Las mejores piernas de América Latina seducen
a los millonarios asiáticos
FORBES- 25 de Julio de 2016
Los millonarios de China y el
resto de Asia han contratado a jugadores de América Latina para que se luzcan
en sus equipos. Los grandes hombres de la televisión y los millonarios del
mundo están interesados en invertir en el futbol sudamericano.
Asia es una región apasionada del
futbol latinoamericano. En ciudades del continente, ya sean grandes o pequeñas,
sintonizan las transmisiones de las copas Libertadores y Sudamericana, para ver
a las futuras figuras que crecen en la pampa, en la amazonia, en los andes, en
la selva colombiana y en México, con la ilusión de que lleguen a las ligas de
China, Japón, Corea del Sur, Malasia, entre otras.
“Cada partido de la Copa
Libertadores es visto por más de 23 millones de asiáticos, esa oportunidad de
negocios no ha pasado inadvertida”, dice Gerardo Molina, presidente de
Euromericas Sport Marketing, una compañía con sede en Argentina.
Hace una década, los aficionados
de China, Japón, Corea del Sur y de otras naciones de Asia no veían cómo los
sudamericanos se peleaban la pelota en el terreno de juego. Hoy, la afición
crece como espuma, expresa el consultor de Adidas, Coca-Cola, UBS, Samsung,
entre otras empresas.
América Latina y Asia trabajan en
una buena conectividad económica, comercial y de inversión, y en paralelo se
teje otro vínculo: el futbol.
“El futbol es la doceava economía
del mundo en cuanto a generación del Producto Interno Bruto (PIB), abre la
ventana para que los inversionistas apuesten por los equipos y futbolistas
sudamericanos”, señala.
Los propios dueños de la pelota
no sabían que existía afición en el continente asiático.
Entre las estrellas consagradas
(y deseadas entre los clubes asiáticos) destacan Carlos Tévez, del Boca
Juniors, y Jonathan Calleri, del Sao Paulo (Ambos equipos disputaron la seminal
de la Copa Libertadores).
Por lo pronto, el argentino
Ezequiel Lavezzi, los colombianos Jackson Martínez y Freddy Guarín, así como
los brasileños Santos, Gil, Alex Teixeira, Elkeson y Paulinho, fueron
adquiridos para jugar en la Superliga de China.
“Boca Juniors tiene un alto
reconocimiento de marca en Asia, especialmente en Japón, a pesar de no ganar
nada en los últimos años”, señala Molina. El equipo argentino perdió el partido
de semifinal con Independiente del Valle, una institución que está en primera
división desde 2010.
Corinthians también ha tenido un
buen nivel de audiencia en la televisión asiática. Los asiáticos también siguen
a los equipos mexicanos como Chivas, que perdió la final de la Libertadores en
2010 frente al Sport Club Internacional de Porto Alegre.
Los Tigres de la UANL,
derrotados en 2015 en ese mismo torneo por River Plate, ya son reconocidos
en países del oriente, asegura el experto en marketing deportivo.
“México entendió que debe estar
más metido en las dos copas de futbol, porque hace 10 años le restaba
importancia a la Libertadores, cuando lo incluyeron a jugarla por decoro”,
manifiesta.
Otra de las marcas reconocidas
entre los televidentes y consumidores asiáticos es River Plate, un equipo
argentino que llevó 15,000 aficionados al Mundial de Clubes de Japón. Esos
aficionados paralizaron la cultura japonesa con cánticos de apoyo en diciembre
de 2015 y llenaron los estadios japoneses.
“Las dos copas comenzaron a
conectar más con el mundo, especialmente con el mercado asiático, y se
convirtieron en las principales vitrinas para jugadores y equipos”, agrega
el también profesor en la Universidad de Nueva York (NYU) y de la Deutsche
Sporthochschule, la escuela número uno del mundo en deportes.
Desde hace dos años, ambas copas
de futbol comenzaron a transmitirse para las audiencias de Asia, y a partir de
2017 entrarán patrocinadores asiáticos a promocionarse en la Libertadores,
explica.
