Cómo los Golden State Warriors revolucionaron
la NBA
The wall
street journal -martes, 12 de abril de 2016
OAKLAND, California — En todas
las canchas de la NBA, la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos, a
unos 7,31 metros de la canasta hay una delgada franja pintada sobre el piso en
forma de semicírculo. Su objetivo es marcar el límite entre los disparos que
valen dos puntos y tres puntos.
En 1979, cuando la NBA dibujó las
líneas por primera vez, los jugadores no entendían muy bien para qué servían.
Apenas 3% de los lanzamientos encestados esa temporada fueron de 3 puntos.
Durante las siguientes tres
décadas, el porcentaje creció paulatinamente hasta 22% y se estancó durante
muchos años. Hasta que llegaron los Golden State Warriors.
Los Warriors, los actuales
campeones de la NBA, igualaron la marca de 72 victorias logradas por un equipo
durante la temporada regular, establecido en 1996 por los Chicago Bulls
encabezados por Michael Jordan y podrían superarla el miércoles. Gran parte del
mérito recae sobre la estrella del equipo, el base Stephen Curry que está
teniendo una de las mejores temporadas en la historia de este deporte.
Pero hay otra historia por
contar: la del grupo de ejecutivos con poca experiencia dirigido por un
inversionista de Silicon Valley que en 2010 compró una franquicia atribulada y
se dispuso a rehabilitarla al responder una pregunta: ¿qué pasaría si tratamos
de armar un equipo de baloncesto haciendo caso omiso de las reglas
tradicionales?
El éxito de los Warriors se
reduce esencialmente a la heterodoxa conclusión alcanzada por los ejecutivos:
la línea de 3 puntos es una ineficiencia del mercado escondida a plena vista.
Hasta hace unos días, los
Warriors habían encestado 1.025 lanzamientos de 3 puntos, por mucho la mayor
cantidad en la historia de la NBA. Curry ha convertido más tiros de este tipo
que ningún otro jugador en la historia y lo está haciendo a un ritmo de 45,6%,
superior a la media de todos los disparos de la liga. También ha superado en
34% su propia marca de lanzamientos de 3 puntos en una temporada. La distancia
tampoco parece afectar su precisión: Curry tiene mejor puntería a 9 ó 12 metros
del aro que lo que el jugador promedio de la NBA a uno o dos metros.
El resultado es un sistema de
juego para el que nadie ha encontrado una forma de derrotar.
“Lo que es muy interesante es que
en el mundo del capital de riesgo y el financiamiento de startups, a veces el
mundo entero puede estar equivocado”, señala Joe Lacob, el dueño principal del
equipo y socio de la firma de capital de riesgo Kleiner Perkins Caufield &
Byers. “[Hasta que nos hicimos cargo de The Warriors] nadie había ejecutado
realmente un plan de juego, una arquitectura de alrededor de la cual se forjara
un equipo, en torno a los lanzamientos de 3 puntos”.
En 2010, los Warriors no habían
ganado un título de la NBA desde 1975. Su dueño anterior, Chris Cohan, era
detestado por muchos fanáticos.
De todos modos, la competencia
para comprar el equipo fue feroz. Para desplazar a su principal competidor, el
fundador de Oracle Corp. Larry Ellison, Lacob y el magnate del entretenimiento
Peter Guber desembolsaron US$450 millones, hasta ese momento la mayor cifra
pagada por un equipo en la historia de la NBA.
Lacob, de 60 años, reunió un
grupo de expertos de baloncesto como si fuera la junta de una de sus empresas.
Desde un comienzo, los nuevos dueños enfatizaron el análisis de datos.
Así llegaron a prestar atención a
la línea de los 3 puntos. En general, los jugadores de la NBA convierten el
mismo porcentaje de tiros desde los 7 metros que desde los 7,30 metros, pero
debido a la línea de los 3 puntos, los valores de esos tiros eran radicalmente
distintos. Los de 7 metros tenían un valor promedio de 0,76 puntos, mientras
que los de 7,3 valían 1,09.
Los Warriors detectaron una
oportunidad. Con sólo correrse unos centímetros hacia atrás antes de lanzar la
pelota, un jugador podía mejorar su tasa de retorno en 43%.
Los Warriors no fueron el primer
equipo deportivo en prestar atención a las estadísticas (en el béisbol se ha
hecho por décadas) ni el primero en advertir el potencial de los tiros de 3
puntos. La diferencia fue lo que hicieron con esta información.
Durante muchos años después de
que James Naismith inventara el baloncesto en 1891, la opinión predominante fue
que el área más importante de la cancha era cerca de la canasta. De los tiros
en bandeja “finger-rolls” de Wilt Chamberlain en los 60 a los ganchos de Kareem
Abdul-Jabbar en los 70 y las volcadas de Jordan en los 90, la NBA fue el reino
de los jugadores que dominaban el aro.
En 2009, cuando los anteriores
dueños de los Warriors contrataron a Curry, éste no parecía un jugador
destinado al estrellato. No obstante, cuando los nuevos dueños articularon su
estrategia de los tres puntos, Curry pasó a ser la figura central.
