Los robots podrán ser parte de tu cuerpo en el
futuro
Forbes - jueves, 11 de junio de 2015
Yoshiyuki fabrica cyborgs para
hacer frente a los problemas demográficos de Japón. También ha hecho una
fortuna con el repunte de las acciones de su Cyberdyne.
Para Yoshiyuki Sankai, pasar de
un chico jugando con electrónica a un empresario que empuja los límites de la
robótica parecía destino. Quedó fascinado con la ciencia en tercer grado
después de leer el libro de Isaac Asimov, Yo, Robot. “En ese momento decidí que
quería ser médico —investigador, científico—, uno que construyera robots”,
dice.
Desde su inicio en 2004,
Cyberdyne se ha enfocado en abordar un tema central para Japón, un rápido
envejecimiento, la reducción de la población y el aumento del costo de la
atención médica y del cuidado a los adultos mayores. De hecho, los
inversionistas se abalanzaron sobre las acciones de Cyberdyne que se han cuadruplicado en su oferta pública inicial en
marzo del año pasado, intrigados por la promesa de su tecnología pionera. Eso
pone a Sankai en nuestra lista anual de más ricos de Japón, por primera vez,
con un patrimonio neto de 1,120 millones de dólares (mdd).
El primer producto de Sankai es
el Hybrid Assistive Limb, o HAL, desarrollado durante más de dos décadas, al
tiempo que daba clases e investigaba en la Universidad de Tsukuba, al norte de
Tokio.
La gente puede tener a HAL
conectado a una o ambas piernas para ayudarse con el movimiento si ha perdido
movilidad debido a la edad o a enfermedades. También puede ayudar con trabajo
pesado, ya sea que se trate de levantar a un paciente en un asilo para ancianos
o una caja en una fábrica.
Ahora Cyberdyne está
desarrollando un exoesqueleto-robot de cuerpo completo.
Además, otro traje, sólo con
piernas, un sistema de refrigeración y una chamarra blindada contra la
radiación para proteger al trabajador, podría ayudar a desmantelar y limpiar
los reactores que fallaron en la central nuclear de Fukushima Daiichi.
Estos robots utilizan pequeños
motores alimentados por baterías recargables. Cuando los sensores conectados a
la piel de una persona recogen pequeños impulsos eléctricos del cerebro que
indican un movimiento inminente, estos motores ayudan a las extremidades a
moverse.
El uso de HAL para el tratamiento
médico también puede ayudar a la gente a recuperar el uso de sus piernas al
entrenar al cerebro y mejorar el funcionamiento de su sistema nervioso. Ése es
un uso que aún no está aprobado en Japón, pero que pronto podría estarlo.
Sankai, quien obtuvo un doctorado
en ingeniería por Tsukuba, inventó la tecnología de sensores y control de HAL.
La universidad conserva las patentes, y Cyberdyne tiene su uso exclusivo.
Aunque el mercado para sus
productos hoy es reducido, el Ministerio de Industria de Japón prevé que el
mercado sólo para los fabricantes locales de robots para la rehabilitación y
el cuidado de los ancianos llegará a 1,000 mdd anuales durante la próxima
década, frente a los 140 mdd de la actualidad. Durante ese periodo, se espera
que el mercado de servicios robotizados en su conjunto, desde la logística, la
inspección de infraestructura, los servicios médicos y de salud y el
mantenimiento crezca siete veces, hasta los 22,000 mdd.
Sankai espera que su empresa se
vuelva rentable este año. También se estima que Cyberdyne reporte ingresos por
6,300 mdd y una pérdida de 4.8 millones para el año fiscal terminado el mes
pasado, pero Nomura Securities prevé que sus ingresos se dispararán 10 veces en
dos años.
Con un mercado tan nuevo,
Cyberdyne tuvo que empezar de cero para construir un ecosistema completo. “Sin
mercado, sin usuarios, sin profesionales, sin industria, sin reglas sociales,
teníamos que convertir esos cinco ‘sin’ en algo nuevo”, dice Sankai, de 56
años.
Quien fundó Cyberdyne y funge
como ceo agrega: “Nuestro desafío era hacer algo para lo que no había mercado,
pero que es un área importante para la sociedad y ya requiere soluciones o lo
hará pronto, pero el solo desarrollo de tecnología no resuelve los problemas
sociales. Así que tenemos que cultivar una nueva industria y el personal para
hacerlo.”
Con sus lentes oscuros y un
peinado que recuerdan a la década de 1970, Sankai ha liderado la carga. Creó
un nuevo campo, que denominó cybernics (que combina cibernética, informática,
ciencia de los nervios craneales, ciencias de la conducta, robótica y mecatrónica).
