Dadas las actuales condiciones de “estrechez”
en el mercado físico, la probabilidad de que esos dueños decidan vender su oro
a los deprimidos precios de hoy, es muy baja. Antes tendría que subir y mucho.
Así lo confirma la “escasez” de metal precioso
que hay en el mercado, que se mide por medio de la Base y Cobase del oro
–indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía–, que
graficamos abajo (cortesía de Sandeep Jaitly).
Cuando el precio del oro es mayor al contado
que en el contrato de futuros activo (diciembre en este caso), la base (en
azul) se torna negativa y la cobase (en rojo) positiva. Lo normal es que el
precio futuro sea mayor, por lo que la inversión constituye una anomalía: no es
normal que escasee el oro porque es muy abundante en el mercado. El oro siempre
se acumula por su alto valor, y a diferencia de otras materias primas, no se
consume, no se quema y, por tanto, sus existencias siempre van en aumento
El gráfico de arriba a la derecha muestra que a
estas alturas del año, el contrato de oro a diciembre tiene un nivel de
“escasez” superior a cualquiera visto desde 2010. Tiende a aumentar. Ante esa
falta de oferta hay inversores que están dispuestos a pagar el sobreprecio
demandado por los celosos vendedores, con tal de quedarse con el metal.
Pese a todas estas señales, comentaristas a
modo del sistema intentan calmar al público asegurando que el oro “no se está
acabando” ni hay riesgo de impago. Para ello recurren al argumento de que las
demandas de entrega del metal con respecto al Interés Abierto y al Total de
Existencias del Comex están en niveles mínimos de todos los tiempos. ¡Vaya
falso consuelo!
Lo anterior es un reflejo más de que en
Occidente la mayoría de inversores se ha divorciado de la realidad y consideran
un simple contrato de futuros, al “oro de papel”, como si fuera tan bueno como
el metal contante y sonante. Gran error, pues es una forma de deuda más.
Mientras eso es de este lado del mundo, en el
Lejano Oriente el apetito por el oro físico continúa insaciable. En la Bolsa de
Oro de Shanghái (SGE, por sus siglas en inglés) se habían entregado este año al
corte de agosto un total de 1,755 toneladas (t). En el americano Comex; en
cambio, las entregas fueron de sólo 40 t en el mismo periodo (gráfico también
cortesía de Jesse). En la imagen se aprecia cómo cada vez, en efecto, se
entrega menos oro en el Comex (barras azules), pero más en la china SGE (barras
rojas), que sigue ganando importancia global.
Conforme transcurre el tiempo, las señales de
que el oro físico sigue saliendo de circulación hacia manos privadas que la
quieren como protección contra un desastre económico-financiero que ven como
inevitable, se multiplican. Llegado el día, sólo los desinformados que se
creyeron la propaganda de los medios predominantes, se podrán decir
sorprendidos. El resto, en cambio, deberá haberse preparado y estar feliz por
haberlo hecho.
Guillermo Barba-Economista de la Escuela
Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera Global.
Experto en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40
No hay comentarios:
Publicar un comentario