Tévez, el ídolo del barrio
juanfutbol - sábado, 27 de junio de 2015
Dentro del Gran Buenos Aires se encuentra el
Barrio Ejército de los Andes, mejor conocido como: “Fuerte Apache”. Un complejo
habitacional que alberga unas 35 mil personas en 4,657 departamentos. Las
paredes de entrada son muy altas y dentro de los pasillos hay rejas que
prohíben el acceso a ciertas zonas. El proyecto fue una respuesta del gobierno
de facto argentino, en 1968, para reubicar a los habitantes de la Villa 31 de
Retiro.
Al ser uno de los barrios más grandes y
populares del Gran Buenos Aires, también es uno de los más conflictivos con un
porcentaje delictivo muy alto. Para combatir este problema existen diferentes
programas con el fin de mejorar la estructura del mismo. “Pasos de Futbol”, “Mi
Refugio”, “El Triángulo” y “Santa Clara” son algunos centros de reunión con la
misión de elevar la calidad de vida en Fuerte Apache, así como para alejar a
los jóvenes de la delincuencia.
Estos centros de reunión organizan torneos
barriales de futbol cada año con la misión de inculcar el deporte entre su
juventud. Muchos “hijos del barrio” han jugado en diferentes equipos según su
barrio en Fuerte Apache. Sin duda el más destacado es Carlos Tévez, jugador que
ha triunfado en Argentina, Brasil, Inglaterra e Italia, además de haber
disputado dos mundiales con la Selección Argentina.
Carlitos vivía en el mismo nudo que su mejor
amigo de la infancia, Darío Coronel, justo debajo de donde se juntaba la
pandilla conocida como “Los Backstreet”, jóvenes que solían delinquir y
consumir drogas. Por aquel entonces jugaba en Boca un futbolista de apellido
Cabañas, de quien Darío adoptó su apodo, Cabañas, por su parecido físico. Tévez
y Cabañas andaban juntos para todos lados y, por supuesto, jugaban en el mismo
equipo. Darío usaba la camiseta 10 y Carlitos la 9.
“Juntos eran traviesos. Una vez los junté a
todos y pregunté quién debía ser el capitán, y hasta Tévez votó por Cabañas.
Igual que Carlitos, él podía haber llegado…”, recuerda Didí, exentrenador del
Santa Clara, el club del barrio del exBoca. Con 11 años ambos decidieron probar
suerte en Vélez. Darío se quedó, Carlitos no. A la par, Cabañas se convirtió en
la mascota de “Los Backstreet”, comenzó a juntarse con la pandilla del barrio y
como era el más joven se volvió popular muy rápido.
Desde entonces comenzaron a dejar de
frecuentarse. Carlitos se enfocó en el futbol sin desanimarse por el desaire de
Vélez, mientras Darío se adentraba en el mundo de las drogas y la delincuencia.
Su escala de posiciones en la pandilla barrial fue tan rápida como la
frecuencia con la que faltaba a los entrenamientos del equipo. La dirigencia de
Vélez lo iba a buscar a los monoblocks para regresarlo a los entrenamientos,
pero él ya no estaba interesado en el futbol.
Tévez comenzó a destacar en el futbol de las
divisiones menores, al grado de jugar en la sub-17 de la Selección Nacional.
Con la misma edad, su mejor amigo ya no jugaba, dos años antes había dejado a
Vélez definitivamente. Las drogas y los robos eran una constante en la vida de
Darío, así como los problemas en casa. La carrera de Carlitos iba viento en
popa, mientras la vida de su amigo peligraba.
Se dice que una noche quiso robar el bingo de
la zona sin éxito alguno, por lo que se vio en vuelto en una persecución por
las calles de Ciudadela, pero no era una persecución cualquiera. Darío sabía
que era “carta blanca” para la policía, pues había matado a uno de los suyos,
de ser atrapado no iría a la cárcel sino al cielo. Cerca de escapar trepó una
pared y antes de saltarla se sintió acorralado por varias patrullas. Se dio
vuelta, sacó la pistola del bolsillo y se dio un tiro en la sien. Murió de inmediato.
El barrio lloró la muerte de Cabañas, pero no
tanto como Tévez. Cuando Carlitos marcaba, señalaba hacia el cielo para
homenajear a su amigo. De All Boys Carlitos fue fichado por la sub-20 de Boca
Juniors donde se convirtió en ídolo antes de triunfar en el Corinthians;
deslumbró en la Premier League con el West Ham y salió campeón con los dos
equipos de Manchester. En Europa ganó la Champions League con el United.
Triunfó en Italia con la Juventus, ganó dos ligas en un par de años y obtuvo la
Copa, que hace más de 20 no ganaba la Vecchia Signora.
Regresó a Boca Juniors y metió a la Selección
Argentina a las semifinales marcando desde los once pasos el gol del triunfo
sobre Colombia, reivindicándose del penal errado hace cuatro años, cuando
Uruguay los dejó en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario