El milagro del Super Bowl que salva al fútbol
americano
BBC Mundo - lunes, 2 de febrero de 2015
Un año como ningún otro fue el que vivió el
fútbol americano en Estados Unidos y culminó con la dramática victoria de los
Patriots de Nueva Inglaterra sobre los Seahawks de Seattle 28-24 en el Super
Bowl.
No sería exagerado afirmar que fue un
"annus horriblis" para el deporte favorito de los estadounidenses,
envuelto en escándalos de violencia, pelotas desinfladas y señalamientos sobre
las consecuencias que produce a la salud su práctica tras el fallecimiento de tres
jugadores en ligas colegiales.
Pero en contraparte a cada noticia negativa,
hubo hitos deportivos y una gran bonanza financiera.
Mientras la Liga Profesional de Fútbol
Americano (NFL, por sus siglas en inglés) cerró con un beneficio anual de
US$25.000 millones, se perciben los primeros síntomas de que el deporte está
avanzando con paso firme hacia un mercado global.
El Super Bowl es el segundo día de mayor
consumo de comida y bebidas en Estados Unidos detrás del día de acción de
gracias.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell,
insiste en la necesidad de seguir creciendo en un deporte que alcanza sus
máximos niveles de popularidad, pero al mismo tiempo está salpicado por
constantes escándalos.
Problemas con la policía
50 jugadores de la NFL fueron arrestados en
2014 por una gran variedad de delitos, desde estacionar en un lugar reservado
para personas discapacitadas hasta el abuso de un menor por parte de la
estrella de los Vikings de Minnesota, Adrian Peterson.
Los Ravens de Baltimore rescindieron el
contrato de Ray Rice cuando se supo que había golpeado a quien era entonces su
novia, Janay Palmer (a la izquierda).
Hubo también cinco casos de violencia
doméstica, como el que protagonizó el jugador de los Ravens de Baltimore, Ray
Rice, quien fue filmado en el ascensor de un hotel pegándole a su entonces
novia, ahora esposa.
El alcance de este escándalo alcanzó incluso
hasta el mismo comisionado Goodell, quien se vio obligado a debatir sobre lo
que sabía la NFL sobre el caso que afectaba a una de sus estrellas.
La situación no parece mejorar en 2015, que ha
visto cómo en sus primeros 30 días cuatro jugadores han sido arrestados, dos
bajo sospechas de violencia doméstica y uno acusado de violación.
Pero estos problemas no parecen afectar a una
liga que sigue floreciendo pese al caos en el que parece estar sumergida por
momentos.
El No.1 de Estados Unidos
La repercusión moral que rodeó a los casos de
Rice y Peterson se calmó relativamente rápido. Y los estadios siguieron
llenándose.
La última jugada del partido. Malcolm Butler
intercepta un balón sobre la línea de gol para evitar la anotación de los
Seahawks de Seattle.
Más de 17 millones personas presenciaron los
256 partidos de la temporada regular, la asistencia más alta desde 2008,
mientras que las transmisiones en televisión alcanzaron niveles históricos de
audiencia.
Ni siquiera el descenso que ha habido en la
práctica del deporte entre los jóvenes, debido principalmente a la preocupación
que existe por el daño cerebral que causan los golpes durante los partidos, ha
afectado la devoción de los estadounidenses por su juego favorito.
El sorteo anual de jugadores universitarios, el
Draft 2014, fue visto por 47 millones de personas y hubo 9,6 millones de tuits
hablando del evento.
Mientras las cifras de popularidad de la NFL
siguen subiendo, la de otros deportes de gran tradición como el baloncesto
(NBA) y el béisbol (MLS) van cayendo constantemente en los últimos años.
La irrupción de Lebron James no ha podido
ayudar a la liga baloncesto profesional de Estados Unidos a competir en
popularidad con la NFL.
El periodista del New York Times, Jonathan
Mahler, escribió recientemente que el "béisbol nunca ha estado tan
saludable", en términos de asistencia, beneficios y alejado de problemas
sindicales.
Sin embargo, según analistas deportivos, el
deporte como tal ha dejado de ser atractivo en el ámbito nacional y se ha
convertido en un evento más regional, en el que los aficionados sólo siguen a
su equipo o jugador favorito.
No ocurre lo mismo en la NFL. Casi 19 millones
de personas sintonizaron para ver el partido entre los Cowboys de Dallas y
Redskins de Washington un lunes por la noche.
Impacto global
Este atractivo se ha expandido más allá de las
fronteras de Estados Unidos.
Wembley albergará en 2015 tres partidos de la
temporada regular de la NFL.
Se estima que la histórica victoria de los
Patriots en el Super Bowl, la primera en la que un equipo remonta una
desventaja de más de 10 puntos tras el descanso, fue vista por más de 110 millones
de personas.
El evento, como tal, fue transmitido en 25
idiomas y un espacio publicitario de 30 segundos llegó a costar US$4,5
millones.
Un informe publicado la semana pasada por la
firma de investigación de mercado Repucom resalta el significativo crecimiento
que está viviendo la NFL en el mundo.
Jugadores como Tom Brady se están convirtiendo
en estrellas internacionales.
En Rusia, un 13,3% de la población (algo más de
10 millones de personas) reconocieron seguir a la liga profesional, mientras que
el mayor crecimiento se ha producido en China que de un 1,7% en 2013 pasó al
7,9% de la población.
Ese salto equivale a que hay cerca de 31
millones de personas en el mundo que se declaran aficionados de la NFL.
Algo parecido ocurre en Reino Unido, que en
2015 va a albergar tres juegos de la temporada regular.
El milagro del Super Bowl
Los escándalos ocurridos en 2014 fueron
percibidos por muchos aficionados más como un llamado de atención que como un
problema de fondo para la NFL.
La organización asume la polémica de los casos
que afrontan algunos de sus jugadores con la policía a cambio del éxito que
siguen ofreciendo dentro de la cancha.
Katy Parry fue la gran atracción del concierto
que se lleva a cabo en el entretiempo del partido.
Una posición que comparten millones de
aficionados como Zoe Lake, de los Packers de Green Bay.
"El fútbol ha sido parte de mi vida. Como
aficionada y mujer creo que la NFL necesita analizar profundamente la manera en
la que ha manejado la epidemia de violencia que ha impactado a la liga y a la
nación".
"Pero estos casos no me privarán de seguir
viendo a los Packers. No olvidemos que sólo son un pequeño números de jugadores
los que han cometido actos de violencia contra mujeres y niños", aclaró.
Es probable que en el Draft 2015 el comisionado
Goodell reciba con los brazos abiertos al receptor de la Universidad de
Oklahoma Dorial Green Beckham, quien ha sufrido de múltiples detenciones por
consumo de drogas y fue expulsado de la Universidad de Misuri tras ser acusado
de forzar la puerta de un apartamento y empujar a una mujer de 18 años por las
escaleras.
Green Beckham no será el primero de una lista
de jugadores controversiales, pero tampoco el último de un deporte que, pese a
este tipo de escándalos, se aferra al atractivo que generan milagros como el de
los Patriots.
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