¿Cómo mejorar su inteligencia emocional?
Finanzas Personales - sábado, 23
de abril de 2016
Una de las que poco enseñan a
desarrollar en el colegio o la universidad pero muy importante a la hora de
establecer relaciones personales; puede convertirse en un arma para su
crecimiento profesional o el de sus negocios.
Según la teoría del sicólogo
Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, una de ellas es la
emocional que “es la capacidad para identificar y gestionar sus propias
emociones y las emociones de los demás. Incluye tres habilidades: conciencia
emocional, capacidad de aprovechar las emociones y aplicarlos y capacidad de
gestionar las emociones”, según explica Psychology Today.
A diferencia de las otras inteligencias,
ésta puede llegar a variar dependiendo del momento de la vida y las etapas por
las cuales una persona atraviese; pero siempre tendrá unas repercusiones en la
forma en la que la persona se desempeñe en el trabajo: de acuerdo con Talent
Smart, empresa especialista en test psicológicos, el 90% de las personas que
tienen un alto rendimiento en el trabajo poseen un alto nivel de inteligencia
emocional, mientras que el 80% de quienes tienen un bajo rendimiento, tienen un
bajo nivel de este tipo de inteligencia.
Así, no solamente es útil para
hacer un adecuado relacionamiento con los demás sino que también interfiere en
la forma en la que usted responde ante nuevos retos, presiones o problemas y
cómo, dependiendo de qué tan inteligente sea emocionalmente, puede salir con
éxito o fracaso de ellos.
Valga aclarar que esto no
necesariamente está relacionado con el hecho de que las personas con cargos más
altos deberían tener un mayor nivel puesto que no siempre sucede así. Incluso,
muchas empresas se han llevado sorpresas al ver cómo los directivos, en un
momento de presión, no saben manejar sus emociones y pueden hacer perder
grandes negocios o cometer actos que no sean éticos ni profesionales.
Cada persona puede saber qué
tanto es capaz de controlar sus emociones, pero si le llama la atención, en
internet puede encontrar un par de test que le ayudarán a determinarlo. En
tanto, si su objetivo es lograr desarrollar un poco más la inteligencia,
considere las siguientes recomendaciones que aquí le damos.
Lea también “Cómo medir la
inteligencia emocional en el trabajo”.
•Reduzca las emociones negativas
Cuando usted es capaz de
identificar que siente rabia, tristeza o frustración, se admite sentirlo, pero
luego sabe que no puede permitir que eso afecte su juicio y actitud; está dando
un gran paso. Para lograrlo, lo importante es que cuando suceda una situación
de éstas, evite el llegar a una conclusión negativa inmediatamente. En cambio,
“considere múltiples formas de ver la situación antes de reaccionar. Por
ejemplo, puedo estar tentado a pensar que su amigo no devolvió la llamada
porque lo está ignorando, o puedo considerar la posibilidad de que ella ha
estado muy ocupado”, explica Psychology Today.
Entonces cuando deja de tomarse
tan personal los comportamientos de otras personas, empieza a crear
pensamientos más objetivos. Recuerde que usted no es el centro del mundo.
•Asuma la responsabilidad de sus
sentimientos
¿Ha escuchado alguna vez, ya sea
en una relación o en el trabajo, que alguien dice “me dañaste el día” o “me
hiciste sentir mal”? Pues bien, ahí tiene un indicio de alguien que no es capaz
de asumir sus propios sentimientos sino que prefiere culpar a los demás con el
fin de “dividir” esa carga de dolor al rechazo, a la frustración o al enojo.
Así, lo primero es ser consciente de esto y eliminar ese tipo de expresiones.
En vez de ello puede decir “lo
que dijiste me hizo sentir mal” o “no estoy de acuerdo con lo que hiciste,
porque me afectó”; lo que hace que la carga emocional recaiga en la persona
propia y no en los demás. Que usted espere una disculpa, es otra cosa, de lo
cual tampoco debe depender su estado de ánimo.
•Practique la empatía
Tanto con usted mismo como con
los demás. De acuerdo con Life Hack, esto le permite entender por qué alguien
se siente como se siente o se comporta como se comporta, sin que se lo
comuniquen con palabras. Pero, para ello, hágalo primero con usted mismo:
cuando note que está actuando de forma quizá extraña pregúntese “¿qué me está
llevando a pensar o sentir así?”. La primera respuesta puede ser "no
sé", pero si luego usted logra ponerle una descripción al momento y darle
una palabra específica, notará cómo todo cambia.
Cuando aplique esto con sus
compañeros, sabrá, entonces, por qué algunos contestan como contestan o hacen
lo que hacen que, si bien no siempre puede ser adecuado, le lleva a entender
que actúan de una forma más emocional que racional.
•Establezca conexiones
De acuerdo con el médico Norman
Rosenthal, cada vez que surge un sentimiento de enojo o frustración en una
situación que puede no ser evidente, puede que usted inconscientemente esté
trayendo a colación un momento de su vida.
Si le da por llorar, gritar y
patalear cuando su jefe le dijo que “no” a un proyecto que le planteó,
deténgase y considere “¿Qué pienso de esto?", intentando establecer un
origen. Muchas veces puede darse cuenta que hay situaciones interconectadas y
que ese “no” le recordó a un rechazo de una chica durante el colegio.
•Regúlese
Es una de las situaciones más
difíciles, pero con dedicación y paciencia se logra. Esto no significa que
usted se niegue a sentir algo particular, especialmente, si es una emoción
negativa. Pero es el hecho de que le ponga límites a su cabeza y diga “listo,
ya estuvo bien de estar triste, no más”. Según MindTools, es importante saber
qué siente, cómo lo siente, pero también tener la capacidad de ponerle fin a
esa emoción para seguir adelante. Esto le resultará bastante útil en las
discusiones en la oficina o en momentos en los que se sienta frustrado al no
lograr un resultado que esperaba.
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