Primeros pasos si vas a
digitalizar tu negocio
Emprendedores - sábado, 9 de
abril de 2016
Queda claro, por tanto, que la
solución pasa por digitalizarse… o morir. Pero sin volverse loco por implantar
tecnología sin una razón de ser. “La transformación digital es un reto de
gestión. Existe la idea de compro tal tecnología y ya está todo hecho. Y no. La
transformación digital es una estrategia, es decir, el medio con el que vamos a
conseguir los objetivos que nuestra empresa se haya marcado”, señala el experto
Alberto Díaz.
Y esa es una de la claves: que
nos hayamos marcado unos objetivos previos, “porque implantar tal o cual
tecnología por que sí no te convierte en una empresa digitalizada. Te irá bien,
mal o peor, dependiendo de la estrategia que hayas fijado”, dice Díaz.
El error de pensar que con una
web lo resuelvo todo es más frecuente de lo que podamos imaginar. Una web puede
ser una ejecución final de una ruta, pero el punto importante del proceso es
entender cómo, de verdad, afectará a nuestro negocio. “El reto de la
transformación digital es el reto a la productividad, porque si no hay
productividad, no es una transformación digital, sino una moda. Tiene sentido
digitalizarse cuando puedes generar productividad en tu operación, si no, lo
estás enfocando mal”, sostiene este experto.
¿Por dónde empezamos?
Lo primero que debes hacer es
saber bien cuál es tu cadena de valor y quiénes son tus competidores. “Cuando
has entendido bien cuál es tu cadena de valor (que es cambiante) y cuáles son
ahora tus competidores (por ejemplo, eres una cadena de hoteles y antes tenías
como competidor a otra cadena de hoteles y ahora es Airbnb), debes valorar en
qué eres bueno y concentrarte en ello”, recomienda Díaz.
Pregúntate qué aportas al mercado
y qué aportarías con la tecnología
Este experto reconoce que la
habilidad de poder externalizar o no determinados procesos es una decisión muy
importante. “Lo que es seguro es que amarrarse al cien por cien a lo que antes
era tu cadena de valor es muy arriesgado. Y seguro que hay alguien en el
mercado que puede hacer de una forma más efectiva que tú una parte de tu
proceso, pudiendo, en ese caso, externalizar, subcontratar, abandonar, etc.”,
propone.
En esa primera fase de análisis
debes entender qué tecnologías están aportando o desintermediando una parte o
varias de tu cadena de valor. Por ejemplo, “la tecnología ha desintermediado
una parte de la cadena de valor de los editores de libros. ¿Por qué? Porque ya
no hace falta tanta imprenta ni tanta tienda de libros. O a lo mejor la gente
ya no quiere ir a los concesionarios de coches. En ese sentido, hay que
intentar entender cómo afecta la tecnología de forma positiva o negativa a tu
cadena de valor y si en tu negocio hay una tecnología que te está dejando fuera
del mercado”, apunta Díaz.
Y sin olvidar a los clientes
Todos los mercados son
susceptibles de digitalizarse, pero ¿es necesario digitalizarme en todos los
aspectos? Esa es la pregunta que lanza el experto Rodolfo Puente. Porque uno de
los errores más frecuentes en muchas empresas, que de repente dan el salto
tecnológico, es querer acaparar todo a la vez y ya: tener una web y además
adaptada al móvil, una tienda online, tener presencia en las redes sociales,
contar con una aplicación…, pero sin haberse parado a pensar si todo eso le va
a aportar valor a sus clientes y, por ende, a su negocio.
“Las empresas deben tener claro
dónde están y cuáles son sus objetivos de negocio, principalmente basados en
qué están haciendo sus competidores”, dice este experto, que añade que una de
las cuestiones que deben responder es si tienen hueco en ese mercado para poder
lanzarse. “Sin olvidar, evidentemente, cuáles son las necesidades de sus
clientes y qué pueden hacer en ese sentido”, sostiene.
¿E-commerce, web móvil, app,
redes sociales? depende de tus objetivos
Según este experto, una empresa
se puede digitalizar desde dos perspectivas: Una, hago una web y me posiciono
como una marca y genero marca y me establezco como marca. Y dos, ya estoy
establecido como marca y tengo un stock o no lo tengo o tengo un servicio que
quiero digitalizarlo, por ejemplo, con un comercio electrónico. Y llegado el
caso, con esa tienda online debes valorar si tienes competencia, si hay hueco,
qué valor añadido le puedes dar a tus clientes, etc. Porque la clave, en todo
esto, es ¿qué quieres conseguir? ¿Has cuantificado y valorado quién es tu
público objetivo? ¿Tienes competencia y qué hace?, etc.”.
