El decálogo de inversión de Carlos Slim, el
magnate
Estrategias de Inversión - lunes, 19 de
enero de 2015
El segundo hombre más rico del mundo lleva en
sus venas sangre de comerciantes. Su padre era un empresario libanés que dejó
en su hijo la impronta de los negocios.
La página web en la que Carlos Slim desgrana
los negocios de su conglomerado empresarial termina con los diez principios que
manejan la estrategia de inversión del multimillonario mexicano. El magnate
explica que la mayoría de ellos proceden de las enseñanzas de su padre, Julián
Slim Haddad. A vista de los resultados, está claro que el empresario los ha
seguido a pies juntillas y que eso le ha permitido colocarse como uno de los
hombres más poderosos del mundo.
El decálogo de Slim es muy claro:
1-Preferir estructuras simples, organizaciones
con niveles jerárquicos mínimos, flexibilidad y rapidez en la toma de
decisiones.
2-Mantener la austeridad en tiempos de vacas
gordas fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa.
3-Permanecer siempre activo e incansable en lo
que se refiera a la modernización, simplificación y mejoría de los procesos
productivos. Busque aumentar la productividad y competitividad, reducir los
gastos y los costes, guiándose por las mejores referencias mundiales.
4-La empresa no debe limitarse nunca a los
parámetros del propietario o del administrador.
5-No hay un objetivo que no podamos alcanzar si
trabajamos unidos, con claridad en los objetivos y conociendo las herramientas
disponibles.
6-El dinero que sale de la empresa, se evapora
y por eso se reinvierte.
7-La creatividad se aplica no solo a los
negocios, pero también a la solución de muchos de los problemas de nuestros
países.
8-El optimismo firme y paciente siempre rinde
frutos.
9-Todos los tiempos son buenos para quienes
saben trabajar y tienen como hacerlo.
10-Nuestra premisa es de aquí, nada de llevar.
El empresario es un generador de riqueza que la administra temporalmente
Este último, al parecer es el principio del
decálogo que más identifica al propio Carlos Slim, o eso es lo que él dice.A
sus 75 años, los cumplirá el día 28 de enero, Slim es propietario de un
conglomerado de empresas en las que destacan compañías como América Móvil,
Telmex, Grupo Carso, Inbursa e Ideal.
Es decir, los tentáculos de Slim están
extendidos por la mayor parte de sectores económicos de toda América Latina,
aunque en los últimos días ha conseguido hacer lo que muy pocas personas de
este mundo han conseguido, o soñado. El magnate se ha convertido en el primer
accionista de uno de los medios de comunicación más influyentes del mundo, The
New York Times. En 2009 le hizo un préstamos de 250 millones de dólares. En
épocas de vacas flacas para la publicidad, hoy el periódico de periódicos ha
permitido que un empresario extranjero se haga con un 17% de su capital por
unos 100 millones de dólares.
Ese mismo día, Carlos Slim se convierte también
en miembro del consejero de administración de FCC, la constructora de las
Koplowitz.
El multimillonario mexicano, que es padre de
seis hijos y uno de los mayores coleccionistas privados de esculturas de Rodin,
está centrado desde hace varios años en dar el salto a Europa.
En España tiene inversiones por un importe de
unos 1.500 millones de euros; calderilla para un hombre cuya fortuna se calcula
(por Forbes) en unos 73.000 millones de dólares. Además de la constructora
tiene participaciones de CaixBank y Prisa, por ejemplo.
Sin embargo hace algo más de un año se frustró
la que hubiera sido una de las principales operaciones en Europa, la entrada en
la operadora holandesa KPN. Y se vino abajo cuando Telefónica compró una de las
filiales de la compañía, E-Plus. Desde ese momento, la mayor parte de los
analistas viene avanzando la proximidad de una gran operación, sobre todo en el
campo de las telecomunicaciones.
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