De alegría y resiliencia
FORBES- 4 de abril de 2017
La alegría como determinación en
la vida. Como decisión, como herramienta frente a la adversidad y los hábitos
de la resiliencia.
Defender la alegría como una
trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas.
Mario Benedetti
No sé muy bien a ciencia cierta
si la alegría sea una emoción, un sentimiento, un estado del ser, una actitud o
un esfuerzo. Lo que sí sé es que la alegría requiere determinación. La
determinación de vivir, ser, estar alegres.
Y es que hablar de la alegría sin
caer en lugares comunes, en la cursilería, en el cliché, no resulta fácil, pero
es necesario intentarlo. Y es necesario intentarlo porque si tomamos la
determinación de vivir con alegría, todo aquello que nos suceda, que decidamos,
que tengamos que enfrentar en nuestras vidas, tendrá otro color.
No se trata de una defensa ciega,
idiota o superflua de la alegría. Se trata de entender que la mejor respuesta
que podemos tener en los momentos difíciles, que la mejor herramienta que
podemos utilizar, la defensa más eficiente ante la adversidad, es justamente
esa determinación: la alegría.
Alegría en la tristeza, en la
frustración, en el éxito. Alegría en las pérdidas, en el trabajo, en la
desesperanza. Alegría honda, profunda, determinante.
Recientemente he escuchado el
concepto de resiliencia que, según la Real Academia Española de la Lengua, es
la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y
sobreponerse a ellas. Rosario Linares, en su blog de psicología, Resiliencia:
los 12 hábitos de las personas resilientes, menciona que las personas que
practican la resiliencia:
Son conscientes de sus
potencialidades y limitaciones.
Son creativas.
Confían en sus capacidades.
Asumen las dificultades como una
oportunidad para aprender.
Practican la conciencia plena.
Ven la vida con objetividad, pero
siempre a través de un prisma optimista.
Se rodean de personas que tienen
una actitud positiva.
No intentan controlar las
situaciones.
Son flexibles ante los cambios.
Son tenaces en sus propósitos.
Afrontan la diversidad con humor.
Buscan la ayuda de los demás y el
apoyo social.
Pero más allá de si somos o
logramos ser resilientes en alguna medida, creo que, si encontramos o luchamos
por encontrar dentro de nosotros mismos la determinación de optar por la
alegría, las posibilidades de afrontar las batallas presentes y futuras con éxito
son mucho más altas.
Optemos por la alegría. Vivamos
nuestras vidas en alegre determinación.
Maribel Quiroga Fernández-Internacionalista
de profesión. Mexicana de nacimiento. Cervecera de corazón. Me apasiona el
quehacer político. Creo en la contradicción. Me entiendo en los libros y en las
palabras. Directora general de Cerveceros de México.
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