Las cifras del Super Bowl XLIX:
boletos, salarios y publicidad
sábado, 31 de enero de
2015
Le
llegó la hora a uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo. En el
University of Phoenix Stadium de Glendale, Arizona, los New England Patriots y
los Seattle Seahawks se disputan el título de la NFL, la liga más prestigiosa
de fútbol americano.
Será la edición 49 del Super Bowl, un
espectáculo donde el juego convive con el negocio y se cruzan los dos mejores
equipos de la temporada en Estados Unidos. Una versión más que moviliza
millones y millones de dólares entre salarios, apuestas, boletos y publicidad.
La estrella "rica" vs. la estrella
"pobre"
Curiosamente, los dos quarterbacks tienen
sueldos antagónicos. Tom Brady, de los Patriots, y Russell Wilson, de los
Seahawks, serán protagonistas de Super Bowl, pero sus ingresos son
completamente distintos.
Brady, de 37 años, disputa su sexta final de la
NFL (récord para un QB) y con tres anillos de campeón. Es una superestrella
consolidada que podría embolsarse tanto dinero como qusiera. Pero se prestó a
una reducción de sueldo para bajar el tope salarial de los Patriots y que éstos
pudieran reforzar su plantilla con jugadores de primer nivel.
Su sueldo base es de 2 millones de dólares,
pero añadiéndole bonus en conceptos diversos se eleva hasta los 15 millones. Y
si tenemos en cuenta que se embolsa unos 7 millones en patrocinio, está claro
que se trata de una de las máximas extrellas de la Liga.
En cambio, Russell Wilson tiene 26 años.
Seattle lo eligió en 2012. Aceptó un contrato modesto, de 3 millones de dólares
por cuatro temporadas; es decir, un salario de poco más de 600.000 anuales que,
con los bonus de este año, superará por poco la barrera de los 800.000. Es el
único quarterback de la NFL que no llega al millón de dólares.
En cualquier caso, Wilson finaliza el año
próximo su largo contrato y ya se especula que su renovación le proporcionará
unos ingresos anuales aproximados de 64 millones de dólares, bonus incluidos,
lo cual significaría pasar a ser el jugador mejor pagado de la NFL.
Los Patriots sacan ventaja en las insólitas
apuestas
El Super Bowl XLIX encendió el espíritu de los
apostadores y en Las Vegas lanzaron una variedad casi ilimitada de
posibilidades para apostar, algunas de ellas tan disparatadas que rayarían en
la irrealidad. Se estima que alrededor de 10 billones de dólares girarán en los
casinos, e incluso, la mayor parte de este monto proviene de apostadores no
profesionales.
Hay apuesta insólitas. Una de las posturas más
raras es saber de qué color será la bebida energizante que servirá para
"bañar" al coach ganador. Otra es cuántas veces la cámara enfocará a
Gisele Bundchen, la modelo que es esposa de Tom Brady.
En cuánto a los resultados, los Patriots se mantiene
como los favoritos en las apuestas de Las Vegas. La ventaja del equipo de Nueva
Inglaterra se da porque dentro de su plantilla hay dos jugadores que son
considerados decisivos para la búsqueda de su cuarto Super Bowl en el partido
de la cuadragésima edición del torneo.
Los anuncios del Super Bowl
La cadena NBC vendió todos sus espacios para
comerciales por alrededor de 4.5 millones de dólares cada aviso de 30 segundos.
Se esperan que lo miren por TV casi 120 millones de televidentes locales, más
unos cuantos más a nivel global.
La mayor parte de los espectadores, el 77,1%,
observa la publicidad del Super Bowl como entretenimiento puro y duro, mientras
que el 20,1% cree que los anuncios asociados a este eventos deportivos
contribuyen a aumentar su conocimiento de las marcas anunciadas.
Aun así, la publicidad que se emitirá es objeto
también de voces críticas. El 16,6% de los consumidores cree que los
auspiciantes deberían ahorrar el dinero invertido en la transmisión y
transferir esa plata a sus propios clientes, y el 9,7% denuncia que los anuncios
hacen demasiado largo el "programa".
Todos quieren boletos: estalló la reventa
Según un reciente estudio llevado a cabo por la
Federación Nacional de Retail (NFR) de los Estados Unidos y la empresa de
investigación de mercados Prosper Insights & Analytics, el gasto medio por
asistente al University of Phoenix Stadium de Arizona, será este año de 77,88
dólares, frente a los 68,27 de 2014. Algunos habrán pagado hasta 2.600 dólares
por los mejores asientos.
Pero en la reventa, se convirtió en el segundo
evento deportivo en superar el umbral de 5.000 dólares, tras el Campeonato
Nacional de 2011, que también tuvo lugar en el estadio de la Universidad de
Phoenix, explicó un artículo de la revista Forbes. En ese momento, el precio
promedio fue de poco más de 6.100 dólares, según el servicio de venta TiqIQ.
Ese hito fue casi 1.000 dólares más caro que el anterior récord.
Con la amenaza de la tormenta sobre la costa
este, los precios se derrumbaron el 26 de enero, de un máximo de 6.375 dólares
a 5.762. Con ese estremecimiento, los compradores pudieron dar un suspiro de
alivio, ya que por un día los valores rondaban alrededor del mismo nivel.
En la noche del miércoles, según TiqIQ, el
precio medio de cotización para el boleto del Super Bowl fue superior a 8.000.
Aunque queda un boleto disponible por menos de 6.000 dólares y el promedio de
los 10 billetes más baratos es actualmente de 6.500 dólares.
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