9 cosas que los pilotos saben
cuando vuelas y de las que deberías ser consciente
El Confidencial - viernes, 1 de
julio de 2016
Volar en avión nos preocupa
porque sentimos que no controlamos prácticamente nada de lo que sucede. Pero
hay un montón de pequeños detalles que nos ayudan a adueñarnos de la situación
y pueden ser la diferencia entre un vuelo placentero y otro infernal sin
necesidad de que haya turbulencias.
Aquí te contamos unos cuantos
para que puedas pensar en ellos al contratar tu siguiente viaje. Los pilotos
los conocen de primera mano y ahora tú también gracias a 'Men's Health'.
1. Cuanto antes vueles, mejor
A quien madruga, las compañías
aéreas lo ayudan. Un retraso en un proceso afecta a los demás, y a primera hora
no ha dado tiempo a que se acumulen los problemas, lo que convierte al primer
vuelo de la mañana en el más demandado y no solo por cuestiones de horario
laboral o biorritmos.
Si coges los vuelos más tardíos
por ser los más baratos, ten en cuenta que puede constarte la puntualidad.
Además, aunque se cambien algunos reposacabezas entre vuelo y vuelo, hay
complementos que se usan varias veces durante el día. Estarán más limpios
cuanto antes llegues.
2. No apto para escrupulosos
Si no eres padre, quizás sea un
shock saber que a menudo los bebés no llevan el mismo pañal al subirse que al
bajarse del avión... Moverlos al baño es una tarea titánica, cuando no está
directamente prohibido, y no queda otro remedio que un cambio de urgencia en el
asiento, que más tarde usará otro pasajero felizmente ignorante.
Los restos fecales, además de ser
mala publicidad, son inevitables y contagian infecciones, así que de nuevo te
aconsejamos los primeros billetes, o al menos usar toallitas higiénicas. La
cabina suele limpiarse sobre todo durante la noche o la madrugada.
3. El lugar más seguro del avión
Esta es la pregunta de cuñado (de
cuñado lógicamente preocupado) equivalente al “¿Cómo hago para no tener virus
en el ordenador?” que tienen que escuchar los informáticos cada dos por tres.
Por suerte, los pilotos lo tienen más fácil para contestar: los asientos de la
cola son los mejores.
Hace un tiempo se creía que la
parte delantera era la más segura. En 2008, un estudio de la universidad de
Greenwich con datos de más de 100 accidentes concluyó que, lógicamente, había
más supervivientes junto a las salidas de emergencia y que, en igualdad de
distancia a estas, lo mejor era estar delante. Ahora —con todas las reservas
posibles, porque hay muchos más factores— nos dicen que es todo lo contrario,
porque por norma general los mayores impactos afectan a la zona de la cabina.
Así que ya sabes, aunque la cola
parezca moverse más, no es la peor opción. A no ser, claro, que sea
precisamente allí el impacto.
4. El aire de la ventilación
¿Cómo de limpio está?
Instintivamente solemos pensar que surcando el cielo lo que estamos respirando
es más cercano al aire puro que lo que obtendríamos en tierra. Pero no, se
trata de un circuito cerrado, así que, por ahora, coger un vuelo aumenta mucho
tus posibilidades de pillar un catarro o una misteriosa gastroenteritis, vayas
delante o detrás.
5. ¿De verdad hay sexo en el
servicio?
Una de las cosas más curiosas del
sexo es que en todas las culturas parece algo prohibido y escandaloso, aunque
sea tan natural como rascarse, así que esta es otra pregunta típica cuando nos
presentan a un piloto o auxiliar de vuelo.
Lo hemos visto mucho en cine,
sobre todo en comedias, y es una fantasía recurrente, aunque más en los que no
se ven obligados a volar por trabajo una semana sí y otra también. Para estos
últimos el avión significa de todo menos placer.
La respuesta es que sí, claro que
sucede, el Mile High Club existe. Ha habido alguna que otra detención, porque
el avión se suele considerar un lugar público. Otra cosa es que merezca la
pena: es incómodo, la gente te mira raro al salir porque es difícil evitar el
ruido y, en definitiva, si lo hubiéramos probado —que no lo hemos hecho— no
repetiríamos ni en broma.
6. ¿Puedo pedir alcohol a
cualquier hora?
Así es. A diferencia de los
trenes, donde habrá que ir a la zona de cafetería, en los vuelos españoles
puedes emborracharte sin problema, siempre que no te marques 'un Melendi'.
Lo que quizá no sepas es que, a
pesar de que creemos ser más permisivos que otros países, y aunque se publican
muchos estudios que minimizan los riesgos para la salud del vino o la cerveza,
en realidad en nuestro país está bastante mal visto empezar una fiesta
alcohólica antes de llegar al destino. Nos parece cultural beber entre amigos,
solos viajando no tanto.
7. ¿Qué compañía tiene el mejor
wifi?
Hoy por hoy, ninguna. Va muy
lento casi siempre porque se usan 'routers' poco potentes para muchos
pasajeros. En otro artículo ya explicamos por qué van tan mal y es tan caro.
8. Pilotos repentinamente
enfermos
De nuevo, la comedia ha hecho
mucho daño, y sobre todo la saga de Aterriza como puedas. Tranquilidad, porque
existe un truco para evitar que la cosa se ponga fea de golpe: el copiloto y el
piloto suelen comer cosas distintas para que haya menos probabilidades de que
se pongan malos a la vez.
Más allá de las enfermedades
leves, cuidado con la vieja falacia del apostador: aunque hay poquísimas
posibilidades de que se encuentren dos bombas en el mismo avión, te aseguramos
que no conviene intentar disminuir el riesgo llevando tu propia bomba.
9. Conseguir mejor asiento sin
pagar
Circula con la rapidez de las
leyendas urbanas el rumor de que se puede conseguir un asiento mejor contando
ciertas historietas a las azafatas después del despegue. La verdad es que las
posibilidades son pocas, porque si de verdad necesitas un asiento especial por
tu salud o por un motivo justificado similar lo normal es que lo hayas
conseguido antes.
No es imposible, de todas formas,
pero lo que dicen los pilotos que funciona no es fácil de forzar: es más fácil
que lo consigas si eres guapo, alto, bien vestido y muy amable. Una opción
ganadora es estar embarazada, pero, si no lo estabas de entrada, te emplazamos
a lo que hemos dicho del sexo en el servicio: no merece la pena.
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