La calidad de la educación latinoamericana,
bajo la lupa de las pruebas internacionales
Infobae - lunes, 1 de junio de 2015
Cierta desolación emerge cuando se analiza el
escenario de la educación en América Latina al desagregar los logros y
asignaturas pendientes que deja planteado los primeros quince años del nuevo
siglo.
En la esfera de la educación, el cambio de
siglo propuso para la mayoría de los países de la región -sobre todo para las
naciones de Sudamérica - dos instrumentos que llegaron para quedarse.Por un
lado, el ingreso de las nuevas tecnologías como punta de lanza de la
accesibilidad al conocimiento; y por el otro, la participación sostenida desde
el año 2000 hasta hoy, en las evaluaciones internacionales que proponen un
registro estandarizado para medir la calidad educativa, permite el análisis
comparativo con los países de la región y marcan elgap con las naciones más
desarrolladas.
PISA, UNESCO, el impacto de las evaluaciones
Existen dos modelos de pruebas internacionales
que cuentan con la participación mayoritaria de los países de la región desde
el año 2000 hasta hoy -con intermitencias de la minoría- que tienen impacto
concreto para medir el estatus de la calidad educativa e impactan luego en la
"sintonía fina" de las decisiones sobre políticas de educación
regionales.
El primer modelo son las pruebas globales del
Programa Internacional de Evaluación de estudiantes (PISA, por sus siglas en
inglés) impulsadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) que mide alumnos de 15 años en el ciclo secundario en Lengua,
Matemáticas y Ciencias. Se toman cada tres y se publican cada cuatro.
Y el segundo modelo, lo integran el grupo de
tres pruebas regionales: Primer, Segundo y Tercer Estudio Regional Comparativo
y Explicativo, PERCE (1997), SERCE (2006) y TERCE (2014) respectivamente,
administradas por la oficina regional de Educación de la UNESCO que miden
alumnos de primaria - tercer y sexto grado- en Lectura, Matemáticas y Ciencias;
cada seis años.
Si se suman ambos modelos de evaluaciones -PISA
y UNESCO- allí participaron 15 países de la región, incluyendo Argentina,
Brasil, Chile, Colombia,Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México,
Nicaragua Panamá Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
La primera noticia que se desprende de la
"foto" general sobre el estatus de la educación de la región es que
países que estaban atrasados repuntaron notablemente, como Chile y Perú. Y
Argentina, que siempre logró buenas calificaciones, se estancó y en algunas
asignaturas, retrocedió, al igual que Uruguay.
En diálogo con Infobae, Manuel Álvarez Trongé,
presidente de la Fundación Proyecto Educar 2050 y miembro del consejo
gobernanza de REDUCA, explica: "Pese a enormes esfuerzos de los países de
la región, los resultados de las evaluaciones vienen indicando que la brecha
con los alcanzados por los países desarrollados es muy alta. En este sentido,
las pruebas más importantes del mundo que miden la calidad educativa de los
adolescentes (PISA) nos indican que en el año 2012 todos los países de América
Latina que participaron (ocho naciones representativas de más del ochenta por
ciento de la población de la región) se ubicaron entre las últimas posiciones
entre las 65 naciones participantes".
Una región asentada en los contrastes
La desigualdad social funciona como la espada
de Damocles de la región. Los indicadores evidencian los contrastes. Entre el
año 2000 y 2013 el PBI por habitante de América Latina creció un 30,4% y más de
50 millones de personas salieron de la pobreza, ingresando en las capas de las
nuevas clases medias emergentes.
El especialista argentino en educación Axel
Rivas, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el
Crecimiento (CIPPEC), en su útlimo libro América Latina después de PISA.
Lecciones aprendidas de la educación en siete países (2000-2015) pone blanco
sobre negro el estatus de la educación en la región desde la llegada del nuevo
siglo hasta hoy.
El marco para esta serie de contenidos
medulares que abordó Rivas es el proyecto de investigación MAPEAL: Mapa de la
Política Educativa en América Latina y donde se estudiaron los casos de
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay. Rivas se propuso
como objetivo estudiar las políticas educativas implementadas en estos siete
países que participaron regularmente de las pruebas PISA entre el año 2000 y la
última conocida del 2012 y de las tres regionales de UNESCO.