La primera prueba de fuego fue
una decisión polémica: la venta del mayor anotador del equipo, Monta Ellis.
Algunos creían que Ellis y Curry eran muy parecidos, otros pensaban que era una
locura desprenderse de su jugador más popular.
La semana después de la venta, en
2012, Lacob fue abucheado por los aficionados y el equipo terminó la temporada
en uno de los lugares más bajos de la tabla de posiciones.
Los Warriors, sin embargo,
estaban armándose en torno a Curry y su capacidad para acertar tiros de 3
puntos. Otro paso crítico fue la contratación del base Klay Thompson en 2011.
También él era un excelente tirador. Con una estatura de 2 metros, Thompson le
llevaba más de 10 centímetros a Curry.
La apuesta fue que Thompson
intimidaría tanto a los defensas del equipo contrario que se amontonarían para
bloquearlo, dejando libre a Curry. Pero debido a que era tan alto, Thompson
podía defenderse y disparar sobre los defensas sin ser bloqueado, lo que
ayudaría a los Warriors a competir con equipos que contaran con la estatura de
sus jugadores para frenar a Curry.
Lo más interesante del
planteamiento era su novedad. En general, los equipos con buen porcentaje de
tiros de 3 puntos tienen un excelente lanzador rodeado por varios jugadores de
apoyo.
Thompson se incorporó al equipo
al día siguiente de la partida de Ellis. Cuando comenzó la temporada 2014-15,
los Warriors habían completado el plantel con las incorporaciones de Andrew
Bogut, un pivote de 2 metros que protege el cesto propio y apuntala la defensa;
Draymond Green, un jugador polifuncional y los bases Andre Iguodala y Shaun
Livingston. “Ellos complementan los lanzamientos”, dijo Bob Myers, el
presidente del equipo, “a pesar de que no son tiradores”.
El equipo también sustituyó al
entrenador Mark Jackson por Steve Kerr, un ex jugador de cinco equipos
campeones de la NBA que se había retirado con una tasa de disparos de 3 puntos
de 45,4%, la más alta en la historia de la NBA. Este fue su primer trabajo como
entrenador en la NBA.
Esa temporada, con todas las
piezas en su lugar, los Warriors pusieron sobre el terreno a cinco jugadores de
entre 1,90 y 2 metros capaces de anotar disparos de 3 puntos. Esta
alineación—llamada la “alineación de la muerte”—permitió a los Warriors obtener
9% más de disparos de 3 puntos que el año anterior, el porcentaje más alto de toda
la liga.
Esta combinación obligó a los
oponentes a extender su defensa hasta la línea de 3 puntos, generando una gran
cantidad de espacio que los Warriors podían explotar. Curry estableció un
récord de tiros de 3 puntos y fue nombrado el jugador más valioso de la NBA.
Esa temporada, los Warriors vencieron a los Cavaliers de Cleveland y se alzaron
con su primer título de la NBA en 40 años.
Claramente, los ejecutivos habían
dado con una fórmula ganadora. Entonces empezaron a pensar sobre cómo seguir mejorando.
El plan había comenzado a tomar
forma en 2013, durante un partido de playoffs contra los Spurs de San Antonio.
Durante una posesión a principios del primer trimestre, Curry dribló alrededor
de un contrario y se halló frente a un espacio abierto; antes incluso de apoyar
sus pies en el piso, Curry lanzó. Tres puntos.
Myers no lo podía creer. Mientras
la pelota pasaba por la red, se volvió a sus colegas para confirmar lo que
había visto. Curry, en efecto, había lanzado la pelota apoyado en un solo pie.
“¿Quién dispara un tiro de tres puntos apoyado en una pierna?”, preguntó.
Curry había llegado al extremo en
que podía convertir hasta 10 lanzamientos de tres puntos durante un juego sin
que nadie lo notara. Y la distancia desde donde tiraba no afectaba su
efectividad; antes de cada juego, Curry practicaba lanzando desde media cancha.
El equipo concluyó que cualquier
posesión que terminara con un tiro de 3 puntos de Curry valía la pena. Esta
temporada, los Warriors dispararon 17% más tiros de tres puntos que en la
temporada anterior y Curry está realizando más de 11 lanzamientos por partido;
hasta ahora, ningún jugador de la NBA había intentado más de nueve. La
temporada pasada, Curry convirtió 286 tiros de 3 puntos. Esta temporada se
encamina a las 400 anotaciones.
El resultado es que los
defensores contrarios se alejan aún más del aro para marcarlo, abriendo
espacios aún más grandes para sus compañeros.
El éxito de los Warriors esta
temporada ha transformado a Curry, de 28 años, en una de las más grandes
estrellas de la NBA. Su celebridad ha elevado el perfil del tiro de 3 puntos.
“No sé porque se demoró tanto”,
dijo Lacob. “Uno creería que en el ámbito de los deportes alguien lo habría
intentado hace muchos años”.
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