Mejora de los procesos
Todo este esfuerzo previo debe ir
encaminado a mejorar los procesos internos, la eficiencia y la rentabilidad de
la empresa, así como la imagen de cara al cliente. El emprendedor Javier
Echaleku propone iniciar dos líneas de trabajo: “Una, por ejemplo, digitalizar
todo el proceso de ventas para crear nuevos canales: un e-commerce, digitalizar
al equipo comercial, etc. Y otra, que podemos hacerla de forma paralela, es
digitalizar los procesos internos de la organización. Un ERP o un CRM nos
permite conocer a los clientes, los pedidos, las ventas… Y a partir de ahí,
todo lo demás: comercio electrónico, blog corporativo, etc.”.
A una empresa de producto, es más
fácil asociarla con tener un e-commerce. “Pero cuando eres una empresa de
servicios o una marca que no vende directamente por Internet, cuesta más ver
esto y lo habitual es que las empresas se limiten a tener una web estática”,
destaca.
“Imagina –dice Echaleku– que
vendes seguros o eres un pintor de brocha gorda o una consultoría de
desarrollo, ¿por qué no utilizar el canal online para conseguir clientes? Por
ejemplo, en Kuombo hacemos consultoría de desarrollo y hemos incorporado una
sección nueva de reportajes de investigación para dar valor a nuestros usuarios
y clientes. ¿Y un pintor? Puede venderse explicando a sus usuarios sus
innovaciones, sus trabajos de investigación en colores, calidad, etc. Y eso le
puede ampliar su cartera de clientes y sus precios, por ejemplo. No tiene
sentido tener un blog y una red social si no tienes el compromiso de investigar
y trasladar a los demás toda tu experiencia. Y eso también forma parte de la
digitalización”, afirma este experto.
¿Incorporar tecnología? Por
supuesto, pero sabiendo en todo momento qué vas a necesitar, para qué y cómo lo
vas a rentabilizar. De arriba abajo
“La digitalización no es una
cuestión de costes, sino de actitud. Es una estrategia que se debe hacer de
arriba hacia abajo. Esa actitud de digitalizarse debe nacer desde la
dirección”, afirma Nacho de Pinedo, del ISDI.
Un accesorio
“Muchos gestores pensábamos
–incluido yo en el pasado– que la tecnología era una cosa ‘de otros’, que era
un accesorio”, señala Alberto Díaz, de Digital Migration Partners. Y para
empujar un negocio y tener una progresión interesante, “la gestión de la
tecnología tiene que ser parte del día a día de los directivos. Eso no quiere
decir que deban ser ingenieros, pero como van saliendo herramientas
continuamente que pueden cambiar la productividad de una empresa de forma
dramática no pueden ver la tecnología como algo lejano”.
Hacia el horizonte
Para De Pinedo, digitalizarse es
orientar nuestra empresa hacia Internet, que es un mundo mucho más amplio que
nuestro pequeño negocio. “Lo primero, haz un análisis estratégico, que consiste
en ver qué oportunidades tiene tu negocio desde el punto de vista digital y
luego cómo llegar a ellas. Eso es mucho más amplio que vender por Internet.
Significa orientar tu negocio a ese mundo digital y eso lo puedes hacer
vendiendo o teniendo contenidos digitales o dando servicios digitales o
generando tráfico para tu tienda física, etc.”.
Mide lo que haces
Y debes medirlo. “Fija unos
objetivos de negocio y luego analiza si tus objetivos digitales te están
llevando a los de negocio. Si todo lo que estás haciendo en tu entorno digital
no te está ayudando a conseguir tus objetivos de negocio, mal vas”, recalca De
Pinedo.
Uno de los retos en ese proceso
de digitalización, señala Díaz, es saber cuáles son los ratios digitales que
hay que medir para ver cómo es la evolución digital del negocio. Y otro reto es
cómo se relaciona esa medida digital con la medida de negocio. “Por ejemplo
–argumenta este experto–, si un negocio se está midiendo en ventas, en
notoriedad, en beneficios, en lealtad de cliente…, lo que debes saber es cómo
las medidas digitales se correlacionan con las otras. De nada sirve decir que
tienes un millón de fans en Facebook si no sabes explicar cómo se relaciona esa
métrica o ese resultado con el negocio en sí. Mucha de esa desconfianza hacia la
tecnología de muchos gestores de pymes se debe a que no se cerraba el círculo:
Dime cómo se está moviendo mi negocio y no sólo me hables de herramientas”.
Una de las ventajas de Internet
es que todo es medible y todo es controlable. “Hay herramientas que te permiten
controlar a diario cualquier acción”, indica Rodolfo Puente, de
emprendeCommerce.
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