Los jugadores de América Latina
comenzaron a ser codiciados entre los patrocinadores de China, Japón y Rusia,
países de donde provienen la mayoría de las empresas que se anuncian en las
copas Libertadores y Sudamericana, expone Gerardo Molina.
Asiáticos van por la pelota que
mueve América
La inversión
La codicia llegó a la Superliga
de China, una competición que despertó en el último mercado de fichajes gracias
a que desembolsaron 400 millones de dólares para llevarse estrellas del futbol
de América Latina y el resto del mundo.
Carlos Tévez rechazó una oferta
del Shanghai SIPG de 25 millones de dólares de contrato para irse a jugar allí
hasta el final de 2016.
La admiración por el mercado del
futbol sudamericano se remonta a los años en que Mauricio Macri, presidente de
Argentina, propició una ferviente presencia de China en el intercambio
deportivo y futbolístico en Buenos Aires.
Macri, siendo jefe de gobierno de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, respaldó económicamente a los clubes argentinos
para que contrataran a futbolistas chinos en sus planteles profesionales.
“Vamos a aportar parte del
fichaje que cueste el jugador chino”, dijo hace un par de años Mauricio Macri a
los presidentes de los equipos Boca Juniors, Daniel Angelici; de River Plate,
Rodolfo D’Onofrio, así como al de San Lorenzo, Matías Lammens. Hasta el
momento, los equipos argentinos no han sumado a un futbolista chino, pero sí
han llevado el modelo deportivo al gigante asiático y han llegado marcas chinas
a Argentina.
D’Onofrio recordó que en
septiembre de 2009, cuando era candidato a la presidencia del River Plate,
pretendía llevar a un futbolista chino para que vistiera de millonario. Lo que
sí pasó es que los millonarios de China y el resto de Asia han contratado a
jugadores de América Latina para que se luzcan en sus equipos.
Los grandes hombres de la
televisión y los millonarios del mundo están interesados en invertir en el
futbol sudamericano, dice Efraín Pachón, presidente de Eurodata, una empresa
colombiana dedicada a la investigación de marketing deportivo.
“La industria del futbol se ha
desarrollado de una manera vertiginosa y es una bola de nieve que todos los
días construye diferentes fuentes de ingresos”, acepta quien fuera presidente
de los equipos colombianos Santa Fe entre 1985 y 1990, así como de Cúcuta
Deportivo entre 1995 y 2004.
Actualmente en la Copa
Libertadores y Sudamericana, así como en todos los torneos internacionales, se
reciben jugosos dividendos de los negocios creados, comenta Pachón. La pelota
es una máquina de hacer dinero.
La industria número 1 del mundo
en producción es el futbol, más que el petróleo o el automóvil, calcula el
representante colombiano de futbolistas.
Cada día se desarrollan nuevas
alternativas de ingresos para los equipos de futbol. Una de ellas es la
transmisión de los partidos de futbol a través de internet y nuevas
aplicaciones, detalla el vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol
entre 1990 y 1994.
“No solamente son los partidos de
futbol, sino las entradas, la publicidad, las camisetas, estáticas, así como
hay otras fuentes de ingreso”, puntualiza Pachón.
En 2015, los 38 equipos de futbol
que disputaron la Copa Libertadores tenían un valor de mercado de 960 millones
euros, según Pluri Consultoría. Esa cifra está 5% por debajo de los clubes que
participaron en 2014, y es 21% menos cuando se compara con su pico en 2013.
El ganador de la Copa
Libertadores se embolsa un premio total de 7.7 millones de dólares,
dice por su parte Euromericas Sport Marketing. Lo importante de ese
deporte es el público televidente.
La audiencia de la Copa
Libertadores subió 4 puntos en nivel de rating en 2015 y 12 puntos en 2016,
pronostica Gerardo Molina.
En América Latina, la audiencia
promedio es de 370 millones de personas que ven los partidos de la Copa
Libertadores, dice el consultor argentino.
