Directivos conspiran y lavan
dinero en nombre del futbol
FORBES- 22 de Abril de 2016
El modus operandi: repartir
dinero a directivos de pequeñas federaciones y sin tradición futbolística para
que voten la sede de un Mundial por el país que puso el sobre más abultado en
el bolsillo de los dirigentes de FIFA.
Una buena parte del mundo está
visitando los jardines de la calle FIFA número 20, en Zúrich. Hay plantas de la
sabana africana, florestas de Asia, árboles robustos y de poca altura de
Oceanía, vegetación proveniente de los montes sudamericanos y de los bosques
europeos. En esta zona verde de la capital suiza están las oficinas del
organismo deportivo que rige el futbol en 209 países.
Aquí, los directivos
organizaron, gestaron y conspiraron para crear la era más corrupta del futbol
mundial; en este espacio de 44,000 km2, los trabajadores tienen un spa, una
sala de relajación, todo para estar cómodos y planear una estafa de un tamaño
nunca antes conocido.
La Oficina Federal de
Investigación (FBI) estadounidense, con la colaboración de la policía suiza,
ha arrestado a por lo menos 25 personas, quienes son acusadas de formar parte
de una red de lavado de dinero, extorsión y tráfico de influencias dentro del
futbol internacional. Según el informe financiero de la Federación
Internacional de Futbol Asociación (FIFA), los directivos del organismo reciben
33.5 millones de dólares (mdd) en salarios y compensaciones, pero para muchos
de ellos no es suficiente para mantener limpia a la institución que lucra con
las emociones del deporte más popular del planeta. A finales del mes de
febrero inició la era de Gianni Infantino, que tiene como una de sus
principales encomiendas regresar al futbol la credibilidad en los escritorios.
“Cuando entré a FIFA en el año de
1993 eran 30 personas y 119 hoy son 400. Cuando llegué había un abogado, ahora
hay un departamento legal”, dijo hace algunos meses Harold Mayne-Nicholls,
exfuncionario del organismo hasta 2012. Por las reuniones que se celebran en
el complejo de FIFA cada año, la ciudad de Zúrich reporta una derrama económica
de casi 10 mdd.
La FIFA se convirtió en una
transnacional que entre 2014 y 2022 ingresará a sus cuentas bancarias más de
16,000 mdd, de acuerdo con cifras de Sport Business y Mxsports. Según los informes
financieros de FIFA, 72% de sus enormes ganancias provienen de la venta de
derechos de televisión y marketing.
“La FIFA nació en una era de
amateurismo, pero la llegada de tanto dinero y poder sólo la ha quebrantado”,
comenta el especialista David Goldblatt, autor del libro The Ball is Round: A
Global History of Football.
Con el paso de los años, la
institución jerarca del balompié incrementó la “ayuda” a todos los países en el
mundo. Entre 1995 y 1998 el dinero destinado a programas de desarrollo fue de
14 mdd y para el último periodo (2011-2014) la cantidad subió a 1,052 mdd. ¿Eso
qué tiene que ver con la corrupción del futbol? Muchos directivos de
federaciones pequeñas, islas remotas y naciones con escasa tradición
balompédica recibían plata a cambio de apoyos a candidaturas para ocupar
puestos políticos u obtener alguna sede de los torneos que organiza (15 en
total).
Joseph Blatter dejó la
presidencia de la FIFA el pasado 26 de febrero. Después de los escándalos de
corrupción, el suizo anunció que dejaría el puesto para finales del segundo mes
del año y, posteriormente a la declaración, fue suspendido por el Comité de
Ética del organismo. Se le acusó de estar involucrado en un acto de
“corrupción” con quien era uno de los candidatos a sucederlo, el francés
Michel Platini, ex presidente de la Unión Europea de Futbol Asociación (UEFA) y
quien a raíz de esto quedó impedido en la competencia para suceder a Blatter.
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¿Quién se salva?
