La patada que convirtió a Eric Cantona en un
mito
BBC Mundo - enero de 2015
"Cuando las sardinas siguen al pesquero,
es porque piensan que las sardinas serán arrojadas al mar".
Estas fueron las únicas palabras que pronunció
el francés Eric Cantona en marzo de 1995 tras ser sentenciado a 120 horas de
trabajo comunitario por su agresión a un aficionado.
Había ocurrido dos meses antes, la tarde del 25
de enero.
El futbolista francés jugaba con su equipo,
Manchester United, frente a Crystal Palace en el sur de Londres, cuando fue
expulsado por una acción violenta sobre el defensor Richard Shaw.
El futbolista francés había sido expulsado por
un incidente en el campo.
Escoltado fuera de la cancha, los aficionados
locales comenzaron a increpar a Cantona como suele ser habitual, pero hubo que
captó la atención del francés.
Matthew Simmons había bajado once filas hasta
ubicarse al borde del campo. Desde allí se dirigió directamente al futbolista
con insultos que varían en su naturaleza según la fuente, pero que detonó toda
la furia interior del explosivo delantero.
En el círculo se observa a Simmons increpando a
Cantona.
Cantona saltó por los aires y conectó una
patada de arte marcial en el pecho de Simmons. Luego vino una seguidilla de
golpes hasta que lograron aguantarlo.
Fue un impulso, un segundo de ira, una imagen
que quedó congelada en el tiempo.
Esa acción, que conmocionó el mundo del fútbol,
marcó la vida de Eric Cantona, tanto como jugador como en su singular mundo
fuera de la cancha.
De la cueva
Cantona nació en el distrito de Caillols en
Marsella, en la costa sur de Francia. Allí creció en una casa rural construida
alrededor de una cueva a los pies del macizo de la Saint Baume.
Tras pasar su infancia en el campo, Cantona
comenzó su peculiar relación de amo y odio con el fútbol. Genio con la pelota,
el volátil carácter de la persona estuvo cerca de destruir su carrera como
futbolista.
La lista de incidentes comenzó a crecer: tiró
la camiseta de su equipo al suelo en un partido de caridad, arrojó sus zapatos
a un compañero y reaccionó a una decisión de un árbitro lanzándole el balón.
Suspendido, Cantona decidió alejarse del mundo
del balón y se refugió en las playas de Camargue, ocupando el tiempo leyendo,
pintando y escuchando la música de, según dijo, Leo Ferre y William Sheller.
El exilio inglés
La oportunidad de resurgir su carrera apareció
en Inglaterra, tras la intervención de sus compatriotas Michel Platini y Gerard
Houllier.
En enero de 1992 fichó por Leeds United, pero
fue a final de ese año cuando se produjo el traspaso que cambió para siempre el
fútbol inglés.
Cantona y el técnico Alex Ferguson posan en la
presentación del jugador con Manchester United.
Cantona llegó a Manchester United y se
convirtió en el talismán de Alex Ferguson, la chispa que detonó los títulos que
se multiplicaron durante dos décadas bajo la dirección del técnico escocés.
Tal fue la influencia del "Rey Eric"
que incluso después de la patada que lo alejó de las canchas por ocho meses su
presencia se siguió sintiendo en el vestuario de Old Trafford.
Roy Keane, quien heredó la cinta de capitán,
contó que en una ocasión los jugadores pusieron sus cheques por valor de
US$1.400 en un sombrero. El último nombre en salir se llevaría todo el pote.
El ganador fue Cantona, pero en lugar de
quedarse con el dinero, unos US$25.000 en efectivo, lo repartió mitad y mitad
entre Paul Scholes y Nicky Butt, jugadores que pese a formar parte de las
inferiores tuvieron el coraje de participar.
David Beckham, por ejemplo, no lo hizo.
"Buscando a Eric"
Cantona no pasa desapercibido, sea por su
tamaño, comportamiento o palabras.
Tras anunciar su retiro en 1997, el francés se
dedicó a la actuación y a jugar torneos de fútbol de playa, e incluso llegó a
representar a Francia internacionalmente.
Cantona ha tenido una carrera muy variada
después de retirarse de las canchas, incluyendo la de actor.
Frente a las cámaras, Cantona participó en
"Elizabeth" junto a Cate Blanchett y se representó a sí mismo en
"Buscando a Eric".
"Me siento mucho más contento en el mundo
de la imaginación", reconoció en una ocasión. "Tal vez haya una
elemento de alejarme de la realidad".
Apasionado lector, Cantona también ha
colaborado con Amnistía Internacional y ha criticado abiertamente a los bancos
y a la FIFA, especialmente la elección de Qatar como sede del mundial de 2022.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente de
la vida de Cantona desde aquella patada a Simmons, una acción que colocó al
futbolista francés en el centro de atención del mundo del fútbol, una vitrina
que aprovechó para mostrar una cara diferente de su rebeldía.
Ídolo de Manchester United, Cantona siempre
será recordado en Old Trafford como el "Rey Eric".
De allí su línea sobre las gaviotas y las
sardinas, que dio más fuerza a su imagen de ser un hombre complejo, misterioso
y pensador.
Pero que después de unos años se supo fue
construida sólo unos minutos antes de salir a enfrentar a la prensa junto a su
agente y un miembro de seguridad de Manchester United.
Por algo el periodista británico Jim White, del
Daily Telegraph, consideró en su momento que más que buscarle un significado
rebuscado se trataba de una simple metáfora.
"Lo que implicó es que la prensa eran las
gaviotas y que él (Cantona) era el bote que ellos estaban siguiendo".
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