“El futbol se ve prácticamente en
todos lados; por ejemplo, en una familia de cinco integrantes en países como
Argentina, Chile, Brasil y Uruguay, 4 miran o están al pendiente de las
transmisiones futbolísticas”, destaca Molina.
Varias ciudades de Argentina,
Brasil y Uruguay se paralizan por el futbol. En los últimos 6 años aumentó la
audiencia en Chile y Colombia, pero no llegan a una paralización total por la
pelota.
La Copa Libertadores mueve muchos
millones de dólares, pero el reto más importante para las empresas de televisión
es cómo afrontar el alza en el precio de los derechos de transmisión, expone
Francisco Pazmiño, vicepresidente de Programación & Adquisiciones de Fox
Sports en Latinoamérica.
“El incremento de derechos de
transmisión tiene que llegar a reducirse, porque no podemos continuar con este
aceleramiento”, advierte el directivo.
Llegará un momento en que la
televisión deportiva va a dejar de ser negocio por los elevados precios de
derechos de transmisión, dice el responsable de la empresa que conecta con 60 millones
de hogares en América Latina para que vean los partidos de Copa Libertadores y
Sudamericana.
El futbol en América Latina, una
tendencia que no escapa a otros países de Europa y Asia, es un negocio de
facturación creciente y con acceso a toda la cadena de valor, sostiene Juan
Pablo Conti, analista de la consultora Dataxis.
El buen momento del futbol tiene
una repercusión directa sobre la televisión de paga para bien y para mal: “Los
compradores de los derechos desembolsarán sumas de dinero más altas, y eso
repercute en los precios de los paquetes de televisión de paga.”
Siempre surge el debate de por
qué los suscriptores pagan tarifas crecientes en televisión de paga, cuando
muchos de ellos no son adeptos al deporte. “Es algo que termina afectando a las
cadenas de valores”, indica Conti. El futbol debe atraer a nuevos aficionados y
ser más rentable.
Un millennial hispano le puede ir
a dos o tres equipos: el que sigue él, el que sigue su padre y el que tiene una
superestrella, acota Francisco Pazmiño.
Para los clubes de Centro y
Sudamérica esa tendencia es una plataforma de negocio desde el punto de vista
comercial, dice el representante de Fox Sports, un canal propietario de los
derechos de trasmisión de la Copa Libertadores, de la LIGA MX, del beisbol y
futbol americano.
La idea de los inversionistas y
patrocinadores es convertir a la Copa Libertadores en una Champions League, y a
la Copa Sudamericana hacerla tipo Europa League, dice Gerardo Molina,
presidente de Euromericas Sport Marketing.
Se busca conformar ese negocio,
así como esa categoría y calidad de futbol, pero no se logra por la carencia de
una ingeniería comercial, y la exportación de jugadores deja a los equipos de
América Latina con una baja jerarquía, apunta el consultor argentino. Los
equipos europeos, plagados de estrellas, son los que atraen los reflectores y
son la inspiración para hacer del futbol un negocio rentable.
El proyecto es crear un torneo
anual en Sudamérica, Centroamérica, el Caribe y Norteamérica para que sea
similar a las Champions League, para que se convierta en una plataforma global
de clubes, describe Andrew Néstor, copropietario del Tampa Bay Rowdies en la
MLS y de Bologna Futbol Club y jefe de Desarrollo de Negocios de Campeones de
las Américas.
La meta es construir la American
Champions League, un torneo en que se combinarán los equipos de todas las
regiones, así como crear una plataforma comercial y un gran evento para los
fanáticos.
En Brasil, Argentina y Uruguay
hay clubes que tienen 100 años de historia y una gran base de fanáticos, y por
ahí pasaron los jugadores más importantes en Europa.
“La idea principal es entregar
85% de las ganancias comerciales a los clubes de futbol”, concluye Andrew
Néstor.
Enrique Hernández-Hincha del
Barcelona, viaja poco y le gusta ir detrás de la historia y los hechos del día
a día. Estudió en la UNAM y vivió un año en Buenos Aires.
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