Mossack Fonseca no cambiará su
modelo de negocios tras los ‘Panama Papers’, dice su cofundador
The wall street journal- abril
de 2016
PANAMÁ—Uno de los fundadores de
Mossack Fonseca, la firma de abogados en el centro de la filtración de
documentos llamada “Panama Papers”, defendió su firma y dijo que esperaba pocos
cambios en su modelo de negocios a pesar del escrutinio mundial.
En su primera entrevista en
profundidad desde que los documentos filtrados fueron publicados, Jürgen
Mossack afirmó que su bufete de abogados no hizo nada inapropiado al vender
240.000 empresas de fachada registradas en territorios alrededor del mundo con
una baja o ninguna tasa tributaria.
La firma de abogados, agregó,
trabaja a través de intermediarios y no puede hacer seguimiento a la forma en
que son usadas las entidades incorporadas en paraísos fiscales que vende.
“No vamos a detener el servicio e
irnos a sembrar bananos o algo así”, señaló Mossack, de 68 años. “La gente
comete errores. Nosotros los cometemos, así como nuestro departamento de
cumplimiento. Pero esa no es la norma”.
Sentado en un sillón en el
segundo piso de las oficinas de Mossack Fonseca, ubicadas en el distrito
financiero de la ciudad de Panamá, Mossack habló apenas días después de que un
grupo de 400 periodistas de una decena de países publicaran simultáneamente
artículos basados en los documentos filtrados que mostraban cómo el bufete creo
empresas fachada y cuentas en paraísos fiscales donde los ricos y poderosos
podían ocultar su dinero.
Documentos obtenidos por el
grupo, el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus
siglas en inglés), mostró que lo clientes de la firma incluían desde familiares
de altos funcionarios chinos hasta socios del presidente de Rusia, Vladimir
Putin, pasando por el encargado de administrar el dinero del dictador sirio
Bashar al-Assad.
La veta de 11,5 millones de
archivos fue enviada a un periódico en Munich y luego compartida con ICIJ. The Wall
Stree Journal no ha verificado de forma independiente los documentos.
El presidente de Panamá, Juan
Carlos Varela, defendió el miércoles por la noche reformas de transparencia que
su gobierno aprobó el año pasado y dijo que la tormenta mediática estaba
proyectando una luz negativa sobre el país.
“Los mal llamados papeles de
Panamá”, dijo, “no es un problema de nuestro país sino de muchos países del
mundo”.
Varela señaló que Panamá
conformaría un comité independiente de expertos nacionales e internacionales
para evaluar las regulaciones del país que rigen los servicios financieros y
legales. Días antes, la fiscalía general de Panamá había anunciado el inicio de
una investigación del bufete.
Mossack y la directora de asuntos
legales de su firma de abogados, Sara Montenegro, dijeron en la entrevista de
una hora que dan la bienvenida a regulaciones y escrutinio adicionales de su
negocio. Señalaron, sin embargo, que aún no han sido contactados por las
autoridades locales.
“En este momento, yo diría que no
debería haber repercusiones”, aseguró Mossack, “pero no diría que no habrá
ninguna”.
Desde que la firma fue fundada en
1977, el negocio de vender empresas de papel de Mossack Fonseca creció
exponencialmente. Es principalmente un juego de volumen, dijeron Mossack y
Montenegro, porque el costo de registrar empresas en jurisdicciones como las
Islas Vírgenes Británicas es bajo. Empresas fachada pueden ser adquiridas por
unos pocos cientos de dólares. Las firmas de abogados también cobran una tarifa
anual de alrededor de US$1.000 para aparecer en los registros como agentes de
sus clientes.
Las empresas en paraísos fiscales
tienen bastantes usos legítimos, señaló Mossack, incluyendo evitar el pago
doble de impuestos, y suministrar privacidad y protección ante regímenes
criminales y delincuentes.
Expertos en paraísos fiscales
señalan, sin embargo, que Panamá es uno de los países con mayor nivel de
hermetismo y ha sido renuente a cooperar con los países que buscan mayor
transparencia en el movimiento de dinero.
El miércoles, el ministro francés
de Hacienda, Michel Sapin, dijo que le había pedido a la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de volver a incluir a Panamá en
la lista de paraísos fiscales que no cooperan, señalando que el país no ha
progresado en el intercambio de información desde que fue sacado de dicha lista
en 2012. Las autoridades de Panamá prometieron luchar contra esa medida.
Mossack, cuyo padre fue un
soldado alemán durante la Segunda Guerra Mundial y quien se mudó a Panamá con
su familia cuando tenía 13 años, dijo que su firma está realizando algunos
ajustes, reduciendo sus franquicias en el exterior, siendo más selectiva con
los clientes e invirtiendo en una mejor seguridad informática.
Los documentos de su empresa,
añadió, fueron robados por un pirata informático. Mossack aseguró que solo en
semanas recientes fue notificado de la violación de seguridad, después de que
clientes empezaron a recibir llamadas de los periodistas que participaron en la
investigación de los “Panama papers”.
Mossack Fonseca afirmó que está
mejorando las prácticas de diligencia debida y que tiene un equipo de 26
abogados escarbando entre sus archivos para revisar clientes que han trabajado
con la firma por años. Montenegro agregó que cualquier irregularidad en la
información de registro puede llevar a la terminación de la relación. La
abogada dijo que en años recientes han cortado lazos con cerca de 80 clientes
al año gracias al mejoramiento de la diligencia debida.
“El único delito que se puede
probar acá es el de la violación de la privacidad”, dijo Montenegro, en
referencia a la filtración.
Mossack afirmó que los bancos
intermediarios con los que trabaja su firma —y que representan a los
destinatarios finales de las empresas fantasma— deberían estar haciendo una
mejor revisión de sus clientes.
“Nuestra marca necesita ser
protegida”, dijo Mossack. “Sentimos que la mejor forma de proteger nuestra
marca es haciendo las cosas nosotros mismo y no depender de otros”.
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