Se habla mucho de influencers,
pero ¿por qué son tan importantes?
FORBES- 8 de Abril de 2016
La bloguera de belleza Susana
García puede presumir de agotar productos en las perfumerías con una simple
recomendación. Aquí en entrevista.
Un “influencer” es una persona
capaz de influir con sus recomendaciones en la decisión de compra de sus
seguidores, y cada vez más las marcas se están dando cuenta de la importancia
que tienen en un mercado tan saturado de impactos publicitarios.
Para entender cómo son estos
prescriptores que a lo largo de los años se han ganado la confianza de millones
de personas entrevistamos a Susana García, la bloguera de belleza que puede
presumir de agotar productos en las perfumerías con una simple recomendación, y
que año tras año es considerada por consumidoras y marcas como una profesional,
con una opinión independiente y en cuyo criterio confían muchísimas personas
cada día.
A Susana no le gusta demasiado la
palabra “influencer” ni hablar del éxito de sus blogs. Cuando le preguntas cómo
se siente cuando ve cuánta gente la lee (sólo por su blog de belleza pasan más
de 250,000 personas cada mes y tiene más de 65,000 seguidores en redes
sociales), se sonroja y dice que ella sólo trata de ser honesta.
Su cercanía, su integridad y su
saber hacer convierten a esta bloguera en un verdadero referente tanto para
quienes buscan una recomendación como para quienes quieren dar a conocer su
producto.
―Para ti, ¿qué es un influencer?
―Un influencer es, simplemente,
una persona con capacidad de influir en otras.
“Puede ser una amiga que
‘inspira’ a otras a la hora de elegir un restaurante o un libro, una bloguera
que influye con sus opiniones en la decisión de compra de quien la lee, o
cualquier persona que tiene buen gusto eligiendo productos o cuyas opiniones captan
la confianza de las personas de su entorno.
“Y se puede influir de dos
formas: creando tendencias o generando confianza con tus recomendaciones.
“Actualmente se ha sacado
demasiado de contexto la palabra ‘influencer’, y se utiliza para hablar de cualquier
bloguero o persona con cierto número de seguidores en redes sociales. Y no. La
influencia no tiene nada que ver con el número de seguidores.
“Hay personas que tienen poquitos
seguidores pero generan una gran influencia sobre ellos, o personas a las que
sigue mucha gente pero no les influye demasiado su opinión o recomendación.
“Y, por supuesto, ni todos los
blogueros son influyentes ni todos los influencers tienen que tener un blog. La
influencia se basa en la credibilidad o la confianza que tienes, no en un
número o en un medio determinado.
“Afortunadamente, cada vez
existen más herramientas y agencias que saben medir o evaluar la capacidad de
influencia de una persona, y poco a poco se va discerniendo sobre qué persona
es realmente influyente y cuál no.”
―¿Cuándo y cómo empezaste?
―Siempre digo que empecé a ser
bloguera por accidente.
“Era el año 2009. Acababa de
dejar mi trabajo en Telefónica para fundar mi propia empresa, y tenía dos
niños, de uno y dos años, así que necesitaba algo que me ayudara a desconectar.
“Un día, una amiga me recordó lo
mucho que me gustaba escribir antes de aquel pequeño caos en el que se había
convertido mi vida, y fue entonces cuando decidí empezar a escribir un blog.
“Yo me dedicaba a crear blogs
para empresas, tenía servidores propios y estaba muy familiarizada con todo lo
que implicaba la creación de un blog, así que ese mismo día registré el dominio
y empecé a escribir sin tan siquiera imaginar que nadie lo pudiese llegar a
leer algún día.
“Un día me di cuenta que había
alguien ‘al otro lado’ y me entró el pánico. Cerré el portátil, y aunque creí
que no volvería a escribir un solo post, días más tarde volví a hacerlo… y aquí
estoy 6 años después, con más de 4,000 posts sólo en mi blog de belleza, The
Beauty Blog.
“Eran otros tiempos y las marcas
empezaban a descubrir los blogs. Me tocó vivir la época en la que te miraban
como si fueras un extraterrestre cuando no entendían muy bien lo que era un
blog, pero desde las divisiones internacionales les obligaban a prestarnos
atención, y luego vino la fiebre desmesurada por los blogs, en los que sólo se
tenía en cuenta la cantidad y no la calidad. Afortunadamente, las cosas están
cambiando.
“Google es el primero que premia
las cosas bien hechas, que valora el contenido de calidad, y cada vez más
marcas entienden que un bloguero es alguien que habla de tú a tú con sus
consumidores, que tiene su confianza, y que eso vale mucho.”
―¿Cómo se dio en ti el cambio de
ser una persona con un blog a ser influencer?
―En mi caso vino de forma
natural.
“Yo escribía porque quería; no
era mi trabajo ni me pasó por la cabeza que ello pudiera generarme ningún
ingreso. Supongo que eso me hacía escribir de forma sincera y no preocuparme de
contentar a ninguna marca, sino en contar y recomendar lo mismo que le
recomendaría a mi mejor amiga o a mi hermana. Eso fue captando la confianza y
mis opiniones empezaron a ser valoradas por quienes me leían.
