Cómo aprovechar las turbulencias en el mercado
de divisas
Expansión.com - miércoles, 24 de junio de
2015
La
búsqueda de rentabilidad se ha convertido, cada vez más, en una tarea muy
compleja para los inversores.
Los bajos tipos de interés han bajado el
atractivo de los depósitos bancarios. Y la abundancia de liquidez -por la
acción de los bancos centrales- que ha buscado acomodo en la deuda y en la
Bolsa ha llevado las valoraciones a niveles históricamente elevados, pese a la
corrección de las últimas semanas.
En ese contexto, muchos inversores han mirado
hacia el mercado de divisas, tratando de aprovechar la elevada volatilidad que
han mostrado las monedas internacionales en los últimos tiempos para arañar
algo más de rentabilidad en sus carteras.
La proximidad de las subidas de tipos en EEUU y
Reino Unido, que contrastan con las políticas de flexibilización monetaria de
Japón y Europa; las turbulencias a las que se enfrenta Europa, a causa de la
crisis griega; y la reducción de los temores deflacionistas a nivel global
parecen garantizar que el terreno de juego de las divisas seguirá deparando
movimientos importantes en los próximos meses. ¿Cómo sacarles provecho?
Alza de tipos
El dólar ha sido la apuesta predilecta de los
expertos en el primer tramo del año y generó notables avances. Pero la marcha
se ha revertido en los últimos meses, ante la demora en la esperada subida de
tipos, por la debilidad mostrada por la economía de EEUU en el primer trimestre
de 2015. Pese a esto, los expertos creen que la divisa estadounidense
recuperará el tono alcista a medio plazo. "A corto plazo hay que controlar
el riesgo, con una exposición pequeña, porque puede seguir cediendo terreno con
el euro, pero a medio plazo nuestra apuesta es que seguirá subiendo y no
descartamos la paridad", indica Adrián Poyo, de XTB.
En la misma línea, "el euro puede ascender
hasta el entorno de los 1,15 dólares, pero desde ahí debería recuperarse el
dólar", observa Gabriela Orille, de Andbank. En su opinión, por
diferencial de tipos, el cambio debería situarse en el entorno de los 1,05-1,07
dólares, frente a los 1,13dólares en los que se mueve actualmente.
El consenso de Bloomberg también confía en que,
a medio plazo, el dólar recupere terreno, ante el endurecimiento de la política
monetaria de EEUU. Prevé que a cierre de año, un euro se cambie por 1,06
dólares.
En una situación similar se encuentra la libra,
dado que los expertos esperan que el Banco de Inglaterra inicie en los próximos
meses las subidas de tipos. Juan Ramón Caridad, director del máster de Finanzas
FIA, defiende la conveniencia de diversificar entre dólar y libra para quienes
quieran sacar provecho del cambio en la política monetaria. Firmas como Credit
Suisse y BBVE auguran que el euro perderá un 7% frente a la libra hasta final
de año.
Refugio
Estas previsiones están influidas también por
la compleja situación que afronta el euro, a causa de la crisis de Grecia. En
cualquier caso, Orille cree que es difícil augurar cómo puede reaccionar el
euro a una hipotética salida del país heleno de la eurozona: "A los
niveles actuales ¿está descontando ya esa posibilidad o no?", se
cuestiona.
En cualquier caso, para capear un periodo de
inestabilidad en la eurozona, una apuesta tradicional ha sido la compra de
francos suizos. Sin embargo, el fuerte avance que ha experimentado la moneda
helvética (sube un 15% frente al euro en 2015), ha agotado su potencial.
Caridad cree que alternativas interesantes al franco suizo pueden ser la corona
noruega y la corona sueca. Cuentan con potenciales frente al euro superiores al
8% y al 3%, respectivamente, hasta 2016.
Emergentes
Al margen de las divisas desarrolladas, los
expertos también resaltan la posibilidad de apostar por la revalorización de
monedas emergentes, aunque en muchos casos, como el de la rupia india, el
potencial parece muy limitado. Para Caridad, una opción interesante sería optar
por monedas de países muy ligados a EEUU, como podría ser el peso mexicano.
Orille, por su parte, llama la atención sobre la posibilidad de optar por el
real brasileño, con una visión de largo plazo, confiando en la mejora económica
del país.
Distintas vías de inversión
La mayor parte de los expertos cree que una
exposición moderada (entre el 5 y el 10% de la cartera) a divisas extranjeras
es una manera interesante de diversificar y obtener un extra de rentabilidad en
las inversiones. El inversor puede apostar por unas u otras monedas a través de
productos muy diversos y aplicando estrategias diversas. Una forma sería la
negociación directa con divisas, aunque es una opción poco recomendada al
inversor particular, por su complejidad y sus elevadas comisiones.
Otra opción más asequible sería la de apostar
por la moneda en cuestión a través de productos derivados, como CFD (contratos
por diferencias), que permiten hacer apuestas apalancadas. Este tipo de
operativa, no obstante, requiere un elevado conocimiento y un amplio seguimiento
de las posiciones abiertas, dado que las divisas son especialmente volátiles.
Una opción más asequible para el inversor
particular es la inversión a través de fondos. Existen fondos cotizados (ETF)
que replican el comportamiento de pares de divisas o que siguen índices de
divisas, como el USDollar Index. Una forma indirecta de exponerse al movimiento
de las divisas es la apuesta por fondos referenciados en monedas extranjeras,
que inviertan en cualquier tipo de activos. Y para los inversores más conservadores
también existe una amplia gama de depósitos en divisas, que pueden contratarse
en la mayor parte de los bancos nacionales. Los intereses ofrecidos son bajos,
como en el caso de los depósitos nacionales, pero pueden incrementarse con el
movimiento de las monedas. Los expertos les ven el inconveniente de que suponen
apostarlo todo a una sola divisa.
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