La nueva esperanza para vencer al cáncer
Infobae - jueves, 11 de
junio de 2015
Es el sistema inmunológico,
¡estúpido! Esta frase resumiría las conclusiones de la reciente reunión de la
Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), que
ponen en perspectiva los avances terapéuticos para combatir al cáncer.
La investigación oncológica pone
el énfasis en el campo de la inmunoterapia o en cómo diseñar fármacos y vacunas
que potencien el sistema inmunológico de las personas enfermas. La ciencia está
en la puertas de un cambio de paradigma.
Los tratamientos tradicionales
proponían atacar el tumor (con las quimioterapias, por ejemplo) directo a las
células cancerosas. Los nuevos, representados por las inmunoterapias, apuestan
a fortalecer el sistema inmune de las personas para luchar contra el tumor.
Biología del cáncer
En los últimos quince años, los
anticuerpos monoclonales –moléculas similares a los anticuerpos normalmente
existentes en el organismo– comenzaron a utilizarse con gran éxito en distintos
tipos de cáncer.
Los anticuerpos monoclonales se
pueden usar solos o para transportar medicamentos, toxinas o materiales
radiactivos directamente hasta las células cancerosas.
Son anticuerpos producidos en el
laboratorio que se unen a antígenos específicos expresados por células, como
una proteína que está presente en la superficie de las células cancerosas pero
está ausente (o es expresada en concentraciones más bajas) en las células
normales. Algunos anticuerpos monoclonales estimulan una reacción inmunitaria
que destruye células cancerosas.
Es necesario dotar de
herramientas biológicas al paciente con cáncer
Así asoma otro concepto
interesante y vital para el nuevo paradigma: la biología del cáncer, que
engloba a más de 250 enfermedades causadas por diferentes factores genéticos y
ambientales.
Incluso algunos tipos de cáncer
parecen similares pero son distintos a nivel molecular, lo que requiere
enfoques diferenciados de tratamiento.
Inmunoterapia, la vedette
"El futuro del tratamiento
del cáncer es la inmunoterapia", reza una de las principales conclusiones
de ASCO 2015, desde Chicago, Estados Unidos. Si bien no es una idea nueva, este
año ha sido contundente y consensuada por más de 25 mil oncólogos de todo el
mundo.
El descubrimiento de los
anticuerpos monoclonales resultó el puente fundamental para dar sostén
científico a la hipótesis de utilizar al sistema inmunitario del propio
paciente para combatir el cáncer.
El nuevo desafío ahora es
predecir quiénes pueden ser los mejores candidatos para este tipo de
medicación, algo que se logra con el desarrollo de biomarcadores: señales
orgánicas ante situaciones específicas, que servirán para pronosticar qué
pacientes se beneficiarán con este tipo de medicamentos y en cuáles no tendrán
efectos positivos, a fin de seleccionar correctamente a quiénes se administrarán.
Algo que inaugura definitivamente la era de la medicina personalizada: un
tratamiento correcto para el paciente adecuado.
El doctor Enrique Díaz Cantón,
oncólogo del CEMIC, que participó del encuentro ASCO, explica a Infobae:
"La inmuno-oncología es la vedette del momento en la especialidad. Ha
logrado un altísimo porcentaje de respuestas antitumorales en un tipo de cáncer
altamente resistente como es el melanoma avanzado, usado en combinación con
otro medicamento que estimula la inmunidad antitumoral. Este "efecto
antitumoral" se ha visto casi en todos los cánceres en los que se
investigó, dado que esta terapia no ataca al tumor sino que estimula al sistema
inmunológico antitumoral, que es el factor común a todos los cánceres".
La inmuno-oncología ya llegó
Aún cuando el sistema
inmunológico es muy complejo, las células malignas aprenden a evadir el ataque
del engranaje inmune.
Ahondar en el cambio de paradigma
que plantea la llamada inmunooncología es la clave
El doctor Alfredo Caparrós,
especialista en oncología y director regional de oncología de MSD explica a
Infobae: "El cambio de paradigma que se está discutiendo en la actualidad
se refiere a la incorporación del sistema inmunológico en los nuevos
tratamientos en oncología como un participante indispensable para la obtención
de resultados que apuntan al control a largo plazo de la enfermedad, en
principio de la enfermedad avanzada (con metástasis a distancia) y luego
también de la enfermedad en etapas más tempranas".
La evidencia científica que surge
en el campo de la nueva inmuno-oncologia, tanto en el terreno de la
investigación básica (en el laboratorio) como clínica (aplicada a seres
humanos) sugiere fuertemente que para obtener un control de la enfermedad a
largo plazo el sistema inmunológico debe estar involucrado.
Refuerza el doctor Caparrós:
"Los tratamientos médicos oncológicos tradicionales (quimioterapia, hormonoterapia,
radioterapia) e incluso los más modernos (terapia dirigidas a blancos
moleculares) apuntan al ataque dirigido hacia las células malignas. Las nuevas
inmunoterapias contra el cáncer (por ejemplo los nuevos agentes anti-PD1 entre
otros) apuntan ya no a atacar las células malignas en sí mismas sino a
'reactivar' al sistema inmune del paciente para que éste ataque a las células
malignas".
cancer celulas 1170
¿Cómo y por qué las células
malignas aprenden a evadir el ataque del sistema inmunológico?
Las células malignas en algunos
aspectos se parecen mucho a las células normales pero también tienen
diferencias que pueden ser utilizadas con fines terapéuticos. Una de esas
diferencias tiene que ver con que las células malignas tienen una 'apariencia
externa' distinta a la de las normales y entonces el sistema inmune las puede
reconocer como 'extrañas' o 'ajenas'.
Pero si bien es cierto que el
aparato inmunológico las puede reconocer como 'extrañas' al organismo e
intentar atacarlas como atacaría a una bacteria o a un virus, muchas veces las
células malignas desarrollan mecanismos que les permiten evadir ese ataque.
Esos mecanismos pueden ser
variados y complejos pero algunos de ellos pueden ser modificables por
medicamentos y se transforman en importantes blancos terapéuticos.
"El médico y el enfermo
deben saber que más de la mitad de los pacientes desarrollarán efectos
colaterales de importancia, que en más de un 30 por ciento de los casos
llevarán a la suspensión del tratamiento", agrega Díaz Cantón.
Para el experto, "la principal
novedad de ASCO son los resultados presentados con los inhibidores de punto de
chequeo o en inglés checkpoint inhibitors, presentes en la superficie tanto de
las células cancerígenas como en las inmunológicas. Estos inhibidores logran
producir una estimulación selectiva del sistema inmune contra las células
tumorales, deshaciéndose de ellas". Se presentaron datos alentadores con
los anticuerpos monoclonales anti PD1 y anti PDL1 en varios tipos de cáncer
como el de pulmón, cabeza y cuello, riñón, ovario, y lo que es característico,
respuestas de larga duración, con efectos adversos modestos.
"A raíz de los alentadores
resultados que demostró el combinar drogas ya conocidas para el tratamiento de
diversos tipos de tumores (melanoma avanzado, cáncer de mama, entre otros),
varios especialistas opinaron que en la actualidad la innovación en oncología
pasa por buscar nuevas aplicaciones y combinaciones para los medicamentos que
ya existen. "Coincido en que la combinación es lo que ha mostrado mejores
resultados por el momento. Pero debemos seguir tras el desarrollo de nuevas y
mejores moléculas. Seguro que en el futuro cercano veremos drogas más activas y
menos tóxicas", pronostica Díaz Cantón.
Sandra Horning, directora de
desarrollo internacional de Roche subraya que "el objetivo de emplear la
proteína PD-L1 como biomarcador es identificar qué pacientes presentan mayor
probabilidad de ver mejorada su supervivencia global con atezolizumab por sí
solo, y cuáles pueden ser candidatos idóneos para recibir una terapia
combinada".
Otro avance en materia de cáncer
de pulmón de células no pequeñas avanzado vino de la mano de alectinib, una
droga en investigación que redujo los tumores en casi la mitad de personas con
este tipo de cáncer y la mutación ALK-positiva, cuya enfermedad había
progresado tras el tratamiento con otro fármaco. Esta molécula fue designada
también como adelanto terapéutico decisivo por parte de la FDA.
Consultado por Infobae, el doctor
José Mordoh, jefe de bioterapia y presidente del comité de ética en
Investigación del Instituto Alexander Fleming (M.N. 25.697) explica: "La
inmunoterapia ya se ha instalado como la modalidad más reciente de tratamiento
del cáncer. Los descubrimientos más recientes demostraron además que los
anticuerpos monoclonales también pueden ser utilizados contra los vasos
sanguíneos que irrigan los tumores, impidiendo de esta manera su crecimiento.
Existe otro tipo de inmunoterapia
que se está utilizando para que el sistema inmunológico pueda capacitarse para
atacar a las células tumorales; y las llamadas "vacunas
antitumorales" forman parte de esta nueva estrategia. Es decir que
asistimos a un tiempo promisorio para atacar los distintos tipos de
cáncer".
En cuanto a los desafíos que hoy
plantea para la ciencia el control del cáncer, el oncólogo del CEMIC señala que
"Creo que el primer desafío es curar lo más cercano posible al 100% de los
casos, y como segundo objetivo transformar a los pacientes no curables, en
pacientes crónicos. En esto es clave que los oncólogos estemos muy alerta de
los efectos colaterales de los tratamientos que prescribimos. Y claro, es
fundamental poner el foco en la prevención y en la detección precoz".
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