Cómo diagnosticar y remediar la
temible ‘juntitis’
FORBES- 5 de Abril de 2016
Estar en juntas durante horas es
el principal indicador de ineficiencia organizacional. Te digo cómo saber si tu
empresa tiene ‘juntitis’… y la solución.
La juntitis es un mal que aqueja
a una gran cantidad de ejecutivos en nuestro país. El quererse poner de acuerdo
“para todo” y congregar a los miembros de un equipo debe ser principio para
aumentar la productividad, no para disminuirla, como ocurre las más veces en
una gran cantidad de organizaciones.
Capacitar equipos para tener una
comunicación más eficiente en sus juntas es cada día más una prioridad en las
organizaciones con visión.
Motivos, constante y resultados
de la juntitis
Motivos: Pueden ser tantos como
objetivos y problemas tenga la organización.
Constante: Falta de efectividad
en la comunicación entre equipos de trabajo, vicios de sus integrantes y
problemas de formación. (Tampoco es su culpa: ¡nadie les enseñó a ponerse de
acuerdo, a llevar correctamente una junta, o a implementar estructuras para
ello!)
Resultados: Ineficacia e ineficiencia
que afecta la productividad individual, del equipo y de la organización, aunado
a un mal clima laboral, resultante de la pérdida de tiempo y producto del
desgaste individual y colectivo.
Diagnóstico
La persona indicada para realizar
un diagnóstico profesional en este tipo de temas es el comunicólogo
organizacional (coach o consultor). Las más veces las problemáticas entrelazan
distintos temas (asertividad, habilidades gerenciales, desarrollo del
liderazgo, etc.), cuestiones en que los especialistas pueden brindar distintas
soluciones.
Pero ¿cómo saber si se vive
juntitis en mi organización?
a) Si tienes 3 o más juntas a la
semana.
b) Si las juntas duran más de una
hora.
c) Si en las juntas convocan a un
gran número de individuos y “tienen que estar todos”.
d) Si los temas que tocan son
reiterativos.
e) Si los detalles que tocan son
reiterativos.
f) Si se cambia de tópico
constantemente y no hay cierres claros del tema.
g) Si los propios asistentes se
quejan de las juntas.
h) Si al menos dos personas
siente que no está clara la decisión tomada.
i) Si respondiste que sí a dos o
más de las anteriores.
Grandes y terribles frases
La realidad es que se ven muchas
cosas en este caminar apoyando a ejecutivos y organizaciones. Aquí te comparto
algunas grandes pero terribles frases que nos ayudaban a encuerar algunas
realidades organizacionales respecto al tema:
– “¿Juntas? No, ésas no son
juntas; son charlas de café y pan con mantequilla.”
– “¿Que nadie leyó la minuta? Es
que la minuta era de 6 páginas.”
– “Es que mi jefe hace una junta
para escucharse, otra para comprenderse y la tercera para reconfirmar si la
primera y la segunda nos quedaron claras.”
– “De nada sirven las juntas si
no me dan tiempo para trabajar lo que ahí quedamos.”
– “Es que ya habíamos quedado
varias veces en algo, y lo volvieron a hacer al revés.”
Soluciones y reglas
1. No se debe hacer una junta
para todo; hay muchas más formas de comunicar y solucionar las cosas.
a) Ubicar con claridad el
problema es el comienzo de la solución. (Acuérdate: los problemas nunca son
personas; son lo que las personas hacen o dejan de hacer en fondo o forma. No
personalices la situación. Los problemas son aspectos modificables, y todos
tenemos ese derecho.)
b) Pregúntate si un mail, una
conversación uno a uno, o una plática durante una caminata casual con algún
miembro de tu organización puede ayudarte a resolver el problema antes de ir a
junta.
2. Si ya identificaste qué
requieres de una junta.
a) Plantea los puntos a tratar y
diferencia qué es urgente, qué prioritario y qué importante. Para que la gente
ubique qué debe hacer primero y qué después, procura dejarlo claro.
b) No siempre debes tener juntas
en que todos opinen o en que sólo tú hables. Ubica tu liderazgo y hazlo
efectivo. Dales la batuta pero no les permitas el cambio de tema. Aterrízalos a
opinar de forma libre sin prejuicios y contundente. Siempre que puedas promueve
que traigan sus ideas escritas en bullets.
c) “No se debe enterar todo el
mundo.” Ubica claramente a quién le compete el asunto (Si tienes personas que
tienen personas a su cargo no necesariamente tienes que citar a todos: aprende
a delegar, y a solicitar resultados. Si esto no lo resuelve, primero verifica
qué está sucediendo contigo, después con la persona y luego con su equipo. Dale
valor y fuerza a tu gente para que te dé resultados.)
d) Si no es prioritario, urgente
o importante para su labor, no los cites.
Te comparto algunas claves
Una junta no debe tardar más de
30 minutos.
Una junta no debe tener más de
tres puntos a tratar: si requieres tratar más cosas, es preferible que hagas
otra después, o que busques una solución alterna a la junta.
Acota el número de personas: no
es lo mismo moderar y poner de acuerdo a cuatro o seis, que a 12 individuos,
además de que el tiempo de participación se multiplica.
Piensa primero si es
verdaderamente necesaria una minuta. Si descubres que sí, siempre rota a las
personas a que las realicen y dales tú el formato, comentando que al final de
la junta uno de ellos realizará la minuta (así garantizarás que todos ponen
atención).
Celulares, prohibidos. Si me
entran llamadas interrumpo mi tiempo y el de los demás.
Si haces una lluvia de ideas, pon
el ejercicio de dar el mismo tiempo de hablar a las personas; así las empiezas
ubicar y centrar en lo que es importante. Al final puedes darles un minuto para
que sinteticen su participación.
Tip: Recuerda que este tema no es
culpa de los empleados sino de las empresas, que no capacitan a su personal,
sea cual sea su rango. Toma en cuenta que muchos de tus propios empleados o
subordinados pueden tener grandes cosas que aportar y no necesariamente la
habilidad de aterrizar sus ideas. ¡Ayúdales y ayuda a tu organización!
Alejandro Meza-Coach fundador de
Impulso Humano México. Desarrollador de metodologías poco convencionales en
Coaching y Capacitación para organizaciones y empresarios.
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