Tecnoestrés, un trastorno laboral
motivado por dependencia a vivir conectado
EFE - enero de 2015
La penetración de las nuevas tecnologías en el
mundo laboral "fomenta la tecnodependencia de los trabajadores" hasta
el punto de generarles tecnoestrés: un trastorno que afecta a aquellos que
viven continuamente pegados al ordenador, al móvil u otros dispositivos en red.
"Vamos camino de no hacer nada sin estar
conectados, de pasar de ser seres humanos a convertirnos en meros seres
periféricos del ordenador", ha explicado a Efe el psicobiólogo y
catedrático de la Universidad de Murcia, José María Martínez Seva, autor del
libro "Tecnoestrés".
En su estudio, Martínez Seva confirma que este
incipiente trastorno laboral ya afecta a uno de cada tres españoles y que,
según sus encuestas de elaboración propia, "entre el 30 y el 50 %
confiesan que no podrían vivir sin Internet".
En el entorno laboral, cada vez se incrementa
más el número de trabajos "electrónicos", es decir, aquellos que se
valen de las herramientas digitales para desarrollar sus tareas cotidianas y
que ya superan los dos tercios del total de los desempeñados en España.
Martínez Seva admite que "existen muchas
profesiones que no se pueden entender sin el uso de las tecnologías, pues no
podrían sacar la misma productividad al trabajo" como por ejemplo el
periodismo, pero advierte ante la posibilidad de caer en un uso excesivo y, a
continuación, en la dependencia de éstas.
Otros oficios han ido integrando poco a poco
las nuevas capacidades tecnológicas hasta el punto de que ya no se entienden
sin ellas.
Es el caso de la medicina en la que Martínez
Seva recuerda que años atrás los especialistas atendían a sus pacientes y les
facilitaban su diagnóstico "in situ", mientras que ahora se da el
casos de médicos que "por no disponer de conexión con la que consultar el
historial clínico, paralizan su actividad".
Otro factor que propicia este trastorno, según
el psicobiólogo, es el incremento de las comunicaciones "online" que
demandan las grandes empresas y otras instituciones a través del correo
electrónico y las redes sociales, lo que lleva a numerosas personas a estar
prácticamente todo el día pendientes de las pantallas aunque no quieran.
La incapacidad de emplear las tecnologías de
manera saludable provoca en el trabajador irritabilidad, insomnio, dolores de
cabeza y trastornos gastrointestinales, entre otros síntomas.
"Hay personas que lo pasan muy mal si no
pueden acceder a Internet o usar su móvil", hasta el punto de que, en caso
de olvidarse el dispositivo en casa, "vuelven a por él aunque se encuentre
a kilómetros de distancia", comenta Martínez Seva, o sufren episodios de
frustración.
Según el experto, la forma de saber si uno se
ha convertido en tecnodependiente es comprobar por sí mismo "su
resistencia a desconectarse" olvidándose por unas horas de emplear
cualquier tipo de dispositivo.
Si no es capaz de pasar ese breve espacio de
tiempo sin conexión o lo vive con verdadero sufrimiento es que realmente
"no puede vivir sin su móvil".
De hecho, un estudio reciente elaborado por la
empresa Intel demuestra que el 40 % de los usuarios permanece las 24 horas del
día conectados a sus dispositivos y que 8 de cada 10 incluso duermen con su
móvil al lado, muchos de ellos con la excusa de que les sirve también como
despertador.
Como recomendaciones para evitar sufrir esta
clase de trastorno laboral, Martínez Seva sugiere hacer descansos de unos diez
minutos por cada hora de trabajo frente al ordenador, emplear el móvil con
moderación y no olvidar las formas tradicionales de comunicación, como la
escritura a mano.
Además, apuesta por las "siestas
digitales" como método para lograr un uso racional de las redes, con las
que lograr "una desconexión pasiva, pero también activa y ser capaces de
realizar actividades como salir a pasear, ejercitarse o quedar con amigos sin
sacar el móvil del bolsillo".
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