Tus 'Me gusta' de Facebook hacen un perfil de
personalidad mejor que tu madre
unocero - martes, 13 de enero de 2015
Investigadores del Psychometrics Centre de la
Universidad de Cambridge y del departamento de Ciencias de la Computación de la
Universidad de Stanford han realizado un estudio donde determinan que la
actividad en tus redes sociales como Facebook puede determinar tu personalidad
mejor que tus amigos y familiares.
Los autores de la investigación creen que esto
ayudará a la relación entre máquinas y humanos, pero alertan de los peligros
que puede suponer para lo más íntimo del ser humano, su forma de ser, pensar o
sentir.
En el estudio participaron casi 90.000 usuarios
de Facebook, los cuales fueron valorados mediante un test y sus “Me gusta” en
la red social. Posteriormente, partíendo de la idea de que el comportamiento en
las redes da pistas fiables sobre cómo es una persona, desarrollaron un
programa que, como si fuera un psicólogo digital, detectara los principales
rasgos psicológicos con unas decenas de “Me gusta”.
Para determinar si las máquinas podían juzgar
mejor a los humanos que los propios humanos, hicieron que compañeros de
trabajo, amigos y familiares dibujaran un perfil psicológico de los usuarios de
Facebook estudiados, mediante un cuestionario estándar en psicología.
Con sólo 10 “Me gusta“, el programa fue capaz
de determinar la personalidad con mayor certeza que los juicios emitidos por un
colega del trabajo. Con 70 “Me gusta” lo determinó mejor que sus compañeros de
piso, con 150 más que sus madres. Sólo la pareja de cada participante rivalizó
con el software, sin embargo, si disponía de 300 “Me gusta” o más, no tenía
rival. Teniendo en cuenta que la media de “Likes” de un usuario es de 227, en
la mayoría de los casos la computadora juzgó mejor que los humanos.
La precisión con que juzgan la personalidad el
software respecto a los humanos
“Las computadoras pueden ganarnos en nuestro
mejor juego”, dice el investigador de la Universidad de Stanford y coautor del
estudio, Michal Kosinski. “Predecir los rasgos psicológicos de los otros es una
habilidad social básica, crucial para el éxito y, en el pasado, para la
supervivencia, perfeccionada en millones de años de evolución. Y, ahora, un
modelo informático relativamente simple basado en una gran base de datos nos
supera con mucha facilidad”.
Buscando validar sus primeros resultados, los
investigadores obtuvieron una submuestra de más de 14,000 usuarios de Facebook
que habían sido valorados, no por un allegado, sino al menos por dos. Pero aún
con un perfil psicológico doble, la máquina volvió a superar a los humanos.
En una tercera medición, los investigadores
quisieron saber si el software podía predecir determinadas conductas propias
como el consumo de drogas, la tendencia a la depresión o la orientación
política. La máquina acertó en 12 de las 13 conductas estudiadas. Los
resultados además confirmaron un trabajo anterior de colegas de Cambridge que
mostraban cómo 100 “Me gusta” bastaban para saber el sexo, raza o ideología.
Para Kosinski, las computadoras tienen un par
de ventajas sobre los humanos a la hora de analizar la personalidad de una
persona: “Por encima de todo, las máquinas pueden conservar y recuperar grandes
cantidades de información y, además, pueden analizar todos estos datos con
algoritmos. Esto las hace menos vulnerables al fallo, el olvido y al
pensamiento muchas veces irracional propio de la mente humana”.
Los investigadores creen muy cercano un
escenario en el que existan sistemas automatizados, certeros y asequibles para
determinar la personalidad, lo que podría mejorar la toma de decisiones, desde
a quién contratar, a qué político votar o hasta de quién enamorarse. Sin
embargo, también reconocen el riesgo de dejar que las máquinas jueguen a ser
psicólogos o que empresas y gobiernos empiecen a usarlas como tales.
“Predecir la personalidad es, como cualquier
otra tecnología, moralmente neutral. Podemos usarla para mejorar nuestra vida o
hacernos daño, igual que con los cuchillos. Ciertamente, tenemos que proceder
con cautela, ya que la tecnología actual funciona bien y podría beneficiar (o
dañar) a un gran número de personas”, agrego.
Para los investigadores es necesario diseñar
sistemas y políticas que minimicen los riesgos mediante la transparencia y
control, pues los usuarios deben estar conscientes de que sus datos están ahí
fuera y que están siendo usados.
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