Elon Musk innova todo lo que
toca, incluyendo la forma en que se financia
The wall street journal - abril de 2016
Desde octubre de 2014, SolarCity
Corp. ha tratado de atraer inversionistas individuales al negocio de energía
solar. Para ello ofrece a través de su sitio web US$214 millones en lo que la
compañía llama “bonos solares”.
Hasta ahora, sin embargo, el
mayor comprador ha sido de lejos el fabricante de cohetes Space Exploration
Technologies Inc., incluyendo los US$90 millones que compró de los US$105
millones que SolarCity vendió en marzo.
Los bonos fueron una “excelente
inversión”, dijo el multimillonario emprendedor Elon Musk en una entrevista.
Obviamente, él conoce estas empresas mejor que nadie: es su principal
accionista, presidente de la junta de SolarCity y presidente ejecutivo de
SpaceX.
Musk, de 44 años, ha construido
un imperio empresarial que hoy no tiene parecido en el mundo, alimentado por su
voraz apetito por el riesgo y su inquebrantable confianza. Las tres empresas
que dirige —SolarCity SpaceX y la automotriz Tesla Motors Inc.— tienen un valor
combinado de casi US$50.000 millones.
Musk ha transformado cada
industria que ha tocado y ha hablado sin ironía acerca de mudarse a Marte
cuando se jubile, una vez que SpaceX lance exitosamente sus cohetes al planeta
rojo.
En el camino, Musk ha ayudado a
financiar sus empresas de maneras tan poco convencionales como él. Además de
las compras de bonos, ha sacado US$475 millones en líneas de crédito personal
para comprar acciones de SolarCity y Tesla cuando estas empresas necesitaron capital,
según documentos regulatorios.
Las líneas de crédito están
aseguradas con cerca de US$2.520 millones en acciones que Musk posee de
SolarCity y Tesla, según los precios de cierre del miércoles.
Pocos ejecutivos usan sus
acciones como garantía para préstamos personales debido al riesgo que ello
puede acarrear para los otros accionistas. La práctica también plantea
preocupaciones de que los intereses personales del ejecutivo entren en
conflicto con los de la empresa. Si el precio de la acción cae, podría activar
una exigencia de garantía que requiere que aquel venda las acciones o presente
más garantías para pagar el préstamo.
En documentos regulatorios, Tesla
ha revelado la posibilidad de estas exigencias de garantía, o margin calls en
inglés, relacionadas con los préstamos de Musk, las cuales, dijo la firma,
“pueden causar que el precio de la acción común caiga más”.
Algunos expertos en gobernanza
corporativa y analistas dicen que es aún más cuestionable que Musk pida
préstamos de gran volumen con la garantía de tramos de acciones ahora que
SolarCity y Tesla son grandes empresas que cotizan en bolsa.
“Como analista, a menudo es una
señal de alerta cuando las empresas y el equipo de gestión dirigen préstamos
entre entidades en las que tienen intereses personales o financieros”, dijo
Nathan Weiss, fundador y analista sénior de la firma de investigación
independiente Unit Economics LLC en Rhode Island.
Musk dijo que es “válido”
cuestionar sus grandes préstamos personales y los cruces financieros entre SolarCity,
SpaceX y Tesla. “Hubo algunos casos en los que a una empresa le estaba yendo
mucho mejor que a otra, y tomé dinero prestado”, dijo en la entrevista.
Musk dice que sus actos guardan
coherencia con su filosofía: si les está pidiendo a los inversionistas que
inyecten dinero, se siente moralmente obligado a hacer lo mismo. “No debería
pedir a la gente comer del plato de fruta si no estoy dispuesto a comer del
plato de fruta”. Musk dijo que es “importante que no haya algún tipo de
castillo de naipes que se derrumbe si un elemento de la pirámide de Tesla,
SolarCity y SpaceX se tambalea”.
El empresario dice que sus
préstamos no son riesgosos para los accionistas porque equivalen a menos de 5%
de su patrimonio total neto, que excede US$10.000 millones. Esa cifra no
incluye la importante participación de Musk en SpaceX, que no cotiza en bolsa.
El ejecutivo agregó que de ser necesario podría fácilmente presentar más
acciones de SpaceX y Tesla como garantía.
El multimillonario ha tenido una
racha de éxitos recientes. Tesla dio a conocer su sedán Modelo 3, que fue
recibido bien por la crítica y atrajo el interés de 325.000 personas que, según
la empresa, depositaron US$1.000 por cabeza en los primeros siete días para
reservar un auto. Desde el 10 de febrero, la acción de Tesla ha subido 77%. La
compañía es la primera startup automotriz exitosa en Estados Unidos desde 1925.
El 8 de abril, SpaceX logró hacer
aterrizar por primera vez uno de sus cohetes sobre una plataforma flotante
controlada por GPS en medio del Océano Atlántico.
De acuerdo con la declaración más
reciente, Musk posee 37 millones de acciones de Tesla, o cerca de 27% en una
participación valorada en US$9.380 millones al cierre del miércoles.
Musk posee una participación de
22% en SolarCity, según otro documento regulatorio. Esos 21,8 millones de
acciones valían al miércoles US$719 millones.
Una ronda de financiación
realizada hace unos meses arrojó para SpaceX una valoración de US$12.000 millones.
La participación de Musk en esta empresa no es pública y el ejecutivo no quiso
dar detalles.
