Emprender sin renunciar al puesto de trabajo
Emprendedores - junio de 2015
Spotcap,
la plataforma de créditos online para pymes y autónomos en España, ha
desarrollado una serie de consejos para compaginar ambas tareas. Son los
siguientes:
1. Considera el actual trabajo como fuente de
capital inicial
La falta de dinero es el motivo principal por
el que muchos emprendedores no renuncian a su trabajo, ni se dedican plenamente
a su sueño emprendedor. Pero se puede mirar el lado positivo: el trabajo es la
principal fuente de ingresos, y se puede utilizar también como fuente de
inversión inicial. Ahorra todo lo que puedas, emplea una parte del dinero que
recibes cada mes en pequeñas inversiones para tu idea y guarda otra parte para
futuros imprevistos. Recuerda que, hoy por hoy, tu sueldo actual es tu principal
herramienta para conseguir el capital inicial para tu negocio.
2. Cuida lo más esencial antes de lanzarte
Dado que no puedes dedicarte plenamente a ello,
al menos mientras mantienes tu trabajo, debes dejar todos los cabos bien atados
para cuando llegue el momento de dar el salto. Diseña un plan de negocio muy
completo, ya que de él dependerá en gran parte el éxito de tu empresa. Realiza
presupuestos, estudios de mercado, proyecciones financieras y una estrategia de
ventas. Recuerda planificar a largo o medio plazo, hacerlo a corto sólo puede
precipitarte al fracaso si algo sale mal.
3. Déjate asesorar por los mejores
Tu idea es buena, crees que funcionará y sabes
cómo llevarla a cabo. Sin embargo, lo más inteligente en estos casos es acudir
a mentores, personas que puedan asistirte y asesorarte sobre cómo tomar las
mejores decisiones, e incluso ayudarte cuando las cosas no vayan en la buena
dirección. Hazte, además, con una buena red de contactos, te ayudará a
conseguir clientes, incrementar conocimientos y, en definitiva, a crecer
profesional y empresarialmente.
4. Aprende a delegar
Querer hacerlo todo tú mismo sólo entorpecerá
el proceso. Además, no es que te sobre el tiempo, por eso, lo mejor que puedes
hacer es delegar tareas en otras personas. Busca personas de plena confianza y
con las capacidades necesarias para que te ayuden. Familia, amigos o
compañeros, son siempre buenas opciones en los comienzos. Esto te permitirá
compaginar tu empleo con tu sueño de emprendedor, sin renunciar a ninguno de
ellos.
5. Fija un plazo: La única diferencia entre un
sueño y un objetivo es una fecha
Cuando tengas las líneas generales de tu
negocio bien definidas, cuentes con la financiación necesaria y hayas
encontrado un nicho en el mercado donde dirigirte, pon una fecha. Te ayudará a
fijar tus metas de una manera más clara y te permitirá programar tus acciones
posteriores. Será ese momento cuando realmente estés preparado y puedas
permitirte el lujo de dejar tu trabajo y dedicarte enteramente a tu sueño de
emprendedor, hasta entonces, recuerda que las facturas no se pagan solas.
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