¿Cambio de trabajo? No, mejor un
cambio completo de carrera
Finanzas Personales - sábado, 2
de abril de 2016
Desde pequeños, nos suelen
acostumbrar a que hay un camino “predeterminado” para la vida que consiste en
estudiar, crecer, seguir estudiando, graduarse, trabajar, casarse, tener
familia, seguir trabajando y buscar que en el periodo de jubilación se pueda
disfrutar algo. Claro, cada quien lo vive desde su propia perspectiva y
experiencia pero, por lo general, eso es lo que suele suceder aunque no siempre
en el mismo orden.
No obstante, entre etapa y etapa,
cada persona puede llegar a vivir un periodo de crisis en el que sienta que su
mundo no es lo que quería, que no está yendo hacia sus metas ni hacia su
felicidad y que lo que está haciendo, no le genera satisfacción en lo más
mínimo. Esto puede suceder en cualquier campo pero, es más común, en las
relaciones personales y en el trabajo.
Con respecto a lo segundo, muchas
personas pueden elegir su carrera considerando el factor dinero, qué tan
demandada pueda ser esa profesión así como oportunidades de crecimiento a nivel
internacional; lo que puede hacer que las preferencias, pasiones y gustos, en
muchos casos, queden relegadas.
Los síntomas siempre son comunes:
se siente cansado y exhausto todos los días, a pesar de dormir bien; se sienta
en su escritorio o computador y se queda un buen rato mirando al vacío,
intentando pensar; ya todo siente que lo hace por costumbre o rutina y,
finalmente, siente que no hay nuevos desafíos por resolver, en los que pueda
ponerse a prueba sus capacidades.
Precisamente, de esto habla un ,
señala que, aunque usted pueda ver esto como que llegó el momento de cambiar de
trabajo; realmente lo que su mente le está gritando es que es hora de un cambio
de carrera o de darle un enfoque totalmente distinto a lo que hoy hace.
El análisis
Nada más póngase a pensar: si
usted es profesor y está en un colegio donde, si bien no le pagan bien, está
haciendo su labor; cambiar de trabajo lo único que podría significar es cambiar
de ambiente, personas y quizás un par de nuevas responsabilidades pero, en sí,
terminaría haciendo casi que lo mismo. Ahora, si lo que lo cansa son las
personas y el ambiente, la señal es que necesita cambiar de trabajo.
Pero si realmente siente que, al
paso de un par de años, usted no puede seguir haciendo lo mismo, sino que
quiere ir mucho más allá, ponerse y probarse en nuevas capacidades; quizás su
camino vaya por otro lado.
Claro, esto no significa
necesariamente que tenga que renunciar a la carrera que ha hecho y ejercido
durante toda su vida, renunciando a un título o a la carrera que ha construido,
sino que simplemente es ver qué nuevos campos hay para explorar, cómo
aprovechar y explotar aún más sus capacidades y, ¿por qué no?, considerar
adquirir nuevos conocimientos.
¿Hora de hacerlo?
Ahora es momento de considerar
otras preguntas porque, una vez usted dé el paso para darle un giro a su
profesión, tiene que ser totalmente consciente de las consecuencias que ello
puede implicar así como la dificultad que puede surgir en caso de querer dar un
paso atrás y hacer que nada pasó.
Para ello, y The Muse sugieren
tener en cuenta las siguientes preguntas para verificar qué tan dispuesto está
a dar el siguiente paso:
Pero esto también puede incluir
esa sensación de agotamiento mental, en la que el aburrimiento y la falta de
creatividad pueden ser protagonistas del momento. Recuerde, lo importante es
mirar las funciones que está desempeñando, no las personas, la empresa ni el
ambiente general que lo rodea, porque eso implica otra situación.
Si bien esto, con el paso del
tiempo hace que usted tenga una mayor facilidad para solucionar inconvenientes
o problemas cuando se le presentan, también le restan, de a poco, la motivación.
Incluso, la mayoría de personas sienten que no les gusta su trabajo, pero
tampoco generan incentivos propios para hacerlos de forma distinta.
Esto también puede suceder cuando
no tiene claro a dónde quiere ir o llegar, pero sabe que el sitio en el que está
definitivamente no es el suyo. Incluso, a veces se puede ver fantaseando cómo
explotar otras capacidades que tenga (por qué no, emprender, por ejemplo) y que
quizá pueda ser bueno en otra área.
No es cuestión para que se
deprima, sino que simplemente debe reorganizar sus prioridades, identificar lo
que lo hace sentir feliz y crear un plan para llegar a ello.
Cuando ya se decida
Si después de todo esto realmente
está dispuesto a cambiar o darle un giro a su profesión, lo bueno sería saber
qué es lo que quiere. Pero llegar a eso puede ser difícil. Este camino no está
dado a la medida, así que tendrá que pasar un proceso para identificar y
explorar las alternativas que pueda tener.
Así, la organización de hace las
siguientes recomendaciones:
No lo haga solo: la idea es poder
tener una persona en la que confíe plenamente y, en lo posible, que también le
pueda servir de guía o mentor. Quedarse quieto y no hacer nada al respecto,
resulta la peor consecuencia. Así que lo primero es reconocer que quiere asumir
el riesgo. Considere si realmente quiere emprender una nueva profesión o si es
simplemente dar un giro.
Para ello, contáctese con sus
compañeros de universidad o colegas e invítelos a un café para conocer un poco
sobre lo que hacen. Esto le abrirá el panorama y las perspectivas de lo que
puede llegar a hacer.
Elimine sus trampas: no se quede quieto pensando en los riesgos y
lo difícil que puede llegar a ser. No se paralice por el hecho de no querer
cometer un error. Elija un rumbo y afróntelo, haciendo el respectivo análisis
previo. Igual, siempre tendrá nuevas oportunidades para corregir el camino, si
lo llega a considerar necesario.
Networking: en este caso, es uno de los elementos
fundamentales para realmente tener éxito. La exploración en la experiencia de
las distintas redes y profesiones le permitirá abrir su espectro profesional
para tener una mayor conciencia y claridad hacia dónde quiere empezar a dirigir
su destino.
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