Dormir una noche en el hotel Baur
au Lac, en Zúrich, cuesta 44,000 pesos, sin desayuno, ni servicios extras y en
una habitación simple. A la recepción del hotel llegaron el 27 de mayo pasado
autos de lujo blindados y patrullas. En el interior, varios hombres de futbol
se hospedaban para asistir al congreso de FIFA. Siete de ellos fueron
detenidos. ¿El motivo?: “Se les vincula con una supuesta trama de corrupción en
la organización que involucra sobornos valuados en unos 150 mdd, durante los
últimos 20 años”, dijo el despacho de prensa del FBI.
Unos días antes de estas
detenciones en el lujoso Baur au Lac, Jeffrey Webb, encargado de limpiar de la
corrupción a la Concacaf (la federación donde juega México) tras la era de Jack
Warner y Chuck Blazer, dijo en una entrevista para la cadena ESPN: “Bueno, yo
vengo de una generación diferente y me gustaría que fueran más abiertos, más
transparentes. No vi el reporte García como negativo (estudió los niveles de
corrupción de FIFA, no es un documento público), creo que fue puntual y es una
gran oportunidad para enseñarlo al mundo”.
Nueve días después, Webb fue
detenido y el expediente del Departamento de Justicia de Estados Unidos lo
culpó de recibir 6.7 mdd en sobornos a cambio de favorecer derechos de
televisión y comercialización a la empresa Traffic Sports. Meses después se declaró
culpable y pagó una fianza de 10 mdd para salir libre, ya en Estados Unidos.
“Cuando se tiene una
organización que cuenta con grandes cantidades de dinero y no eres crítico,
entonces vendrá la corrupción y conflictos de intereses”, analiza David Goldblatt.
Después de las primeras
detenciones han venido otros operativos y al menos 38 personas han sido
relacionadas con el caso. A estas alturas, la corrupción llega a la cifra de
300 mdd por lavado de dinero y sobornos en el futbol mundial en las últimas dos
décadas. “Puede que los aficionados se vuelvan más escépticos, pero no dejarán
de mirar el Mundial”, reflexiona Mark Friederich, ceo de Navigate Research,
cuando se le cuestiona sobre las repercusiones.
Según los documentos del
Departamento de Justicia de Estados Unidos, todo comenzó en 2010 en las
oficinas del FBI en Nueva York, cuando empezaron a llegar las noticias de
posible lavado de dinero de autoridades futbolísticas de la Concacaf con sede
en aquel país. La mirada se fijó en Chuck Blazer, quien en aquel momento
fungía como secretario general de la confederación, y para mayo de 2013 había
sido arrestado. El hombre obeso y de enorme barba blanca habló y se convirtió
en el informante más importante que tienen las autoridades para desentramar el
caso.
Pero antes de la detención, una
mujer, Phaedra Al-Majid, quien trabajó en el despacho de medios de la
candidatura de Qatar 2022, delató que el comité organizador entregó al menos
1.5 mdd a dos miembros del Comité Ejecutivo (los que toman la decisión de
dónde se jugarán los mundiales): Issa Hayatou (actual presidente interino de
FIFA) y Jacques Anouma. Luego denunció que había recibido presión para
retractarse del tema.
Las denuncias sobre corrupción
por parte de autoridades de FIFA del 2013 a la fecha han ido en varios
sentidos:
El FBI investiga a las
autoridades del futbol sudamericano y de Concacaf, además de agencias de
marketing deportivo como Traffic Sports, Ditsa y Torneos y Competencias por
lavado de dinero, venta ilegal de boletos para Mundiales, además de sobornos
para la comercialización y derechos de transmisiones de varias ediciones de
Copa América, Copa Oro y otros torneos continentales.
Las autoridades de Suiza
iniciaron en septiembre de 2015 pesquisas para determinar el origen del pago
que realizó Joseph Blatter como presidente de FIFA a su homólogo de la UEFA,
Michel Platini. Ello también derivó en que el Comité de Ética del máximo
organismo internacional suspendiera a ambos por 90 días.
Se han presentado evidencias en medios
de comunicación como Sunday Times, The Guardian y France Football sobre las
triquiñuelas de los comités organizadores de Rusia 2018 y Qatar 2022 para ganar
los certámenes. Además, hay testimonios sobre una transferencia de Sudáfrica a
Jack Warner (en aquel momento presidente de Concacaf ) para que los africanos
tuvieran el torneo en el 2010, según un informe del New York Times.