Para Axel Rivas, América Latina sigue siendo el
continente más desigual del planeta. Todos los países estudiados excepto Perú
extendieron los años de obligatoriedad escolar desde el nivel inicial hasta el
secundario. En promedio se pasó de 10 a 13 años de escolaridad obligatoria
entre 2000 y 2015.
Además, en el período mencionado nuevas leyes
de educación han mejorado la accesibilidad a la educación y amplificaron
derechos acorde a los tiempos.
Precisa el experto Rivas en su libro, las
políticas de evaluación de la calidad fueron la gran estrella de la
constelación del nuevo siglo educativo para América Latina. Países como Chile,
Brasil, México, Colombia pasaron de evaluaciones generales a formar parte de
evaluaciones internacionales que impactan luego en la toma de decisiones en el
futuro del sistema educativo.
Argentina no fue ajena a este proceso. Según el
libro de Rivas, junto con Uruguay y Perú fueron los países que menos apelaron a
las evaluaciones como fuente para tomar decisiones. En cambio, México y Chile
las utilizaron para buscar más recursos y revisaron sus políticas educativas.
Las currículas académicas también se pusieron
en la mira y la tendencia fue caminar hacia la flexibilización.
Según Rivas, en los siete países analizados
creció la convicción de encontrar alternativas a la repetición
Distancias que duelen
Se estima que los países con mejores resultados
de América Latina necesitarán más de diez años para alcanzar la media de los
países de la OCDE, plazo de tiempo que supera los veinte años que pueden
necesitar los países de la región con peores resultados.
Dice Álvarez Trongé a Infobae: "Una
educación de calidad incluye también competencias cívicas y éticas, habilidades
para el diálogo y el trabajo en equipo, cuidado de la propia persona y del
medio ambiente, conciencia y defensa de la propia cultura y sus raíces,
habilidades para la conectividad y el adecuado uso de las tecnologías. Y en
esto también debemos mejorar. No es un tema sólo académico, de mejorar
indicadores: lo que está en juego es la justicia y la prosperidad de nuestras
naciones, su viabilidad misma".
En diálogo con Infobae, Alejandro Ganimian,
experto en educación argentino y doctorando de la Escuela de Educación de
Harvard, explica: "Las evaluaciones internacionales básicamente son
herramientas en su mayoría comparativas e interpretativas entre los países y
permiten medir la calidad".
"En el caso argentino el propio sistema
educativo no se somete de manera periódica a evaluaciones que luego permitan
tomar decisiones estratégicas. Brasil, en cambio, es un país que se somete a
evaluaciones nacionales de manera recurrente y esto les sirve para crecer en su
calidad educativa".
Gabriela Azar, directora de currículum y
enseñanza del ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
directora del Departamento de Educación de la Universidad Católica Argentina
(UCA),se refiere al rol de las pruebas internacionales: "Las principales
críticas sobre la pruebas internacionales rondan la idea de que muchas veces
las pruebas estandarizadas tienen su origen en el exterior y están
descontextualizadas de la realidad cotidiana de las escuelas y de su proyecto
educativo".
Las pruebas que impulsa UNESCO, la serie PERCE,
SERCE, TERCE tienen una mirada más latinoamericanista y miden sólo primaria; y
a PISA si bien se lo acusa de ser una prueba con estándares rígidos de primer
mundo, mide tercer año de secundaria, alumnos de 15 años. Este año 2015 se está
realizando y se publicará en el 2016.
"En Argentina hace dos años que estamos
estancados"
Ganimian, autor del informe Avances y desafíos
pendientes de la Fundación Educar 2050, un pormenorizado informe sobre el
desempeño de Argentina y los países de la región en las últimas pruebas TERCE,
apunta: "En el último estudio TERCE no participó Cuba, que en los años
anteriores había obtenido las mejores calificaciones".
Ganimian puntualiza sobre algunas instantáneas
de TERCE 2014 sobre la región: "En lectura de tercer grado Argentina ha
permanecido igual, mientras Ecuador la ha alcanzado y Perú la ha superado. En
lectura de sexto grado, Argentina no progresó desde 2006 y Perú la alcanzó. Y
en matemática de tercer grado, Argentina alcanzó en el 2013 el desempeño de
México del 2006. Argentina y Uruguay, son las naciones más estancadas".