En Tesla, Musk es presidente de
la junta y presidente ejecutivo, pero no recibe salario. Su remuneración total
el año pasado fue de US$37.584, en cumplimiento con el salario mínimo de
California, pero nunca ha aceptado el dinero.
Musk recibió una remuneración
total de US$1,2 millones de SolarCity, casi toda en forma de opciones de
acciones a tres años. Según un sitio del gobierno de EE.UU. que publica los contratos
de las empresas, SpaceX le paga a Musk US$2,4 millones; una persona al tanto
dijo que esa suma incluye un salario de US$38.000 y acciones.
Los títulos de SolarCity y Tesla
son volátiles. SolarCity, con sede en San Mateo, California, instala paneles
solares en residencias de todo EE.UU. La acción de la empresa ha caído
alrededor de 35% desde el inicio de este año. Tesla retrocedió 40% de finales
de diciembre a febrero, pero ya ha compensado esos descensos.
Musk dijo que ha dejado claro a
los accionistas que adhiere a la noción de que el capitán es la última persona
en abandonar el barco. En la entrevista, el empresario dijo que no tiene
intención de vender jamás acciones de Tesla y que hasta podría añadir algunas
de su participación en SpaceX como garantía.
Stephen Jurvetson, socio fundador
de la firma de capital de riesgo Draper Fisher Jurvetson, y uno de los primeros
inversionistas de SpaceX, Tesla y SolarCity, dijo que las acciones de Musk no
son causa de preocupación.
Musk tiene una pasión que “quita
el aliento”, dijo Jurvetson, quien es también miembro de las juntas de SpaceX y
Tesla. El ejecutivo alabó lo que calificó como la dedicación y la visión de
Musk.
Este ayudó a engendrar SolarCity,
SpaceX y Tesla con los US$165 millones que obtuvo en 2002 de la venta de su participación
en el procesador de pagos en línea PayPal Holdings Inc.
Desde el principio, estuvo
dispuesto a usar dinero de una startup para ayudar a otra.
A finales de 2008, Tesla se
enfrentó a un potencial colapso financiero debido a la restricción del acceso a
financiación y a retrasos de fábrica del recién lanzado auto eléctrico
Roadster. Como parte de una ronda de financiación de US$40 millones, Musk se
comprometió a invertir US$20 millones de su propio dinero en Tesla.
Por la misma época, SpaceX, con sede
en Hawthorne, California, luchaba para desarrollar su negocio de lanzamiento de
cohetes y se estaba quedando sin dinero. Luego ganó un contrato de US$1.600
millones de la agencia espacial estadounidense (NASA) para enviar 12 cápsulas
de carga no tripuladas para ayudar a reabastecer la Estación Espacial
Internacional, según comunicados de prensa.
A comienzos de 2009, Musk tomó un
préstamo personal de US$20 millones de SpaceX. En la entrevista con The Wall
Street Journal, el ejecutivo dijo que el dinero se usó para “ayudar a Tesla”.
Tesla salió a bolsa en junio de
2010. Musk dice que pagó el préstamo de SpaceX con intereses al vender 1,4
millones de acciones de la automotriz por alrededor de US$23,8 millones. El
empresario dice que esa ha sido la única ocasión en la que ha vendido acciones
de la automotriz.
A comienzos de 2013, Tesla se
estaba quedando sin efectivo mientras batallaba para producir sedanes Modelo S,
que estaban afectados por motores defectuosos y otros problemas, mientras
SolarCity necesitaba efectivo para apuntalar su negocio de alquiler de paneles
solares. Musk aumentó sus líneas de crédito de US$85millones a US$300 millones,
según documentos regulatorios. Sus prestamistas, Goldman Sachs Group Inc. y
Morgan Stanley, declinaron hacer comentarios.
Como garantía por las líneas de
crédito, Musk ofreció 9,5 millones de acciones de Tesla, o 29% de su
participación la empresa, según documentos regulatorios. Además, Musk puso como
colateral 6 millones de acciones de SolarCity, o 29% de su participación
general.
De mayo a octubre de 2013, Musk
usó parte del dinero de las líneas de crédito para comprar US$100 millones en
acciones de Tesla y US$10 millones en acciones de SolarCity en emisiones de
acciones que inyectaron capital a ambas compañías, según presentaciones
regulatorias.
Musk dijo en la entrevista que su
compra de acciones muestra que está alineado con los inversionistas en las dos
empresas y que ha tomado prestado menos del 65% del dinero disponible a través
de las dos líneas de crédito.
Las ofertas de bonos de SolarCity
han recibido tres impulsos separados de SpaceX. Documentos regulatorios
muestran que SpaceX compró US$90 millones de los bonos en marzo de 2015, US$75
millones en junio pasado y otros US$90 millones el mes pasado.
Las transacciones financieras han
planteado dudas en el Congreso estadounidense, donde algunos legisladores están
preocupados de que dinero de los contratos federales con SpaceX pueda ser
utilizado para ayudar a SolarCity.
SpaceX ha recibido US$3.200
millones para su programa de cohetes de contratos gubernamentales, según una
persona al tanto. Los legisladores quieren asegurarse de que nada de ese dinero
termine en SolarCity.
Musk declinó comentar. Un vocero
de SpaceX dijo que el balance de efectivo de la empresa no es dinero del
gobierno sino fondos de SpaceX originados en una amplia combinación de
contratos comerciales, contratos con el gobierno y fondos del sector privado.
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