La industria de bebidas corteja a
consumidores saludables
The Wall Street Journal. - domingo, 31 de julio
de 2016
Desde martinis no alcohólicos
hasta cócteles espumosos con salmuera de garbanzos, los fabricantes de bebidas
se las están ingeniando para satisfacer el creciente deseo de los consumidores
por tragos considerados más saludables.
Las empresas de alimentos
envasados han pasado los últimos años reformulando sus ofertas para satisfacer
la creciente demanda de productos más sanos y naturales. Hasta hace poco, los
fabricantes de bebidas alcohólicas habían eludido en gran medida esta presión.
“Por mucho tiempo, el alcohol
tuvo pase libre”, dijo Jonny Forsyth, analista global de bebidas para la firma
de investigación Mintel. “La gente decía: ‘Bebo alcohol porque sólo quiero
pasarla bien, no quiero pensar demasiado en ello’”.
Eso está cambiando. Los
fabricantes de bebidas alcohólicas empiezan a darse cuenta de que los cambios
en las preferencias de los consumidores podrían exprimir sus ganancias si no
reaccionan a tiempo y están desarrollando una serie de productos veganos,
libres de gluten, bajos en azúcar, naturales, de poco contenido alcohólico o
sin alcohol.
“En muchas ocasiones, las
personas están bebiendo menos y consumiendo menos alcohol, pero quieren
mantener ese momento adulto de convivencia”, dijo Julian Marsili, gerente de
mercadeo de cerveza sin alcohol de la danesa Carlsberg A/S. En esos momentos,
“la persona no quiere ser vista brindando con una Coca-Cola o con agua, y por
lo tanto [nuestros productos ofrecen] las credenciales de las bebidas
alcohólicas: una botella, espuma, una proposición de aspecto adulto [pero] sin
el alcohol”.
Muchas de las nuevas bebidas no
son necesariamente mejores para los consumidores, pero los expertos de bienes
de consumo dicen que hay una creciente percepción —sobre todo en la generación
del milenio— de que los alimentos y las bebidas “libres de” son más saludables.
Diageo PLC, el fabricante de
bebidas alcohólicas más grande del mundo, informó a principios de este mes que
estaba invirtiendo en una destiladora de bebidas “espirituosas” no alcohólicas
llamada Seedlip, a la que el ejecutivo describió como “una alternativa
sofisticada para las bebidas alcohólicas”.
En el bar Dandelyan, ubicando en la
orilla sur del río Támesis en Londres, el barman Aidan Bowie utiliza Seedlip
—que se vende a 27,99 libras esterlinas (US$36,90) la botella— para hacer un
trago que tiene un sabor similar a un gin tonic. La lista de tragos incluye un
martini espresso sin alcohol.
Bowie dijo que la demanda de
bebidas sin alcohol que compiten con sus homólogas alcohólicas está creciendo.
El menú de tragos no alcohólicos del bar incluye bebidas hechas a base a jarabe
de suero, arbusto de melocotón, jengibre y soda, y otra hecha con Seedlip, flor
de cananga y un tónico a base de hierbas.
Diageo también está probando una
versión libre de lactosa y gluten de su licor Baileys, elaborada con leche de
almendras. A principios de este año, la firma presentó una línea de su vodka
Smirnoff con sabor a jugo de fruta que, según la compañía, no tiene gluten ni
jarabe de maíz, una sustancia con alto nivel de fructosa.
Iván Menezes, director ejecutivo
de Diageo, tiene grandes esperanzas en la nueva gama de jugos de frutas
Smirnoff. Dicha oferta “aprovecha todas las tendencias de crecimiento en
alimentos y bebidas que no han estado disponibles en bebidas espirituosas a
escala masiva”, dijo el ejecutivo a principios de este año.
Andy Kerr, propietario del bar
londinense Discount Suit Company, dijo hace unos meses que cambió las claras de
huevo por salmuera de garbanzos para algunos cócteles veganos. También usa la
salmuera para rematar su Carrier Pigeon, un cóctel de lavanda, limón y
Prosecco.
No todas las ofertas que apuntan
al creciente interés de los consumidores por productos más saludables o “libres
de” tienen éxito. Forsyth, por ejemplo, no espera que el mercado de los
cócteles veganos explote de un día para el otro. Pero las compañías de alcohol
no pueden ignorar el cambio más amplio que se está produciendo en las
preferencias de los clientes.
“La salud ganó prominencia en la
mente de los consumidores de hoy”, dijo Deirdre Mahlan, directora para América
del Norte de Diageo, en una conferencia de marzo. “Cada día vemos nuevas
estadísticas y artículos sobre la alimentación sana, los males del azúcar y la
necesidad de pasar menos tiempo sentado”.
En el Reino Unido, el consumo de
alcohol entre adultos se redujo 18% entre 2004 y 2014, de acuerdo con la
Asociación Británica de Cervecerías y Pubs. En Estados Unidos, la caída se ha
manifestado más recientemente. De 2004 a 2014, el consumo subió 3,6%, pero
entre 2012 y 2014 bajó 0,9%, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de
Alcohol y Alcoholismo.
Anheuser-Busch InBev NV, la mayor
cervecera del mundo, se ha comprometido a aumentar la cerveza sin o con bajo
contenido de alcohol a 20% de sus volúmenes a nivel mundial para finales de
2025, frente a menos de 9% de lo que fue en 2014. Heineken NV y Carlsberg están
tomando medidas similares, lo que les permite dirigirse a nuevos segmentos y al
mismo tiempo disfrutar de mayores márgenes de ganancia.
El mercado mundial de cerveza de
bajo nivel alcohólico o sin alcohol pasó de US$8.370 millones en 2010 a
US$9.960 millones el año pasado, un aumento de 19%, según datos de Euromonitor.
Recientemente, los cerveceros de
EE.UU. se comprometieron a añadir a sus botellas etiquetas de nutrición que
detallan la cantidad de calorías y carbohidratos y los niveles de alcohol,
aunque no el resto de los ingredientes, como algunos críticos han reclamado.
Otra área en la que los
fabricantes de alcohol están mirando alternativas es el gluten, una mezcla de
proteínas que se encuentra en muchos granos. El mercado de los alimentos y las
bebidas sin gluten subió en EE.UU. de US$4.900 millones en 2013 a US$11.600
millones el año pasado, según Mintel.
Al igual que los productores de
cerveza, las destilerías están ofreciendo más versiones de sus bebidas libres
de gluten, aunque las bebidas espirituosas están ya tan cerca de ser libres de
gluten que las normas de la Unión Europea las tratan como tales. Las reglas de
EE.UU., en cambio, requieren un proceso adicional para eliminar todas los
rastros de gluten.
En junio, Spirits International
BV comenzó a vender en EE.UU. y América del Sur una versión libre de gluten del
vodka Stolichnaya. Robert Cullins, presidente ejecutivo de Stoli Group, dijo que
la bebida está atrayendo el interés no sólo de los bebedores con intolerancia
al gluten, sino de una comunidad más amplia que asocia las etiquetas de “libre
de” con algo mejor para la salud.
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