Cuando en 2012 se conocieron los resultados
PISA, Rivas señaló a Infobae: "Los países latinoamericanos demostraron un
estancamiento regional en PISA 2012 respecto de la última prueba del 2003,
sobre todo en comprensión lectora, sin duda la materia que plantea para la
Argentina el escenario más crítico".
Siguiendo la trayectoria de la Argentina -ocupó
en 2012 el puesto 59 en el ranking PISA, entre 65 naciones- vemos un correlato
muy estrecho con la situación económica y social del país: entre 2000 y 2006
Argentina bajó fuerte en PISA junto con la devastadora crisis social; entre
2006 y 2009 mejoró mucho, al igual que la economía; entre 2009 y 2012 hubo
estancamiento, también siguiendo a la situación económica.
En conjunto, para el año 2012 había países de
la región que lograban mejores resultados en las pruebas que Argentina. Costa
Rica y Chile son los más altos, México y Uruguay vienen después. Argentina está
en el bloque de Brasil y Colombia y Perú viene un poquito más abajo.
Precisa Rivas: "Analizando la última
década los casos más impactantes de incremento en su calidad educativa son el
de Perú, Brasil y Chile. Y el único país que bajó en todas las pruebas 2012 es
Uruguay. Así se pueden establecer de alguna manera tres bloques que han logrado
de mayor a menor calidad educativa en los PISA entre el 2000 y el 2012
(teniendo en cuenta que Argentina ni Chile participaron en 2003 y Costa Rica
recién en 2012): el primer bloque integrado por Chile y Costa Rica; el segundo
por México y Uruguay y el tercero por Argentina, Brasil y Colombia.
Mejorar los aprendizajes
Luego de profundizar el contexto regional,
llegamos hoy a que el debate sobre la educación en la Argentina contemple la
idea de crear un taller optativo de lectoescritura en el ciclo introductorio de
la universidad para suplir los déficits que deja el secundario. Claro que el
trayecto hasta acá no responde a un solo factor.
Refuerza Álvarez Trongé a Infobae:
"Lamentablemente es un debate válido porque hace dos años que estamos
estancados. La llave para mejorar la tienen los docentes y los padres. Entre el
año 2000 y el 2006 Argentina es el país de la región que más descendió en el
mundo en capacidad lectora. Y en contrapartida, Chile fue el país que más
ascendió".
Tenemos un problema grande en matemática. De
acuerdo a los resultados de PISA 2012, dos tercios de los alumnos de 15 años
están en el nivel 1 de esta asignatura. Lo que arroja que un 66 por ciento no
puedan resolver un ejercicio de aritmética.
La experta en educación Gabriela Azar agrega:
"Una variable importante, que algunos estudios internacionales están
considerando para entender la variación en los resultados arrojados por las
pruebas PISA 2012, es la motivación de los estudiantes. Es importante preguntarse
si el hecho de responder ítems de una prueba estandarizada externa motiva o no
a los estudiantes al aprendizaje continuo y a potenciar sus capacidades" .
educación antigua y moderna
Durante 2015 se realizará en la Argentina y el
resto de los países participantes de la OCDE la toma de las nuevas evaluaciones
PISA que se conocerán en el 2016. Será la segunda vez que la Ciudad de Buenos
Aires se evaluará por separado.
Argentina tiene un respaldo alrededor de la
historia de su educación que aún pesa a la hora de pensar su futuro. Como
señala Rivas en su libro: sus altas tasas de escolarización en el nivel
primario y las bajas tasas de analfabetismo lo destacan como un país con una
historia ya consolidada de acceso educativo, de al menos cuatro décadas .
Sobre la región, Rivas aporta en su libro un
dato medular para entender las contradicciones que aún azuzan al sistema
educativo regional: de los siete países analizados en MAPEAL pasaron de un 6,5%
de repitencia en primaria en 2002 a un 4,3% en 2011. Más difícil fue lograr
bajar la sobreedad en el nivel secundario.
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