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sábado, 13 de junio de 2015

dinero

¿Cómo echarle abono a tu dinero?


Mercado de Dinero - ‎  ‎junio‎ de ‎2015
Todo depende del abono que le pongamos a nuestros ahorros para multiplicarlos.

Para quienes no han podido percibirlo aún, el dinero tiene vida propia como el resto del Universo.

Solo que algunos hombres lo utilizan como una pieza muerta mientras para otros es levadura que crece, crece y crece.

Los resultados de un grupo y de otro son obvios: unos se pasan su vida entera en la conocida “carrera de la rata” marcada por el círculo vicioso de compra y paga, mientras en el otro se encuentra la independencia financiera y el total dominio del tiempo.

De seguro querrás pertenecer a este segundo grupo de personas, para ello deberás seguir un conjunto de principios que se aplican tanto en Estados Unidos como en la China o en cualquier parte del mundo.

  
Nunca subestimes lo que tienes.

Es un gran error considerar que se tiene muy poco. Es por ello que unos son ricos y otros pobres. Porque para los ricos es muy importante cada centavo de cada uno de los pobres. Inclinarte en cualquier lugar a recoger del piso una simple moneda de un centavo no hace la diferencia en tu cuenta, ni aumenta tus números, pero demuestra tu espíritu de humildad y te muestra algo tan importante como “respetar el dinero”. Tu dinero vale y mucho, porque es todo lo que tienes en este momento. Cuídalo y baja tu cabeza para recoger del piso lo que sea.


Analiza dónde y cuándo conviene sembrarlo. Evalúa tus condiciones y la del ambiente que te rodea.

Cada caso es particular; si tienes 20 dólares le sacarás mayor provecho prestándole a amigos que invirtiéndolo en la bolsa. Pero cuando esa cantidad se incremente pueden existir otras opciones menos riesgosas que prestarlo a conocidos. Es importantísimo no vivir de espaldas a cómo vive el resto del mundo. Las grandes crisis generan grandes capitales para aquellos que saben mirar hacia delante.



El dinero tiene diferentes formas, a veces solo hay que convertirlo.

Para muchos su mayor capital se encuentra en ellos mismos, en sus aptitudes personales para realizar un tipo de trabajo, en su carrera universitaria, etc.

En esos casos no basta con tener un buen trabajo aunque eso ayuda definitivamente. Hace falta esencialmente monetizar ese talento y lograr que se multiplique exponencialmente.

Hay que crear un producto o servicio a un costo ínfimo que te distinga y revalorice en el mercado. Puede ser escribir un libro contando la historia de tu vida o la de otros conocidos y exitosos, ofrecer un servicio exclusivo que te haga diferente y eleve tus posibilidades de comercializarte personalmente.


Desapégate del dinero.

Fíjate como los campesinos hacen para que sus plantas crezcan sanas y fuertes. Repiten la rutina una y otra vez sabiendo que perderán una parte de su cosecha pero que la otra multiplicará esta falta. No estés demasiado focalizado en lo que estás haciendo. Diversifica la siembra de tu dinero en varias áreas y de alguna sacarás provecho. Dividir el campo en muchas parcelas equivale a invertir en varios rubros aunque siempre alguno sea el principal. No estés demasiado enfrascado en que el dinero crezca porque terminarás ahogándolo.



Antes de intentar venderle algo a alguien debes convencerte a ti mismo.

De este elemento se desprende todo lo demás. A veces nos quedamos admirados de cúantos miles pagaron por un producto o servicio que nosotros podíamos ofrecer con igual o mejor mérito. La diferencia entre quienes cobraron y nosotros, es que ellos están convencidos de lo que ofrecen y llevan todo un camino probándose que siempre hay alguien dispuesto a pagar por ello.


Si te sirvió de inspiración este artículo consulta con varios asesores financieros y quédate con el mejor de ellos. Lee e investiga sobre historias de cómo otros hombres levantaron su fortuna y sobretodas las cosas, comienza a abonar tu dinero para que veas crecer un árbol lo suficientemente grande como para que te satisfaga a ti y a tu familia. Ese será, al fin, tu verdadero patrimonio.   

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