Tras las detenciones realizadas
el 27 de mayo del 2015, varios gobiernos han iniciado sus propias
investigaciones con los directivos del futbol local. Australia, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Alemania, Paraguay, Suiza y Reino Unido comenzaron
procesos para determinar si algunas personas tienen que ver con lavado de
dinero y sobornos.
“La Copa se seguirá jugando y la
gente seguirá mirando, aun cuando muchos saben que hay cosas que no están
bien”, reflexiona Rock Burton, exjefe de Marketing del Comité Olímpico de
Estados Unidos.
El Waterloo de Blatter
Joseph Blatter llegó a la FIFA en
1975, justo cuando los patrocinadores empezaban a aparecer de manera más
regular e importante en el futbol. Para 1981 fue nombrado secretario general,
en 1990 se convirtió en director ejecutivo y el 8 de junio de 1998 asumió la
presidencia de la FIFA (que dejó oficialmente este 26 de febrero). Luego de que
había ganado la reelección, el 29 de mayo de 2015, anunció que no seguiría
hasta 2019 por el escándalo de corrupción que se suscitó con los directivos
del órgano rector del futbol internacional.
La prensa mundial apoda a Joseph
como el ‘Napoleón del futbol’. Y no desentona. Lo es en realidad. Tiene en su
habitación al menos 10 condecoraciones militares. Los gobiernos de los países
no han encontrado otra forma de honrarle que otorgándole sus más altas
distinciones. Para la República Centroafricana, Blatter es el comandante; en
Marruecos le han entregado el Gran Cordón Wissam —una orden militar creada en
la época de la colonia para premiar el heroísmo—; en Djibouti es comandante de
la Orden Nacional; en Túnez tiene la Orden del Trono. Pero su tiempo se acabó.
Para tomar el relevo y cambiar el
rostro de la FIFA se presentaron cinco candidatos. La lista incluyó al
Príncipe de Jordania Ali Al Hussein, uno de los vicepresidentes de FIFA; el
presidente de la Confederación Asiática de Futbol, Salman Bin Ibrahim
Al-Khalifa; el exejecutivo de FIFA Jerome Champagne; el hombre de negocios
sudafricano Tokyo Sexwale y el secretario general de la UEFA, el suizo Gianni
Infantino.
Para finales de enero Ali Al
Hussein, Gianni Infantino y Jerome Champagne se presentarían a debatir en la
sede del parlamento Europeo y sería transmitido por ESPN. Los dos primeros
candidatos dijeron que no asistirían porque eligieron estar en Paraguay para
la elección del nuevo presidente del futbol sudamericano (otra de las zonas
corruptas, como se lee en el ranking negro). Fernando Palomo, especialista de
futbol internacional, comentó: “A los candidatos les importan los votos, las
componendas, los acuerdos. No les importa debatir”.
Gianni Infantino tendrá que
responder —según Sports Business y forbes— por un negocio valuado en al menos
12,000 mdd, relativo a las próximas dos Copas Mundiales (Rusia 2018 y Qatar
2022), donde ya tiene asegurado 80% de lo que planea ingresar el organismo por
ambos eventos. La caja está casi llena.
No es un cuarto de guerra, pero
como si lo fuera. En Zúrich, en la calle FIFA número 20, hay una enorme
habitación casi herméticamente cerrada. Todo es gris y negro, las sillas son de
piel, hay una enorme mesa donde 28 personas deliberan y cada lugar tiene una
pantalla, micrófono y muchas cámaras que lo vigilan todo. El piso es del mármol
más fino y ni siquiera los tres arreglos florales al centro del lugar son
capaces de quitarle el aire de búnker que hay en aquel sitio.
Cada vez que la puerta se abre,
209 naciones están pendientes de lo que ocurre. De alguna manera su destino
depende de lo que allí se diga, estén o no de acuerdo. Es la sala del consejo
de FIFA, una de las mafias más grandes en la historia del deporte. Bienvenido
Gianni Infantino.
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