Él ayudó a redactar las normas internacionales de seguridad para robots para
tratamiento médico y de asistencia para la movilidad, inició un laboratorio y
el programa de doctorado en cybernics en su universidad (la mayoría de los
graduados se ha unido a su compañía), y prometió capital de riesgo y apoyo para
los ingenieros más talentosos de Cyberdyne que busquen convertirse en
empresarios, como él.
La clave para el crecimiento de
la compañía está en conseguir más aprobaciones regulatorias para dispositivos
médicos como HAL, lo que permitiría la cobertura de seguros y la expansión del
uso de la tecnología. Uno de los usos podría ser el monitoreo de la salud para
detectar, por ejemplo, factores de predicción de accidentes cerebrovasculares. Alemania
ya ha aprobado las piernas robotizadas para el tratamiento de los trabajadores
lesionados y permite que el seguro de los trabajadores cubra el costo.
Sankai espera la aprobación de la
Oficina de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para uso médico este
año. Al final de los ensayos clínicos, la compañía ingresó una solicitud el
mes pasado para usar HAL con fines médicos en Japón y podría obtener la
aprobación este año.
HAL ahora es usado en Japón para
fines no médicos. Cyberdyne produce sus robots en su centro de investigación y
desarrollo con sede en Tsukuba, pero planea construir una planta en la
prefectura de Fukushima el año que viene.
Durante el último par de décadas
el fantasma del estancamiento demográfico que recorre Japón ha llevado a muchos
apretones de manos políticos y pocos resultados.
Con la proporción más alta del
mundo de personas mayores de 65 años y el costo de asistencia social y
monetario en ascenso, el país ya ha entrado en territorio desconocido.
Durante la próxima década Japón
espera que el desembolso de recursos públicos para el cuidado de sus adultos
mayores se duplique a 175,000 mdd.
Y la población trabajadora para
cuidar de las personas mayores se está reduciendo. La División de Población de
la ONU prevé que en 2050 habrá 72 personas mayores por cada 100 personas en
edad de trabajar en Japón, frente a 41 en 2013.
Los experimentos escolares de
Sankai con la electrónica le llevaron a construir tubos de vacío y radios de
transistores, a hacer y probar su propio combustible para cohetes y tratar de
construir un láser de rubí. Reprendido por la búsqueda de un rubí entre las
joyas de su madre, Sankai decidió tratar de hacer uno derritiendo óxido de
aluminio —el principal compuesto de los rubíes—, pero fracasó.
Sus otras pruebas incluyeron el
uso de estímulos eléctricos para mover las patas de ranas y ver cuánto tiempo
tomaría detener el flujo sanguíneo de un pez dorado si era enfriado con hielo
seco, y cuánto podrían ser congelados y aún así ser revividos. Las pruebas con
peces terminaron inmediatamente después de que su abuela se enteró y lo
reprendió.
Mirando hacia atrás, “esa no fue
una muy buena experiencia”, dice.
Hoy, no hacer daño está en el
núcleo de la filosofía de Sankai. Dice que mantiene un estrecho control de su
compañía para asegurarse de que su tecnología sea usada sólo con fines
pacíficos, no letales y tampoco militares.
La primera vez que tocó la puerta
de los inversionistas, levantó 55 mdd a través de la colocación privada de
acciones sin derecho a voto. Cuando Cyberdyne salió a bolsa el año pasado,
emitió dos clases de acciones: una normal y una clase especial que da el
control de 86.4% de los votos, a pesar de que él posee sólo 39.7% de las
acciones en circulación. La salida a bolsa recaudó casi 35 mdd, y la venta de
más acciones un mes más tarde generó casi 9 millones. En diciembre, la
compañía recaudó 346 mdd más en una nueva oferta.
La aventura anual de Cyberdyne
con los reguladores japoneses analiza los riesgos de la estructura de doble acción
y la política de ética, diciendo que los beneficios a corto plazo podrían verse
afectados si el comité de ética de la empresa determina que un uso potencial
entra en conflicto con su política de uso pacífico.
A pesar de su filosofía pacífica,
los nombres que eligió para su empresa y su producto principal evocan
entidades mortales de películas de ciencia ficción: Cyberdyne es el fabricante
de ficción de los cyborgs letales en The Terminator y hal, el nombre de la
computadora asesina en el clásico de Stanley Kubrick 2001: A Space Odyssey, de
1968.
Sankai insiste en que se trata de
una mera coincidencia, pero algunos dicen que eligió los nombres para
desincentivar una adquisición por parte de cualquier persona que no tenga fines
pacíficos.
Riendo, sólo dice, “Yo no sé nada
de eso”.
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