La vida cotidiana antes de Colón
EFE -
domingo, 25 de enero de 2015
El sitio
arqueológico Nuevo Lourdes, en la zona central de El Salvador, abre puertas al
conocimiento de la vida cotidiana en la época prehispánica en este país y
Mesoamérica, según expertos que investigan el lugar.
El sitio
está "relacionado con la vida cotidiana" y no con lugares
ceremoniales, como en otras zonas de Mesoamérica, dijo a Efe el director de
Arqueología de la Dirección de Patrimonio Cultural de la estatal Secretaría de
Cultura, Shione Shibata.
Obreros de
una empresa constructora descubrieron por casualidad indicios arqueológicos en
Nuevo Lourdes en 2013 durante la construcción de un proyecto de vivienda, en
los alrededores de Lourdes, departamento de La Libertad (centro).
Los
primeros hallazgos hechos en 2013 fueron un extenso campo de cultivo, la
sepultura de una persona y sus ofrendas, al menos seis ollas y decenas de
fragmentos de diversos objetos de cerámica, obsidiana y piedra, según
anunciaron los expertos en ese entonces.
Esos
restos corresponden al período preclásico tardío (del año 200 antes de Cristo
al 200 después de Cristo), según los análisis.
Nuevas
excavaciones, hechas entre septiembre y octubre de 2014, sacaron a luz otros 15
objetos, como vasijas y cuencos de cerámica, mazos de piedra para moler maíz y
dos cuentas de jade, que fueron presentados a la prensa en San Salvador el
pasado día 21.
También se
encontró una cantidad indeterminada de restos óseos, entre los que hay al menos
un cráneo, dientes y trozos de huesos, refirió a Efe la arqueóloga de la
Secretaria de cultura Michelle Toledo.
Según los
arqueólogos, los hallazgos recientes datan del período clásico tardío (de 650 a
950 después de Cristo).
Shibata
destacó que Nuevo Lourdes tiene importancia particular porque los restos
indican que era un lugar de residencia y trabajo.
"Muchas
investigaciones realizadas en la región mesoamericana" han descubierto
"principalmente centros ceremoniales, o sea, donde están pirámides" y
otras construcciones representativas de la vida gubernamental o religiosa,
recordó.
"Sin
embargo, esta vez (lo encontrado en Nuevo Lourdes) es como una vivienda o un
campo de cultivo relacionados con la vida cotidiana, la gente, y en ese punto
no se ha investigado mucho", apuntó el arqueólogo japonés.
"En
este caso de Nuevo Lourdes se encontraron diversas osamentas, diversas formas
(de objetos) y también de cultivo, y con esto podemos reconstruir la vida
cotidiana de aquel entonces", añadió.
Hasta
ahora no se ha determinado a qué cultura prehispánica pertenece el sitio
arqueológico Nuevo Lourdes, aunque podría ser maya, consideró Hugo Díaz, otro
de los arqueólogos.
Los mayas
habitaron en partes de México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Shibata
refirió que en muchos lugares arqueológicos las imágenes que aparecen en los
objetos encontrados ayudan a identificar su antigua población, entre otros
elementos.
Pero
"en el caso de Nuevo Lourdes no tenemos" indicios como esos,
"solamente material como estos" objetos encontrados recientemente,
que "no tienen dibujos de personajes de aquel entonces".
Otra vía
que ayuda a determinar la población es el análisis óseo, "pero los huesos
(encontrados en Nuevo Lourdes) están bien deteriorados y nos dan dificultad de
identificar bien quiénes" habitaban el lugar, añadió el director de
Arqueología de la Secretaria de Cultura.
Shibata
reafirmó que es "una posibilidad" que la población del sitio Nuevo
Lourdes haya sido maya.
Díaz
consideró que será importante determinar la relación de este sitio con otros de
El Salvador, como Joya de Cerén o San Andrés, ambos mayas y localizados también
en el departamento de La Libertad.
Shibata
destacó el potencial arqueológico que tiene El Salvador porque "gracias a
varias erupciones volcánicas que han ocurrido en este país diversos sitios
(...) están sepultados", como es el caso de Nuevo Lourdes.
La
construcción del proyecto inmobiliario impedirá la investigación completa del
sitio, pero los arqueólogos destacaron la cooperación de la constructora
responsable de la obra, que alertó a las autoridades de la presencia de restos
arqueológicos y colabora en los trabajos de excavación.
Esta es
una forma de "armonizar" el desarrollo urbanístico y el patrimonio
cultural, comentó Shibata.
Sin
embargo, quedan muchas posibilidades de hacer nuevos descubrimientos porque hay
más de 350 bolsas de materiales de las excavaciones, cuya investigación podría
llevar unos dos años, según los arqueólogos.
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