“Siempre digo que recomendar
productos de belleza es mucho más difícil que recomendar otro tipo de productos
como, por ejemplo, moda.
“Aunque nos meten en ‘el mismo
saco’, una bloguera de moda te muestra una prenda y luego tú vas, te la pruebas
y te gusta o no. Sin embargo recomendar un producto de belleza implica confiar
mucho más en la persona que te lo recomienda. Los resultados no se ven en el
punto de venta. Tienes que comprar el producto y los efectos vendrán días o
meses después.
“Si tú dices que un producto es
bueno o cumple una determinada función, y la persona que te lee se gasta su
dinero (que a veces puede ser una suma importante) y después comprueba que no
es verdad, no volverá a confiar en ti y buscará recomendaciones en otro sitio.
“Si, por el contrario, ve que lo
que le recomiendas, que tus opiniones, buenas o malas, son fiables, se crea una
conexión que puede llegar a ser muy fuerte.
“Yo tengo lectoras que llevan más
de 6 años confiando en mi criterio y pidiéndome opinión cada vez que van a
comprar un producto. Es una gran responsabilidad, pero la satisfacción que te
da poder ayudarlas también es enorme.
“Para convertirte en influencer
hace falta haber dado muchas opiniones y haberte ganado la confianza de quienes
te siguen una y otra vez, y eso en internet, como en la vida real, no es fácil…
hace falta demostrar tu honestidad día a día.”
―¿Cómo es tu día a día?
―Mi día a día es un caos (se
ríe), pero no lo cambiaría por nada del mundo.
“Me encantaría decirte que me
levanto, acudo a presentaciones, bebo champagne y escribo en un despacho
impoluto que parece sacado de Pinterest, jajaja…, pero no.
“Como bloguera, además de The
Beauty Blog, escribo un blog de niños, Mi mamá tiene un blog, en el que hablo
de tecnología para niños, de viajes, planes familiares o trato de descubrir
‘ideas geniales’ que nos hagan la vida más fácil y divertida a las que, como
yo, no tenemos tiempo para todo.
“Además soy embajadora Disney,
por lo que suelo tener acceso a las películas, libros, series de televisión y
juguetes incluso antes de que salgan al mercado, y ello me permite probar y
recomendar cualquier producto de Disney o Star Wars a otros padres o madres con
más criterio.
“Pero, además, sigo trabajando
como programadora, dirijo una escuela en la que doy cursos de WordPress y
blogging, e imparto clases en varios masters.
“Voy a pocas presentaciones de
belleza porque no tengo demasiado tiempo, pero pruebo muchísimos productos cada
día y trato de disfrutar y emocionarme escribiendo sobre ellos.
“Y, por supuesto, soy madre,
cocino y escribo cada ratito que tengo libre, pero porque me encanta; disfruto
con ello y siempre tengo millones de cosas que necesito contar.”
―¿Cuál es la mayor satisfacción
que te ha dado ser bloguera?
―La verdad es que han sido
muchas. La principal, la que hace que todo tenga sentido, es saber que al otro
lado hay muchas personas leyéndote (más de 250,000 cada mes), que te escriben,
te dan las gracias por una recomendación o por alegrarles las mañanas con un
simple saludo en Instagram.
“Pero mentiría si no te dijera
que hay otro tipo de satisfacciones. Ser bloguera me ha hecho vivir situaciones
que jamás hubiera podido soñar… Poder viajar a San Francisco para visitar los
estudios y los archivos de Pixar, pasar un fin de semana acompañando a Heidi
Klum, entrevistar a Paul Walker, conocer a Katy Perry o asistir al estreno de
Star Wars son cosas que también te obligan a pellizcarte cada mañana
preguntándote si todo esto que te pasa es real.
“Creo que tengo mucha suerte. Los
blogs me han hecho conocer a mucha gente maravillosa, y aunque nunca pierdo de
vista que lo importante aquí siempre es la gente que te lee y confía en ti cada
mañana, hay que dar gracias también por tantas cosas buenas.”
―¿Qué recomendarías a una persona
que está comenzando en esto?
―Recomendaría que tuviera muy
claro por qué quiere escribir un blog. Y que lo anote en algún sitio y lo lea
cada mañana.
“Si quieres crear un producto
sólido y de calidad, tienes que centrarte en ello y no dejarte influir ni
querer correr demasiado. Todo lleva su tiempo.
“Pero, en cualquier caso, yo
recomiendo a todo el mundo empezar a escribir un blog, aunque sea para tener su
colección de recetas online, para evadirse un ratito, o para dar su opinión
sobre algún tema.
“Si te gusta escribir tanto como
a mí, puede llegar a ser muy terapéutico.”
Andrés Sagrado Strik-Director de
Éxito Digital Formación, Head of Digital de Hibooboo Latinoamérica. Profesor
Máster UE-Escuela Universitaria del Real Madrid.
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