Panamá Papers: 6 formas en las
que los ricos y poderosos esconden riquezas y evaden impuestos
BBC Mundo - lunes, 4 de abril de
2016
Las revelaciones de los millones
de documentos filtrados pertenecientes a la firma legal panameña Mossack
Fonseca –los llamados Panamá Papers o "Documentos de Panamá"– podrían
"ahogar" a los lectores en un mar de términos y frases confusos.
Hay formas legítimas de usar los
paraísos fiscales, pero la mayor parte de los operaciones tienen como objetivo
esconder a los verdaderos dueños del dinero y el origen de los fondos, además
de intentar evadir impuestos sobre esos activos.
Y ya sea que tengan como
protagonista a un empresario acaudalado en Alemania que ha decidido no pagar
tributos, a un narcotraficante internacional o el jefe de un régimen brutal,
los métodos empleados son bastante similares.
Aunque Mossack Fonseca asegura
que siempre cumplió con los protocolos internacionales para asegurarse de que
las compañías que incorpora no sean usadas para evadir impuestos, blanquear
dinero, financiar terrorismo u otros propósitos ilegales.
En BBC Mundo resumimos 6 de los
métodos más usados para las transacciones ilegales.
1. Empresas fantasma
Una empresa fantasma tiene la apariencia
externa de un negocio legítimo. Pero es sólo una fachada. No hace nada, salvo
manejar su propio capital, escondiendo quién es el dueño de los fondos.
Su directiva suele estar
conformada por abogados, contadores e incluso empleados de limpieza. El equipo
sólo presta su firma y permite que sus nombres aparezcan los encabezados de los
documentos.
Cuando las autoridades intentan
saber quién es realmente es el propietario de los fondos y quién los controla,
la respuesta más común es que la directiva de la compañía lo hace.
Pero no es más que una maniobra
de encubrimiento. Alguien le paga a la firma para que oculte el dinero de la
mirada de las autoridades o, en algunos casos, de sus exesposas.
Las empresas también suelen ser
llamadas "firmas de maletín" o "firmas de buzón", ya que
son poco más que direcciones postales para remitir documentos.
2. Centros financieros
"offshore"
Si tienes una empresa fantasma lo
más probable es no quieres tener como sede a Londres o París, donde las
autoridades pueden fácilmente descubrir quién es el propietario, si realmente
lo desean.
En su lugar, lo que necesitas es
un centro financiero offshore (extraterritorial) o lo que comúnmente se conoce
como un paraíso fiscal.
Estos suelen encontrarse en
países conformados por pequeñas y bellas islas (de ahí el nombre) y que
permiten el secreto bancario y cobran impuestos muy bajos o nulos sobre las
transacciones financieras.
Hay muchas de estas naciones en
el mundo, como las Islas Vírgenes británicas, Macao, las Bahamas y Panamá.
En estos países la mayoría de los
servicios financieros son perfectamente legales.
Pero es, en particular, el
secretismo lo que los vuelve atractivos para los evasores fiscales y los
delincuentes del resto del mundo, especialmente si los reguladores son débiles
o hacen la vista gorda.
3. Acciones y bonos al portador
Las acciones y bonos al portador
dan una capa extra de anonimato que permite mover fácilmente grandes cantidades
de dinero de origen dudoso.
Por ejemplo, uno de estos títulos
por un valor de 5 libras esterlinas dice en el anverso: "Prometo pagar al
portador, a requerimiento, la suma de 5 libras".
Esto significa que si tienes uno
de estos papeles en tu bolsillo, el dinero es tuyo y lo puedes gastar en lo que
quieras.
Pero los bonos y las acciones al
portador usados para esconder dinero son por cifras mucho mayores y suelen
guardarse en maletines o cajas de seguridad.
Normalmente tienen un valor de
unos US$14.000 y son muy útiles para aquellos que no quieren ser identificados
como dueños de determinados fondos.
Si el título es guardado en la
oficina de un abogado en Panamá, ¿cómo puede saberse a quién pertenece y
siquiera si existe ese dinero?
Esto explica por qué el gobierno
de EE.UU. dejó de vender bonos al portador en 1982. Eran muy fáciles de usar
para actividades ilegales.
4. Lavado de dinero
El lavado de dinero consiste en
"limpiar" dinero sucio de modo que pueda ser usado sin despertar sospechas.
Si eres un narcotraficante, un
estafador o, digamos, un político corrupto, lo más probable es que tengas mucho
efectivo y ninguna manera de gastarlo o esconderlo (para tiempos de necesidad)
sin despertar sospechas.
Por eso, el dinero debe ser
lavado para poder ser enviado a una firma dudosa en un centro financiero
offshore o bien ser convertido en bonos al portador, propiedad de una empresa
fantasma sobre la que nadie sabe.
En el caso de un dictador, los
fondos pueden lavarse para comprar un escondite en Londres o en el sur de
Francia, o tal vez para pagar la escuela de los niños o financiar costosos
viajes de compras a París.
5. Violación de sanciones
Una de las maneras de penalizar y
tratar de limitar el poder de regímenes cuestionados son las sanciones
internacionales.
Estas pueden incluir
restricciones a la importación de equipamiento militar y municiones, y
prohibiciones a la exportación de petróleo y otros bienes.
Pero también puede tratarse de
penalidades contra personas: cerrar cuentas bancarias de dictadores, sus
allegados, familiares y simpatizantes.
Actualmente el gobierno
británico, por ejemplo, tiene vigentes miles de sanciones contra países, sus
negocios, bancos y numerosos individuos.
Sin embargo, cuanto más onerosas
las sanciones contra un régimen, más dinero se puede ganar rompiéndolas.
El negocio consiste en
suministrar cuentas bancarias secretas a torturadores y responsables de
masacres, proveer armamento a uno de los bandos de una guerra civil –o a ambos–
o bien financiar las ambiciones nucleares de regímenes aislados
internacionalmente.
Las ganancias son enormes. Y,
desde luego, la existencia de numerosas cuentas secretas y empresas fantasma en
algunas partes del mundo donde las autoridades hacen la vista gorda es crucial
para que el quiebre de sanciones sea redituable y seguro.
6. Directiva Europea del Ahorro
Para tratar de evitar que
individuos escondan dinero de las autoridades fiscales, la Unión Europea (UE)
introdujo la denominada Directiva Europea del Ahorro (ESD, por sus siglas en
inglés).
Esta permite, básicamente, que un
país de la UE pueda recaudar impuestos sobre las cuentas bancarias que sus
ciudadanos poseen en otras naciones europeas.
Así, un irlandés que tiene una
cuenta en un banco de Holanda no puede suponer que las autoridades fiscales de
Irlanda no se enterarán de ella ni recaudarán el tributo adeudado.
La ESD volvió mucho más difícil
esconder dinero en Europa.
Un dato interesante: cuando se
discutía introducir esta directiva en la UE, se registró un súbito incremento
en el número de personas que querían abrir cuentas bancarias fuera de Europa,
en particular en Panamá y las Islas Vírgenes.
11 millones de documentos que
estaban en manos de la firma legal panameña Mossack Fonseca fueron entregados
al diario alemán Sueddeutsche Zeitung, el que los compartió con el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación. El programa Panorama de la BBC
es uno de los 107 medios de comunicación en 78 países que han estado analizando
los documentos. La BBC no conoce la identidad de la fuente.
Los documentos muestran cómo la
compañía ha ayudado a clientes a lavar dinero, eludir sanciones y evadir
impuestos.
Mossack Fonseca dice que ha
operado sin reproches por 40 años y nunca ha sido acusado o imputado por actos
criminales.
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