Doble vida, vida compleja
Forbes - viernes, 19 de junio de 2015
Hay que redescubrir nuestro Yo Personal, y que
domine en toda nuestra vida; de lo contrario, al verse debilitado éste, el
entorno ejecutivo te impondrá una máscara falsa de la que difícilmente te
podrás deshacer, y sufrirán tú y los tuyos.
Una de dos: o llevas tu vida profesional al
mundo personal o llevas tu vida personal al mundo profesional. En todas mis
investigaciones y conversaciones con cientos de ejecutivos he descubierto que
lograr una completa separación de la vida que llevas en ambos mundos es
prácticamente imposible; siempre una personalidad va a dominar y conquistar a
la otra. Ante la realidad de no poder tener una vida auténtica en lo personal
distinta de una vida auténtica en lo profesional, la solución ideal es llevar
la personal al territorio profesional. Lo contrario es letal para la esencia
del individuo.
¿Qué pasa cuando un ejecutivo lleva su máscara
o personalidad corporativa a su casa y con sus amistades? Quiere ponerle
tiempos y espacios a todo, mide los minutos con los hijos, hace el amor bajo
una rutina, habla con argot empresarial, evalúa a sus hijos como a sus
colaboradores, compite contra sus amigos y los observa como observando a la
marca competidora; quiere ser número uno en sus hobbies, y si no lo es, se
estresa, pone por encima la búsqueda y administración ortodoxa del dinero, se
autoflagela por no lograr ciertos objetivos sin espacio al error y comete la
terrible falta de considerarse grande y exitoso en lo personal cuando logra
algo en lo empresarial. Esto es terrible, yo lo viví un tiempo y no me
funcionó. Descubrí que ser auténtico en ambas vidas es imposible, porque
eventualmente una personalidad domina. Opté por llevar mi estilo de vida
personal al profesional. Decidí que si alguien no quiere escuchar mis historias
personales en juntas de negocios, si alguien considera mis valores espirituales
y humanos como algo que estorba en la dinámica empresarial, o si alguien cree
que tener una foto de mi hija en la pantalla de mi Mac le resta seriedad a mi
computadora, pues ése es su problema, y no el mío. Decidí que jamás haría a un
lado mis valores personales por lograr un éxito en la parte profesional. Decidí
que jamás una llamada de mi hija o de mi mujer serían menos importantes que una
llamada de un cliente, o que las vacaciones familiares se interrumpieran por un
proyecto de negocios.
Me deshice por fin de las máscaras (y miedos)
estúpidas que uno se va creando desde la universidad (y que la universidad
tristemente te motiva a crear) para construir reputación, para ser aceptado en
el trabajo, para lograr el contrato.
Esas máscaras habían sido creadas por el miedo
de no saber quién verdaderamente era en lo personal y esa personalidad
corporativa eventualmente me convenció que era el verdadero yo, pero gracias a
Dios hace poco pude descubrir que esa personalidad de consultor internacional
era tan sólo una ilusión bastante dañina y contaminante para el Yo Real, para
el Yo Auténtico. Dejar que tu entorno y personalidad profesional contamine y
dañe tu entorno y personalidad personal le sucede a hombres y mujeres, no es
exclusivo de un género.
Hoy hay una epidemia en las mujeres. Miles de
mujeres están llevando su vida, estilos, lenguajes, procesos, miedos y
presiones empresariales a su vida personal. Minimizan sus sentimientos
maternales, sus instintos de colaboración y unión familiar, capacidades empáticas
sociales, sus enormes atributos para dar y compartir, y sus valores
espirituales, para darle paso y cabida a sus habilidades en procesos,
cronogramas, estrategias, lenguaje y reportitis de su mundo empresarial.
Está por llevarse a cabo el Foro Forbes de
Mujeres Poderosas, en el cual he recibido el honor de moderar un panel con
prominentes mujeres. Ojalá podamos escuchar a algunas mujeres que han sido
exitosas respetando y orgullosamente portando su Yo Personal, y no
pertrechándose detrás de su Yo Empresarial.
Por ello todos deberíamos redescubrir nuestro
Yo Personal, y que sea éste el que domine en toda nuestra vida; de lo
contrario, al verse debilitado éste, el entorno ejecutivo, que es tan exigente
y poderoso, te impondrá una máscara falsa de la que difícilmente te podrás
deshacer después, y sufrirán tú y los tuyos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario