El gurú que mantiene joven a Tom Brady
BBC Mundo - lunes, 2 de febrero de 2015
Tom Brady, mariscal de los Patriots de Nueva
Inglaterra, es el héroe de la película, de esos que tanto gustan a los
aficionados al cine y la televisión… este… y también al fútbol americano.
En Estados Unidos, mucho más que en otros
países, la cobertura del fenómeno deportivo es presentada como un relato
clásico de aventuras, con muchos protagonistas pero un héroe principal.
Caramba, si la técnica se remonta a los
clásicos: ¿acaso no fue Homero el creador del Super Bowl? Esa ensaladera que
los Griegos de Menelao ganaron a los Troyanos de Príamo, engañándolos con el
CaballoGate concebido por el ingenioso Ulises.
Cualquier productor de TV podría explicarnos
por qué un deporte colectivo, como el fútbol americano, suele tener más
repercusión en TV que uno individual, como el tenis: permite una mayor
diversidad de enfoques, de temas, de protagonistas. El "relato" del
evento, si los deportistas ayudan aunque más no sea un poquito, permite
conducir gradualmente al espectador a un clímax emotivo.
Tom Brady
Pero al mismo tiempo nos aclarará que el relato
deportivo también requiere un protagonista principal, para facilitar la
identificación del televidente como individuo. Y no hay ningún deporte
colectivo con un protagonista individual tan dominante y nítido como el fútbol
americano.
Y si de paso se puede hablar de la "eterna
juventud" del héroe de turno, y preguntarse sobre las razones de su
permanencia en el primer plano, mejor que mejor.
Tom Brady, de 37 años, el mariscal (o
quarterback) de los Patriots, ha entrado en el panteón de los héroes al liderar
la victoria de su equipo 28-24 ante los Seahawks de Seattle, llevando a cuatro
su cuenta particular de ensaladeras ganadas desde 2002. Las otras dos fueron en
2004 y 2005.
Brady completó 37 pases sobre 50, con cuatro
"touchdowns". Dos de sus pases fueron interceptados por los Seahawks.
El triunfo, en los últimos instantes, no se debió a una jugada suya sino a la
de un novato, Malcolm Butler, que interceptó un pase de Russell Wilson, el
quarterback de los Seahawks.
Tom Brady
Tom Brady fue el malo de la película hace un
par de semanas, cuando muchos lo señalaron como el (presunto) culpable del
escándalo del "", o de las pelotas (supuestamente) desinfladas
adrede, que habrían facilitado el triunfo de los Patriots ante los Colts de
Indianápolis en la final de la Conferencia Americana, que le abrió las puertas
de esta Super Bowl al equipo del Gran Boston.
(Originalmente eran los Patriotas de Boston,
pero al ser reubicados a Foxborough, en 1971, se dieron en llamar "de
Nueva Inglaterra", lo cual, según muchos, les hace perder atractivo: muy
poca gente se siente identificada con "Nueva Inglaterra", a
diferencia de los bostonianos con su ciudad.)
Pero esta semana pocos recuerdan el
DeflateGate. Es la hora de la nueva consagración del veterano Brady y de todo
lo que tenga que ver con él, porque así conviene al relato del deporte moderno.
La idea del "relato", la técnica de
dar a los hechos el sentido que convenga al narrador, algo que es un lugar
común en política, también es aplicada por los comunicadores a cualquier
fenómeno social.
Tom Brady
Brady, en este relato, es un veterano que
muchos creían agotado, ya que su anterior triunfo en el máximo nivel fue hace
una década, pero que reivindica su lugar entre los grandes de la historia.
Él como mariscal y Bill Belichick, el coach de
los Patriotas, han participado juntos en seis Super Bowls, un récord en la NFL.
Su vigencia como atleta es extraordinaria: sólo
ha tenido una lesión grave en una carrera de 15 años y si damos crédito a sus
propias declaraciones cada vez que los periodistas tocan el tema, su capacidad
para absorber golpes y evitar lesiones se debe al trabajo de su íntimo amigo y
preparador particular, Alex Guerrero, un kinesiólogo de ascendencia argentina y
fe mormona.
Guerrero tiene un diploma en medicina
tradicional china y también es muy amigo de la esposa de Brady, la modelo
brasileña Gisele Bündchen, y de los hijos de la pareja.
Este personaje singular, que mantiene un perfil
bajo, se ganó la confianza del atleta al comienzo de su relación profesional,
cuando se opuso a los médicos que recomendaban una operación quirúrgica por un
fuerte dolor en la ingle: "El aductor tensaba el tendón, y los médicos
querían cortar... Alex trabajó en elongar y reeducar el músculo y no fue
necesario operar", explicó Brady.
En una entrevista que concedió a la revista
dominical del New York Times, Brady dijo que Guerrero es su guía espiritual, su
consejero, compinche, nutricionista, entrenador, masajista y "miembro de
la familia". Vamos, que hasta es el padrino de Ben Brady, el hijo menor de
Tom.
La esposa y el hijo de Tom Brady también
celebraron la victoria.
Brady también explicó con lujo de detalles una
de las técnicas utilizadas por Guerrero, de quien es socio en una empresa que
vende servicios de recuperación para deportistas.
En una práctica, dijo, sintió un tirón y un
fuerte dolor en una pantorrilla. Era algo cuya recuperación requeriría seis
semanas, dijo, pero que solo le hizo perder un día de entrenamiento.
La técnica de Guerrero consiste en
"reeducar" a los músculos afectados, para "persuadirlos",
digamos, de no comportarse como músculos lastimados. Su masaje inicial estimula
el área afectada para eliminar el exceso de sangre y linfa, que normalmente
rodea a la lastimadura y se endurece, extendiendo el tiempo de recuperación. El
tratamiento de Guerrero abrevia el proceso.
Dejando de lado el hecho de que Brady y
Guerrero son socios en una empresa comercial que vende estos servicios, cabe
suponer que esta técnica habrá llamado la atención de médicos y kinesiólogos,
tanto del fútbol americano como de otros deportes, aunque más no sea para
descartarla.
Recordemos, nada más que para resaltar la intimidad
que puede existir entre el atleta y su preparador físico, que durante cinco
años Lionel Messi tuvo a su propio "Alex Guerrero", en la persona del
preparador español Juanjo Brau, con quien rompió a fines de 2013.
Acerca de este blog El mundo de los deportes
desde la óptica única de Raúl Fain Binda.
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