Se estrecha el cerco sobre los
paraísos fiscales
The wall street journal- abril de 2016
FRÁNCFORT—Los esfuerzos
internacionales contra la evasión tributaria y el lavado de dinero han
estrechado los controles en numerosos paraísos fiscales, obligando a los
usuarios de estas reservadas estructuras offshore a dirigirse a lugares más
exóticos.
Los llamados Panama Papers,
revelados esta semana por el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación, una organización con sede en Estados Unidos, y otros medios de
comunicación, muestran cómo clientes de la firma de abogados panameña Mossack
Fonseca & Co. lograron lavar dinero, esquivar sanciones y evadir impuestos.
El surgimiento de un escándalo
tributario en Panamá “no es de extrañar”, señala Pascal Saint-Amans, director
del Centro de Política y Administración Tributaria de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un organismo internacional que
ha ayudado a coordinar la lucha contra la evasión de impuestos. “Vemos un
avance muy importante hacia la transparencia en todos los paraísos fiscales (…)
salvo Panamá y Vanuatu”.
Mossack Fonseca dijo esta semana
que había operado de forma “irreprochable” durante 40 años y que jamás ha sido
acusada ni imputada de algún delito.
Después de la crisis financiera
de 2008 y la recesión que le siguió, los gobiernos de los países
industrializados han emprendido una ofensiva sin precedentes contra la evasión
tributaria, motivados por la necesidad de reducir sus déficits fiscales y
responder a una serie de escándalos producidos por la filtración de documentos,
de los cuales el caso de Panamá es sólo el más reciente.
Otras recientes filtraciones han
involucrado las operaciones de banca privada de HSBC Holdings PLC en Suiza, que
es acusado de proveer servicios a evasores fiscales, y una serie de documentos
que muestran cómo Luxemburgo ayudaba a las multinacionales a reducir el pago de
impuestos.
La persistente ofensiva contra la
evasión fiscal y el lavado de dinero ha hecho que algunos busquen paraísos
fiscales “alternativos, más lejanos e incluso más exóticos”, dice Marc Sanders,
director de Taxand, una firma internacional de asesoría tributaria.
Suiza, Luxemburgo y otras
jurisdicciones han estado sometidas a la presión sostenida de un conjunto de
leyes que se aprobaron después de la crisis financiera, tanto en Estados Unidos
como en Europa. El gobierno estadounidense dio el puntapié inicial en 2010 con
la promulgación de la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (Fatca,
por sus siglas en inglés), que exige que las entidades financieras revelen las
identidades de sus clientes estadounidenses y los activos que poseen. Eso ha
llevado a una serie de acuerdos extrajudiciales entre el gobierno de EE.UU. y
los bancos suizos.
La Unión Europea no demoró en
seguir el ejemplo y presionó a países como Suiza y Luxemburgo para que
compartieran información sobre las cuentas de sus connacionales en el exterior.
A mediados del año pasado, la UE divulgó los nombres de 30 jurisdicciones
tributarias que no habían colaborado, basados en los datos de los diferentes
países de la UE.
“Incluso las jurisdicciones
británicas están bajo presión”, indica Ronen Palan, profesor de la City
University of London, quien ha escrito varios libros sobre paraísos fiscales.
Mencionó las Islas del Canal, que incluyen Jersey y Guernesey.
Panamá, en cambio, “es
independiente y no trata de competir con el resto sobre, supuestamente, poner
la casa en orden”, asevera.
Saint-Amans afirma que Panamá,
que no es miembro de la OCDE, ha sido renuente ante iniciativas recientes como
el intercambio de información de cuentas bancarias entre autoridades nacionales
si surge una solicitud o en forma automática, además de una convención
multilateral de asistencia mutua en temas tributarios.
“Por alguna razón u otra
decidieron seguir siendo una jurisdicción bastante reservada”, dice
Saint-Adams.
Funcionarios panameños no
pudieron ser contactados de inmediato para que comentaran al respecto.
Ramón Fonseca Mora, el cofundador
de Mossack Fonseca, formó parte del gobierno del ex presidente Ricardo
Martinelli.
En un extenso comunicado
publicado en Internet, Mossack Fonseca señaló que el Grupo de Acción Financiera
Internacional, un organismo intergubernamental formado en 1989 para combatir el
lavado de dinero, eliminó en febrero a Panamá de su lista de jurisdicciones que
no colaboraban.
Otras jurisdicciones se podrían
estar beneficiando de la lucha contra los paraísos fiscales tradicionales.
Palan observa “señales de un movimiento hacia Asia” en las cifras sobre ahorros
y depósitos de los bancos globales que publica el Banco de Pagos
Internacionales, con sede en Basilea, Suiza. “El giro es claramente hacia
Singapur, Dubai y Hong Kong”, dice.
Aun así, las campañas globales
contra la evasión fiscal han alentado a más de 500.000 personas a declarar sus
cuentas offshore en los últimos años, lo que ha generado unos 50.000 millones
de euros (US$57.000 millones) en impuestos, estima Saint-Amans.
La presión tampoco ha cedido. Los
líderes de las 20 mayores economías del mundo prometieron en noviembre reformar
los estándares globales para combatir la evasión de impuestos. Holanda y el
Reino Unido han señalado que adoptarán registros públicos con los nombres de
los dueños de las empresas. La UE, asimismo, trata de elaborar su propia “lista
negra” de paraísos fiscales que no colaboran.
Sin embargo, los expertos
advierten que firmar acuerdos no significa que haya llegado la hora de declarar
victoria sobre los paraísos fiscales.
“Las zonas exentas de impuestas
existían incluso durante la Roma antigua”, señala Sanders. “Probablemente habrá
países dispuestos a colaborar con esta clase de estructuras”.
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