¿Hay vida en Finlandia después de
Nokia?
BBC Mundo - febrero de 2015
Para muchos, Finlandia y Nokia
eran sinónimos.
Y cuando en 2012 y 2013 Nokia
prescindió de 24.500 empleados y vendió las oficinas centrales de Nokia House
(y su división de teléfonos móviles) a Microsoft, lo llamaron
"Elopcalipsis", en alusión al entonces director ejecutivo Stephen
Elop.
Pero el hundimiento de Nokia ha
llevado a una explosión de firmas start-ups: la fuerza de trabajo capacitada
salta del barco e inicia sus propios emprendimientos.
Y las presentaciones más cool del
mundo ahora tienen lugar en febrero en un agujero hecho en el hielo en la
ciudad de Oulu, donde uno puede hablar de su empresa todo lo que quiera
mientras permanezca de pie sumergido en agua helada.
"El Elopcalipsis fue lo
mejor que le pasó a las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC)finlandesas", dice Mika Bostrom, vicepresidente de la compañía de
mercado de apuestas Smarkets.
El fin de la era Nokia
La caída del Nokia facilitó el
surgimiento de un montón de pequeñas empresas tecnológicas.
Los primeros dos años post-
Elopcalipsis en Finlandia supusieron un reajuste doloroso.
Pero las salidas rentables y las
cuantiosas infusiones de fondos han logrado poner la atención en las brillantes
auroras boreales del sector tecnológico.
Este festival comercial incluyó
la compra por parte de Google en julio de 2014 de la firma de gráficos en 3D
para móviles drawElements, con base en Helsinki, por una suma de ocho cifras.
Facebook compró Pryte el verano
pasado, una start-up finlandesa que desarrolla permisos para que usuarios de
teléfonos móviles en países en vías de desarrollo puedan usar apps sin
necesidad de tener que contratar un plan de datos.
El SoftBank de Japón pagó U$1.500
millones por el 51% de las acciones del desarrollador de juegos para móviles
Supercell, después de que sus juegos Clash of Clans y Hay Day atrajeran 8,5
millones de jugadas diarias e ingresos de U$892 millones.
Y en tres años, la convención
Slush de start-ups de tecnología en Helsinki creció de 300 participantes a más
de 10.000.
"Slush 2012 fue en una sede
pequeña. Slush 2013 fue más grande. Slush 2014 fue gigante para los estándares
de cualquier lugar fuera de Reino Unido o Estados Unidos", dice Bostrom.
Código nórdico
No sorprende que muchas de estas
start-ups involucren tecnología de teléfonos móviles.
Jolla, un desprendimiento de
Nokia, diseña dispositivos móviles junto a Sailfish, un sistema operativo de
código abierto creado a partir del proyecto Meego, también surgido de Nokia.
El cofundador de Salifish, Marc
Dillon, que trabajó 11 años en Nokia, dice que su sistema operativo facilita
hacer varias tareas a la vez mejor que otros.
"Puedes ver todas tus
aplicaciones a la vez e interactuar con ellas simultáneamente sin tener que
meterte en una y volver atrás para ir a otra", dice.
Otro aspecto clave de Sailfish,
dice Dillon, es su código abierto.
"Si el 80% del mundo usa
teléfonos Android, entonces todas las empresas y ecosistemas y dispositivos
están básicamente atados a la estrategia de una compañía".
Dillon dice que el sistema
operativo tiene miles de apps nativas pero que también puede usar las de
Android.
Al calor de una sauna
Jolla es emblema del programa
Nokia Bridge para financiar las start-ups de los exempleados.
Otra parte del éxito de las
nuevas empresas finlandesas se debe a los fondos públicos para investigación y
desarrollo (I+D).
El país es tercero en equidad
financiera en Europa, detrás de Reino Unido y Francia. Tekes, una entidad
pública de fondos para I+D, tiene un presupuesto anual de U$550 millones.
Hay incubadoras tecnológicas como
la Sauna de Startup de la Universidad de Aalto, inspirada en los laboratorios
de Google y con, efectivamente, saunas.
Unas 126 start-ups se han
graduado allí desde 2010.
Robots y juegos
Otra chispa brillante en la
invernal noche finlandesa viene de la robótica.
El robot de ZenRobotics'Recycler
selecciona objetos de una cinta transportadora de desperdicios y usa tecnología
de inteligencia artificial para aprender a identificar diferentes cosas.
Timo Taalas, director ejecutivo
de la compañía, dice que las dos universidades de la capital finlandesa, la de
Helsinki y la de Aalto, son muy sólidas en inteligencia artificial y
aprendizaje mecánico.
"La formación de los
fundadores era basada en robótica e inteligencia artificial. Teníamos que
encontrar un problema lo suficientemente complejo que pudiera resolverse con la
combinación de las dos", dice.
Más de 200 start-ups de juegos
han seguido el ejemplo de Angry Birds, creada en 2009 por Rovio Entertainment
en la segunda ciudad más grande de Finlandia, Espoo.
Una de ellas, Best Friends,
título debut de la firma Seriously, impulsada por exjefes de Rovio, tuvo un
millón de descargas en la semana siguiente a su lanzamiento.
Petri Jarvilehto, cofundador de
Seriously, dice que Nokia invirtió mucho en juegos para móviles desde 2003.
"En el mundo de hoy hay
juegos que alcanzan los 100 millones de jugadores cada día, nunca hubo un
medio, televisión, cine, que tuviera un alcance semejante", dice
Jarvilehto.
Sin embargo Rovio recortó una
quinta parte de su plantilla en octubre, argumentando que habían contratado
personal "asumiendo un crecimiento más rápido que el que se ha
materializado".
¿Demasiado dinero?
Si bien la sólida educación
secundaria y universitaria de Finlandia ha atraído inversores de Silicon Valley
y de Japón, algunos se preguntan si el país no está demasiado inundado de
inversiones.
Tomi Kaukinen, jefe ejecutivo de
Sportacam, un sitio para compartir fotos de deportes, cita el ejemplo de los fundadores
de una start-up que el año pasado habían recaudado U$1,9 millones.
Cuando se los volvió a encontrar
dos meses después, otra vez estaban recaudando fondos.
"Les pregunté, ¿otra vez
necesitan dinero?", cuenta Kaukinen.
"Dijeron 'no, no lo necesitamos
realmente, pero es tan fácil de conseguir'. Y juntaron otro par de
millones".
Puede que el apogeo de Nokia haya
pasado, pero el sector tecnológico finlandés no está acabado, sino apenas
comenzando.
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