La expansión global de Xiaomi, limitada por sus
patentes
Forbes - martes, 3 de febrero de 2015
La firma china busca llegar a 10 nuevos
mercados, entre éstos México, India, Brasil y Rusia, pero para lograrlo tendrá
que tomar las decisiones correctas.
China jugó un papel muy importante en el récord
de ganancias de Apple este último trimestre. La región representó 21% de los
ingresos de la compañía, por encima del 16% del año pasado. Luego que durante
un tiempo diera la impresión de estar bajo asalto de los jugadores locales, más
baratos, Apple ha dado un giro de 180 grados a la situación en China.
Su presencia en el país está creciendo, y ésa
es una razón más para que Xiaomi, la popular firma china que vende smartphones
de alta gama por la mitad del precio de un iPhone o Samsung Galaxy, se expanda
más allá de las fronteras de eses país.
Lei Jun, fundador de Xiaomi, ha dicho que
quiere llegar a 10 nuevos mercados, entre éstos México, India, Brasil y Rusia.
Al hacerlo podría tener un problema más grande que el romance de los
consumidores con el iPhone 6 de Apple. Deberá poner en orden las patentes de
Xiaomi. La firma solicitó 2,318 patentes en 2014, y Lei planea obtener “decenas
de miles” más en los próximos años. Pero la cartera de patentes de su empresa
sigue siendo delgada. Samsung, por ejemplo, ha recibido 11,877 patentes
solamente en China.
Ése es un gran riesgo para Xiaomi al tratar de
seguir creciendo: enfrentarse a empresas con muchas más patentes, que quieren
demandarla.
No ayuda que el nombre de la joven compañía sea
ya sinónimo de tácticas de imitación. Su último teléfono, el Mi4, ha sido
calificado como “una clara copia del iPhone” en un review, mientras que su
tablet Mi Pad tiene el mismo tamaño de pantalla y resolución que el iPad de
Apple.
De hecho, existe un antecedente de los
problemas legales de Xiaomi en India. Ericsson los demandó recientemente en el
Tribunal Superior de Delhi, afirmando que sus teléfonos usaban tecnología
inalámbrica de Ericsson y que la empresa se había negado a discutir los
derechos de licencia por años.
El tribunal bloqueó todas las ventas de
teléfonos Xiaomi en India en diciembre pasado; más tarde levantó parcialmente
la prohibición diciendo que Xiaomi podría seguir vendiendo teléfonos que
tuvieran chips Qualcomm hasta una nueva audiencia, el 5 de febrero.
El fundador de Xiaomi, Lei Jun, quien cumplió
45 años en esos días, calificó la decisión de la corte de “el mejor regalo de
cumpleaños”.
Pero podría haber más problemas legales en
camino de Ericsson y el ex fabricante de teléfonos Nokia.
Ambas empresas han abandonado la fabricación de
teléfonos debido al crecimiento de la competencia, y como resultado pasan más
tiempo sacando provecho de las enormes carteras de patentes que han acumulado
en los últimos años.
Ambas son más propensas a desplegar su
armamento legal en nombre de una infracción de patentes, que puede redituar
millones en daños y perjuicios, dice Florian Mueller, analista de propiedad
intelectual y autor del blog FossPatents. “No tienen nada que perder y algo que
ganar si litigan agresivamente”, dice. “En ese sentido, el entorno se ha vuelto
muy desfavorable.”
Xiaomi también enfrenta el riesgo de litigios
de los trolls de patentes como Unwired Planet. Hace dos años la empresa de
servicios de Internet compró 2,185 patentes de Ericsson, y desde entonces ha
demandado a todos, desde Apple hasta Google y Samsung.
Empresas como Unwired Planet son corsarios, o
tal vez un término mejor sería trolls de patentes bajo contrato. Nokia ha
vendido patentes a alrededor de media docena de estas empresas, que a menudo
compartirán sus ingresos con los titulares de las patentes originales a través
del pago de regalía. (En 2013 Google pidió a los reguladores estadounidenses
investigar el fenómeno.)
Con los titulares de las patentes alimentando a
los trolls de patentes, Xiaomi se enfrenta a un panorama legal complicado.
Cuenta con un número mucho mayor de jugadores con los cuales negociar, lo que
eleva el costo de defensa legal y potencialmente el costo de licenciamiento también.
Las patentes son derechos territoriales, así
que si Xiaomi quiere entrar en diferentes regiones, como Brasil, corre el
riesgo de enfrentar demandas de empresas que tengan los derechos de patente
allí. Brasil, Medio Oriente y la India no son conocidos por registrar costosas
batallas legales –lo cual es una buena noticia para Xiaomi, por ahora–, pero
eso cambiará si Xiaomi quiere empezar a vender sus teléfonos en mercados
desarrollados como Estados Unidos, donde los trolls de patentes son más activos.
Mueller estima que Xiaomi tendría que gastar
hasta 100 millones de dólares en litigios sobre patentes durante
aproximadamente dos años si entra a Estados Unidos, y decenas de millones más
si entra a Alemania, la segunda región más cara en materia de litigios sobre
patentes.
Mueller ya ve grandes paralelismos entre el
Xiaomi de hoy y el fabricante taiwanés de teléfonos inteligentes HTC hace cinco
años. Ambos fabricantes nacieron después de la revolución de Android, y ambos
han enfrentado demandas por patentes de empresas con más tiempo en la
industria.
La parte difícil para ambos es determinar qué
es más conveniente, si llegar a un acuerdo para pagar regalías o esperar por
una batalla judicial, como Xiaomi parece estar haciendo en la India.
Una historia que muestra dos enfoques posibles,
y tomar la decisión equivocada puede resultar obscenamente caro:
En 2010, HTC se convirtió en uno de los
primeros vendedores de teléfonos inteligentes Android en decir “sí” a un
acuerdo de licencia con Microsoft. Pagó a la compañía 10 notables dólares por
cada teléfono inteligente vendido, cifra que sumó varios cientos de millones de
dólares a lo largo de los años. (Poco después de la operación, Microsoft
estaría ganando un estimado de 800 mdd en regalías de HTC y Samsung en un solo
trimestre.)
Aunque HTC había accedido a las demandas de
licencia de Microsoft, Motorola no lo hizo. En 2010, Microsoft demandó a
Motorola, alegando que violaba nueve de sus patentes. “No es que Android sea
gratis”, dijo el CEO de Microsoft Steve Ballmer en el momento. “Tienes que
licenciar las patentes.”
Sin embargo, en retrospectiva, Motorola tomó la
decisión correcta de mantenerse firme. Un jurado le ordenó pagar a Microsoft 14
mdd en daños en 2013, pero eso fue una ganga en comparación con el estimado de
cientos de millones que HTC debió pagar al fabricante del Windows Phone en
licencias.
“Es un juego de probabilidades”, dice Mueller.
“Las empresas tienen que pensar: ‘Este titular de la patente amenaza con
demandarme. ¿Realmente va a conseguir lo que quiere?’”
Xiaomi, que al igual que el HTC de 2010 es
nuevo en este juego, tiene que aprender a discernir cuándo su lucha vale la
pena, cuándo es mejor meterse en un acuerdo extrajudicial rápido y cuándo
firmar acuerdos, añade Mueller. “En la India, con Ericsson quizás exageró.
Deberán tener más cuidado.”
Lo bueno es que el mes pasado Xiaomi levantó
1,100 mdd en nuevos fondos a una valuación de 45,000 mdd. Para impulsar estos
esfuerzos de expansión global, Lei tendrá que destinar una parte significativa
de ese dinero a sus batallas legales.
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