Diomedes Díaz y el lado oscuro del vallenato
BBC Mundo - martes, 13 de enero de 2015
Los ingredientes para el éxito parecen estar
todos ahí: una historia basada en la vida de uno de los artistas más populares
de Colombia, canciones que ya son parte de la banda sonora personal de millones
de sus compatriotas y polémica. Mucha polémica.
Porque de eso siempre estuvo llena la vida de Diomedes
Díaz, el juglar vallenato que a poco más de un año de su muerte ya tiene su
propia telenovela, la que empezará a ser transmitida este martes en Colombia
por la cadena RCN.
Mientras que el lado oscuro de la vida de
"el cacique de la junta" también ha hecho que muchos resientan el
"Diomedízate" con el que la televisora ha estado promocionando
localmente la serie.
Lo que significa que en redes sociales,
portales de internet y en las páginas de opinión de los principales periódicos
del país no han faltado voces insistiendo en que este más bien tendría que
"Des-diomedizarse", con algunos llegando a cuestionar incluso la idea
de llevar a la pantalla la vida de semejante personaje.
Con más de 300 éxitos y más de 20 millones de
discos vendidos, Diomedes es sin duda uno de los grandes ídolos musicales
colombianos. Pero su vida estuvo marcada por el escándalo y la polémica.
El tema es que, para muchos, Diomedes Díaz,
además de un gran cantante, también simboliza algunas de las peores cosas de
Colombia: impunidad, excesos y relaciones poco santas con el narcotráfico y los
paramilitares perdonadas en virtud de su fama, éxito y talento.
Aunque, mientras conduce su taxi, Jorge
Guillermo Moreno –un confeso admirador del juglar vallenato– dice no entender
las razones para tanto escándalo.
"Es cierto: él como cantante era muy bueno
y como persona dejó mucho que desear. Pero si hicieron una novela sobre Pablo
Escobar…", le dice a BBC Mundo.
"Lo bueno y lo malo"
Por lo pronto, los productores de la serie han
prometido que abordará todas las facetas de la vida del polémico artista, desde
cuando como niño componía y cantaba "para no aburrirse" mientras
trabajaba como espantapájaros en las plantaciones de maíz de La Guajira, hasta
su muerte en diciembre pasado, a los 56 años de edad y con 28 hijos.
Y, seguramente, la novela contará la historia
detrás de algunos de sus 300 éxitos –que le permitieron vender más de 20
millones de discos y conquistar un Grammy Latino– así como el triste caso de
Doris Adriana Niño, cuya muerte en 1997 le valió a Diomedes una condena de 12
años de cárcel, de la que sólo cumplió una tercera parte tras las rejas.
"Hubo muchas horas de entrevistas con
Diomedes, quien nos contó la historia de su vida con todas sus contradicciones.
Y parte del acuerdo con él era contar todas las facetas para generar una
reflexión, que era lo que él mismo quería", explica Yalile Giordanelli,
productora de la serie.
"Y sabíamos que iba a haber polémica. Pero
aquí no estamos buscando una apología a una vida personal, con errores, sino
más bien exaltar los valores de la cultura vallenata", le dice a BBC
Mundo.
Para Giordanelli, una bogotana de origen
costeño, Díaz fue, de hecho, el último de los verdaderos juglares vallenatos,
esos cronistas de su tiempo y su tierra propios de la costa caribe colombiana.
Y la invitación a "Diomedizarse" no
es otra cosa más que una invitación a acercarse a esa cultura, que muchos
sienten se está perdiendo.
"La vida que él llevó ya como famoso no es
la que representa esa cultura, esa está más bien en las composiciones musicales
que hizo", afirma la productora.
Aunque, en la práctica, a los ojos de muchos,
la imagen actual de la cultura vallenata también está marcada por los excesos
–en materia de alcohol, droga y mujeres– del gran Diomedes.
El último de los juglares
El multitudinario entierro de Díaz dio
testimonio de su popularidad, a pesar de su lado oscuro.
Para Alberto Salcedo Ramos, un gran conocedor
del género y autor del texto definitivo sobre Diomedes Díaz –"La eterna
parranda", que le valió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en
2011– esa imagen está, sin embargo, desvirtuada por un conocimiento incompleto.
"Diomedes se fue convirtiendo en una
caricatura de sí mismo y lo que la gente cuestiona del Diomedes Díaz que
conoció en los últimos años es una caricatura", le dice a BBC Mundo.
"Pero nosotros aquí en el Caribe crecimos
viendo a un tipo que cantaba como los dioses, un tipo que se tomaba en serio su
trabajo, un tipo que tenía un gran respeto por el canto y los ancestros y que
dejó una obra maravillosa", agrega.
Y –advierte Salcedo– no hay que creer que los
excesos actualmente asociados a los multitudinarios conciertos de música de
acordeón que se celebran en la costa Caribe colombiana definen al género.
Por una sencilla razón: "Lo que eso
pelados hacen no es vallenato", le dice a BBC Mundo. "Para mí el
vallenato es un folklor que no se graba desde hace mucho tiempo", agrega.
Según el escritor barranquillero, hay formas
objetivas de demostrarlo, pues muchos de los supuestos "vallenatos"
de la actualidad no llevan ninguno de los aires representativos del género:
pulla, paseo, son y merengue.
"Y además son canciones que no narran
historias, no exaltan un amor, no te crean una frase que te acompañe por el
resto de tu vida. Es una música realmente estúpida y repito: no es vallenato.
Es música de acordeón, que es diferente", sostiene.
El cronista también hace notar que "el
licor, la perica" –la cocaína– y esa cantidad de vainas (que era normal
ver circular en los multitudinarios conciertos de Diomedes y en los de sus
"herederos") también circulan en otros folklores, en otros
géneros".
"Ese es el país, Colombia; esa es la
cultura colombiana. Si te vas a una gallera de traquetos (narcos) que oyen
música de carrilera vas a ver también esos excesos", cuenta.
"Lo que pasa es que el vallenato carga con
la fama. Supongo que por algunos cultores desordenados que ha tenido, con
Diomedes Díaz. Pero si tú quieres hablar de las relaciones entre el vallenato y
la cultura popular colombiana tienes que remontarte al pasado, no lo puedes
hacer con lo de hoy", insiste Salcedo.
Un asunto de matices
Pero, así las cosas, ¿podrá la exaltación de la
vida de Diomedes Díaz contribuir al rescate del verdadero vallenato o
terminarán pesando más sus escándalos y excesos?
Giordanelli, la productora, ciertamente apuesta
por una mejor comprensión del género, aunque no niega que el primer objetivo de
la telenovela sea el entretenimiento.
"Pero uno sí espera que la gente salga en
un estado de ánimo distinto, tiene que haber una transformación y ojalá que se
genere un acercamiento a la cultura vallenata y a todas sus cosas bonitas,
además de una reflexión sobre lo malo, por supuesto", le dice a BBC Mundo.
Mientras que Salcedo cree que todo dependerá
del manejo del sujeto.
"Sobre Diomedes Díaz es imposible dar una
respuesta corta que lo abarque completamente. Yo escribí un reportaje largo
precisamente para poder responder a esa pregunta, porque en una respuesta corta
uno corre el riesgo de terminar o exaltándolo o linchándolo", explica.
"Y es que es muy fácil con un personaje
como Diomedes hacer el ridículo, reducirlo todo a blanco o a negro", le
dice a BBC Mundo.
"Para entenderlo hay que buscar las
explicaciones en los matices".
Pero para averiguar si "Diomedes, el
cacique de la junta" lo consiguió o no, habrá que ver la telenovela.
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