Escucha bien al cliente, o ¿ésa no es tu mesa?
Forbes - martes, 20 de enero de 2015
Práctica la escucha simple y sistemática para
averiguar lo que tus clientes están diciendo cuando ellos piensan que no estás
escuchando.
Estaba en uno de esos restaurantes de nuestro
querido magnate mexicano Slim, donde disfrazan a las pobres meseras como piñata
decembrina, y, para variar, pues no me hacían caso ni me traían una bebida que
había pedido, aun cuando el restaurante se encontraba casi vacío. Por tal
razón, me tomé el atrevimiento de interceptar a otra mesera para solicitarle
nuevamente mi requerimiento y, para mi sorpresa, recibí una respuesta que,
aunque en tono amable, me dejó tan helado cual la bebida que esperaba:
“Disculpe, pero ésta no es mi mesa; ahorita le llamo a su mesera.”
¿Cuántas veces tenemos la oportunidad de hacer
nuevos clientes, lograr dejar huella de buen servicio o incrementar el valor de
marca, y lo dejamos perder en manos de los empleados? ¿Sabemos en realidad dar
capacitación y motivación a los empleados para defender a quien finalmente
representan y les da de comer? ¿Sabemos escuchar realmente a nuestros clientes
y dar respuestas oportunas? ¿Sabes lo que dicen acerca de tu empresa cuando
ellos piensan que no estás escuchando? Me parece que no, y por ello quiero
compartir con ustedes cuatro formas de evitar que nos “zumben los oídos” (como
decía mi abuela cuando alguien estaba hablando de mí sin estar yo presente).
1. Crear foros: Aunque muchas empresas todavía
utilizan estrategias tradicionales de retroalimentación de los clientes, como
los libros u hojas de comentarios, los medios sociales se han convertido en las
encuestas de satisfacción diaria y, como tal, es probablemente la herramienta
de espionaje más poderosa que existe en el mercado. El truco aquí es crear
foros tanto de tu marca como de tu beneficio o mercado genérico, que fomenten
conversaciones provocadoras, teniendo en cuenta que existen al menos dos tipos
de conversaciones que vale la pena espiar:
¿Qué conversación preferirías escuchar?
2. Recompensar a los empleados por saber
escuchar al cliente: Imagina cuántos comentarios de los clientes no solicitados
escuchan tus empleados por casualidad, y nunca te informan o retroalimentan.
Ahora imagínate a cuántos comentarios más no solicitados de los clientes
podríamos tener acceso si…
a) Tus empleados fueran los mejores espías
internacionales, y
b) Fueran recompensados por los frutos de su
trabajo de espionaje.
Y, ¿por qué no poner en marcha un programa de
espionaje? Enseña al personal cómo dominar el arte de la escucha discreta pero
intencional, y luego hacer más fácil para ellos informar de sus hallazgos para
ganar puntos o algún otro tipo de incentivo, e incluirlos en las métricas de
desempeño.
3. Googleate a ti mismo: Pon tu nombre o el de
tu empresa, y junto a la palabra “comentarios o quejas” en la búsqueda de
Google y ¡Oh sorpresa!, puedes descubrir toda una caja de Pandora a tu
disposición. Pueden ser cosas buenas, pero la mayoría serán malas, ya que nos
encanta quejarnos y somos lentos en la felicitación. Eso, sin contar que
existen infinidad de troles o gente amargada que nunca será feliz. Ésta es una
manera de averiguar lo que algunos clientes bastante apasionados dicen cuando
ellos piensan que no estás escuchando.
4. Haz la típica pregunta gringa: What If..?:
¿Qué pasaría si fueras a llamar a uno de esos clientes entusiastas y
apasionados cada mes para preguntarles “¿Qué le dirías a alguien acerca de tu
experiencia como cliente de nuestros productos o servicios, si supieras que no
estábamos escuchando?” Haz preguntas difíciles. Obtén respuestas difíciles.
Pero sólo así se hacen crecer los negocios.
Así que práctica la escucha simple y
sistemática para averiguar lo que tus clientes están diciendo cuando ellos
piensan que no estás escuchando. A continuación aplica la imaginación a la
información e innova en tu forma de atraer, mantener y hacer participar más a
tus clientes para que puedas hacer crecer tu negocio.
Y tú, ¿qué opinas sobre el valor de
retroalimentación de los clientes?
¿Cuáles son algunas de las formas más
innovadoras que haz intentado o qué experiencias haz tenido para saber lo que
los clientes están pensando realmente? Me encantaría escucharte…
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