El misterioso espía "todopoderoso" de
Argentina
BBC Mundo - viernes, 6 de febrero de
2015
Antonio Horacio Stiles. Aldo Stiles. Antonio
Stiusso. Antonio "Jaime" Stiusso. Jaime. El Ingeniero. El jefe de los
espías.
Se especula mucho sobre el nombre real y el de
operaciones de una de las personas de las que más se ha hablado en el caso
Nisman, una de las personas de confianza del difunto fiscal Alberto Nisman, con
quien trabajó durante años para investigar el atentado al centro judío de la
AMIA en 1994.
Este jueves la encargada de aclarar la muerte
del fiscal Nisman, Viviana Fein, llamó a declarar a Stiusso, algo que ocurrirá
tan pronto el gobierno argentino le notifique oficialmente el relevamiento del
secreto y quede liberado de su obligación de guardar silencio sobre todo lo que
ha visto, dicho y oído.
Se desconoce su paradero y no ha hecho
declaraciones públicas desde la muerte de Nisman el 18 de enero.
De hecho no muchos conocen su rostro, pero
todos parecen coincidir en que Jaime Stiusso es el espía que más poder amasó en
los servicios de inteligencia de Argentina, a los que ingresó en la década de
los 70, cuando apenas tenía 18 años.
Stiusso acabó convirtiéndose en el director
general de Operaciones, el tercer puesto más relevante de la Secretaría de
Inteligencia (SI), hasta que en diciembre el gobierno relevó a la cúpula de la
organización, incluyéndole.
Y un mes más tarde, después de la muerte de
Nisman, la presidenta Cristina Fernández anunció en un discurso televisado a la
nación que iba a disolver la Secretaría de Inteligencia para la que tantos años
había trabajado "Jaime".
Durante su mensaje la presidenta acusó a
miembros de esta institución de haber operado fuera del control del Estado.
Stiusso y Nisman
Muchos interpretaron la purga en Inteligencia
como una pérdida de confianza del gobierno en "el rey de los espías".
Y ahora, el ejecutivo de Cristina Fernández de
Kirchner apunta a que él pudo haber utilizado al fiscal Nisman para armar una
acusación contra la presidenta basándose en información falsa provista por la
Inteligencia.
Según los funcionarios oficialistas, Alberto
Nisman –quien sólo días antes de morir había presentado a un juez un explosivo
informe en el que acusaba a Fernández de conspirar con Irán para encubrir a los
presuntos responsables del atentado de la AMIA– había sido utilizado por espías
con ansias de venganza.
"Detrás de todo está Stiusso", dijo
el secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández.
"Es un personaje siniestro, que lo que ha
intentado por todos los medios es perjudicar y poner palos en la rueda al
gobierno".
Stiusso pasó de operar en las sombras a estar en
boca de todos. De trabajar en los túneles del Estado a tener su nombre y su
rostro en todos los medios.
"Es una persona que hablaba con Nisman; no
sé si es la que más hablaba y no me consta", aseguró el abogado del espía,
Santiago Blanco Bermúdez.
"Me parece que no es así; no lo sé.
Trabajaban en colaboración obviamente porque la unidad (de la Fiscalía de
Investigación del atentado) era mucha veces abastecida con información de la
Secretaría", dijo a medios locales.
El secreto de Jaime
La única vez que se hizo pública una fotografía
suya, en 2004, se generó tanta controversia que el entonces Ministro de
Justicia, Gustavo Béliz –fue él quien reveló la imagen en un programa de
televisión mientras denunciaba el enorme poder que estaba amasando Stiusso– tuvo
que dejar el gabinete de Néstor Kirchner.
La fiscal a cargo del caso llamó a declarar a
Stiusso.
Gerardo Conte Grand, amigo y exviceministro de
Beliz, describe al espía como "un poder sin control" operando al filo
de la legalidad.
Y según el periodista Gerardo Young, autor del
libro SIDE, la Argentina secreta, "el secreto de Jaime es que sabe más que
nadie sobre los hombres y mujeres del poder. Sobre la voracidad de los
gobernantes, sobre los pedidos que le han hecho".
Pero según el abogado de Stiusso, el ingeniero
"ha sido un excelente funcionario público, un hombre honesto, que,
contrariamente a lo que se tira por ahí, ha cumplido con la ley
permanentemente, y que siempre se ha preocupado por hacer las cosas legalmente".
La llamada
Recientemente, su nombre volvió a aparecer
vinculado al caso Nisman cuando medios locales publicaron que una de las
últimas llamadas recibidas por el fiscal provenía de un número a nombre del
exagente.
"Stiusso tenía una flota de teléfonos a
nombre suyo que usaban varias personas, así que no descarto que quien habló en
las últimas horas pueda haber sido alguna persona que tenía ese teléfono de la
flota", dijo su abogado.
Según el titular de la Secretaría de
Inteligencia, Oscar Parrilli, el espía ya no trabaja para la Secretaría que él
dirige. Y por tanto, es libre de contar lo que sabe ante la justicia.
"La presidenta quiere que se sepa toda la
verdad y que se cuente todo, de 1972 hasta acá", dijo.
La muerte de Alberto Nisman conmocionó a
Argentina.
De Stiusso se sabe poco, pero se sabe que
"no se junta con nadie".
Así lo dijo en la única entrevista que se
conoce con él, la publicada por la revista Noticias en diciembre de 2014.
"Yo laburé para todos los presidentes
democráticos, para mí son todos iguales. Andá a buscar algún presidente que se
haya quejado de mí", aseguraba entonces.
Dos meses después de aquellas palabras, en
Argentina crece la expectación sobre una posible declaración de Stiusso en la
fiscalía.
Y se multiplican los interrogantes sobre la
información que puede haber acumulado el espía en sus cuatro décadas de
servicio:
¿Es tan influyente como muchos aseguran?
¿Es tan sólo un chivo expiatorio en el caso
Nisman?
Y sobre todo, ¿qué secretos guarda Stiusso
sobre las entrañas del poder?
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